La industria de la carne enfrenta uno de los momentos más críticos desde el quiebre económico de 2001. Un grupo de frigoríficos instalados en las provincias de Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba evalúan adherir a los Procesos Preventivos de Crisis (PPC) vigentes en cada territorio y, en paralelo, ajustan detalles para implementar un recorte de actividades que podría afectar a cerca de 3.200 puestos de trabajo. Desde la federación que aglutina a estos emprendimientos adelantaron a este medio que el derrumbe de mercados externos como Rusia, sumado a complicaciones derivadas de la sequía y el alza en los costos de producción, desembocará –en el mediano plazo– en un aumento de precios en los mostradores.
“Los mercados externos se desmoronaron y la renegociación de contratos afectó a todo el sector. Hubo descuentos o quitas del orden del 20% en el valor de la mercadería. Los recortes los sufrimos en los principales escenarios, como es el caso de Rusia, que en 2008 movió más de u$s230 millones”, aseguró a iProfesional.com Daniel Urcía, titular de la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales Argentinas (FIFRA).
El ejecutivo comentó que los frigoríficos más pequeños de la entidad “están evaluando retirarse de la exportación” debido a los altos costos que insume “cumplir con los requisitos que se exigen fuera del país”.
La merma en la actividad coloca en situación de riesgo a las 150 empresas nucleadas en la FIFRA. “Vemos un futuro preocupante, y ya son varias las compañías que han pedido Procesos Preventivos de Crisis. Hoy la caída en la rentabilidad hace que peligren 3.200 empleos”, dijo.
Según el entrevistado, la sequía de estos últimos meses complica aún más el panorama. “Habrá un segundo semestre de año muy complicado a nivel oferta ganadera. Tampoco hay amortiguación a nivel industrial. Por ende, todo incremento en los costos para los frigoríficos se trasladará directamente a los precios finales. Los costos llegarán otra vez al mostrador”, adelantó.
Urcía sostuvo que no sólo la baja en la comercialización de carnes golpea al sector. Muy por el contrario, la escasa demanda que exhiben los derivados de la actividad cárnica también repercute de manera negativa sobre la cadena de producción.
“No hay valor en la comercialización de huesos y cebos. Y la rentabilidad del cuero cayó más del 400%. Eso hace que las empresas dependan más de la venta de carne y la faena, las cuales ya vienen con pérdidas por la baja exportación”, indicó.
Con relación a cómo repercute la sumatoria de indicadores negativos en el sostén de la mano de obra empleada, el ejecutivo sostuvo que “algunos frigoríficos están tomando decisiones sobre los trabajadores; más precisamente depurando el personal que no rinde al 100 por ciento”.
En los últimos días el Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Carne confirmó el despido de 100 operarios del frigorífico Arre Beef, en Ramallo, provincia de Buenos Aires, y 30 de la firma Arroyito (Córdoba), y anticipó que Finexcor prescindirá de 200 empleados en los próximos días.
Cadena
Urcía comentó que el escenario empezó a complicarse más a partir de octubre de 2008, cuando cayeron las compensaciones por cueros y menudencias, y buena parte de los frigoríficos que integran la FIFRA comenzaron a depender de las faenas aportadas por los matarifes.
“Antes se vendía el cuero y la curtiembre le entrega un cheque al frigorífico. Ahora, a raíz de que el subproducto cuesta menos de la mitad, se invirtió el panorama y se depende en buena medida de lo que paga el matarife. Ellos también sienten el peso de la crisis, entonces ahí se arma una cadena de pagos demorados o que directamente no salen”, ilustró.
Otro frente de tormenta que, de cara a las próximas semanas, se abre a los frigoríficos aparece relacionado con la renegociación salarial.
“La paritaria comenzará en abril y esperamos tratativas largas, por lo menos hasta agosto. Hoy el sector empleador no se puede arriesgar a dar algo si no tiene la seguridad de que podrá mantener la dotación completa de trabajadores”, expresó.
En la actualidad, un empleado de frigorífico cobra un promedio de $1.700, y la intención de las empresas del segmento es “aumentar pero siempre privilegiando la supervivencia de la fuente de trabajo”.
Exportación
Respecto del mal momento que evidencia la exportación de carnes, 17 empresas del consorcio ABC, que concentra el 90% de las exportaciones de carne vacuna, mantuvieron reuniones la semana pasada con 42 embajadores destinados en el exterior.
Los encuentros tuvieron como finalidad desarrollar medidas orientadas a facilitar los nichos de exportación más codiciados en el mundo, vinculados con los cortes caros.
Entre las alternativas que baraja el consorcio se encuentra la posibilidad de pasar de exportar vaca manufactura, recortes y cortes de la rueda a vender carne enfriada. Esto aseguraría la llegada a segmentos de alto poder adquisitivo de territorios como Rusia o Túnez.