La FIFA tiene dificultades para conseguir a tiempo nuevos socios comerciales para la próxima Copa Mundial en Rusia el año próximo. El inconveniente es que los grupos internacionales y locales se resisten ante los costos financieros y el riesgo a su imagen por estar vinculado a uno de los eventos deportivos más vistos en todo el mundo.
El organismo rector del fútbol mundial perdió varios sponsors importantes, incluyendo a Sony y Emirates, dado que sus acuerdos finalizaron a fines del último torneo en 2014. Para el Mundial de 2018 en Rusia, la FIFA hasta ahora firmó contratos de auspicio con diez compañías, comparado con los 20 socios corporativos que tenía la organización antes de la última Copa en Brasil.
Las dificultades surgen después de que tanto la FIFA, que está intentando salir de un escándalo de corrupción, como Rusia, un paria para muchos en el mundo occidental desde que anexó Crimea en 2014, batallan con sus problemas de imagen. El patrocinio y los acuerdos de transmisión ayudan a cubrir los costos operacionales de u$s 2000 millones del evento, mientras que la nación asume los gastos en infraestructura como la construcción de estadios.
Las compañías locales han sido las más lentas en sumarse. Hasta el momento, sólo un auspiciante ruso, Alfa-Bank, ha firmado como ‘Sponsor Nacional’, pagando por el menor nivel de patrocinio.
Andrei Malgin, profesor de la Universidad Olímpica rusa, explicó que los dos años de recesión en el país han hecho que las compañías rusas tomen con cautela el gasto de ser auspiciantes.
Las empresas estatales rusas también brillan por su ausencia después de gastar sumas a menudo exorbitantes en los Juegos Olímpicos de Sochi 2014, el proyecto favorito del presidente Vladimir Putin. Aunque Gazprom, la compañía de gas estatal de Rusia, fue socio de la FIFA en 2013, otras empresas públicas que ocupan lugares importantes entre los patrocinadores de deportes, como el hockey sobre hielo, hasta el momento se mantienen alejadas.
Un consorcio de los principales canales de la televisión estatal rusa no logró llegar a un acuerdo sobre el precio de los derechos. “En Sochi todo sucedió como siempre: las órdenes se recibieron y se cumplieron. Pero hasta ahora no les han dado la orden”, comentó Malgin.
La FIFA dijo que espera anunciar nuevos acuerdos comerciales “en las próximas semanas y meses, y antes de la Copa Mundial”.
La reputación de la organización ha sufrido en los últimos dos años después de convertirse en objeto de investigaciones por parte de autoridades suizas y estadounidenses sobre su supuesta conducta criminal y pago de sobornos. Se presume que esto ocurrió en parte bajo el mandato de su anterior presidente, Sepp Blatter.
“No cabe duda de que, en la última parte de la era de Blatter, la FIFA se convirtió en una marca tóxica”, dijo Michael Payne, ex director de marketing del Comité Olímpico Internacional. Últimamente ayudó a negociar un acuerdo valuado en al menos u$s 600 millones con Alibaba para patrocinar los próximos seis Juegos Olímpicos.
“Hay que ser un director de marketing muy valiente para decidir ser sponsor ahora de la FIFA y la Copa Mundial”, aseguró Payne. “Pero el producto real y el fútbol como deporte siguen siendo una de las más -si no la más- entretenidas plataformas de entretenimiento deportivo en el mundo”.
Hisense de China anunció este mes que será patrocinador “de primer nivel” de la Copa Confederaciones de la FIFA este año y la Copa Mundial de 2018, tras firmar un contrato valuado en cerca de u$s 100 millones. Sin embargo, la duración del acuerdo es inferior a los anteriores firmados por la FIFA.
La mayoría de los ingresos de la FIFA provienen de la venta de derechos de transmisión por televisión, especialmente los relacionados con la Copa Mundial. El organismo tiene proyectados ingresos por u$s 5650 millones en los cuatro años hasta el torneo de Rusia que, de concretarse, representarían un aumento de 5% en comparación con el anterior ciclo de la Copa Mundial.
Fuente: FIFA – Cronista