Con la liberación de las importaciones en 2016, después de las restricciones de los últimos años del kirchnerismo, los entusiastas de las motocicletas pudieron acceder con mayor facilidad a los nuevos modelos. Esa tendencia se mantuvo y este año, con la apertura del mercado y gracias a los procesos de homologación que se redujeron de modo ciertamente considerable, las marcas comienzan a ofrecen en sus concesionarios locales los mismos catálogos disponibles en Asia, Europa y los Estados Unidos.
Los datos oficiales de la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (Acara) indican que, en los primeros 7 meses del año, se vendieron 375.592 motovehículos, un 50,5 % más que en el mismo período de 2016. Pero la cifra se vuelve mucho más contundente si se expresa de otro modo: cada día se despachan 2.645 dos ruedas en el país.
Si bien es cierto que más del 80 % del mercado corresponde a unidades de baja cilindrada utilizadas principalmente como una muy buena alternativa al transporte público, también es verdad que el segmento de alta gama crece con fuerza.
Para Juan Deverill, presidente del Grupo Piaggio (que representa a las marcas Aprilia, Guzzi, Vespa y Piaggio), este boom se explica por la libertad que brinda la moto: “Manejar uno de estos vehículos es una experiencia única. Las sensaciones que brinda el disfrutar del viaje y del entorno en su totalidad hacen que cada vez más gente se sume a la categoría”.
Para Mauro D’Annunzio, gerente de Marketing y Ventas de Ducati, este será un año récord para los modelos de alta gama. “Es un muy buen período de ventas, para las motos en general y también para las de más de 500 cc. En general, los clientes de este tipo de rodados son hombres, de más de 40 años que ya tienen una posición sólida en lo laboral y también un buen auto. Cuando se preguntan ‘¿Y ahora qué más?’, muchos encuentran la respuesta en las dos ruedas. Por un lado, tiene que ver con lo recreacional, pero también porque pueden ahorrar tiempo eludiendo la congestión de tránsito. Entonces, si hay días que pueden ir a la oficina sin traje, se ponen el jean y salen con la moto. Y si viajan desde un country al Microcentro descubren que ahorran dos horas de viaje cada día”.
Quienes decidan subirse por primera vez a una moto pronto descubrirán un universo diverso. Siempre en lo que se refiere a modelos de gama media y alta, con precios que oscilan entre los u$s 15 mil y los u$s 50 mil, el catálogo es amplio.
En un rápido repaso de algunas de las mejores marcas del mundo que se comercializan en el país, hay que mencionar el siempre veloz grupo de las japonesas, como Honda, Suzuki, Yamaha y Kawasaki; las pasionales italianas, como Ducati, Guzzi, Aprilia y MV Augusta; la legendaria estadounidense Harley Davidson; las británicas Norton y Triumph y la alemana high tech BMW.
En cuanto a las categorías, existen versiones denominadas de turismo, especialmente desarrollados para largos viajes y que priorizan el confort; las chopper, también para ruta y con manubrios altos y curvos característicos; las deportivas, verdaderas máquinas de carrera que pueden llegar fácilmente a los 300 kilómetros por hora; las enduro, desarrolladas para off-road y travesías fuera del asfalto; y las naked, modelos deportivos desprovistos de carenados, con casi todo a la vista.
“Vemos un gran crecimiento del sector y eso nos alienta a traer nuevos modelos. De aquí a fin de año tendremos cinco novedades, todas de entre 650 cc y 1.000 cc”, anuncia Marcos Giordano, gerente General de Suzuki en la Argentina. “En general, son elegidas por hombres que descubren el placer, la libertad y las sensaciones que provee la categoría. Hay que tener en cuenta que si un amante de los autos quiere un supermodelo, debe considerar una inversión mínima de u$s 200 mil mientras que, en lo que hace a motos, hay excelentes modelos desde u$s 15 mil y, en el caso de las top, puede llegar a u$s 60 mil. Es decir que si se desea sumar a la flota personal un vehículo de altísimas prestaciones y gran calidad es más accesible en el caso de las dos ruedas”, apunta el ejecutivo.
Clásicas y modernas
Otra de las tendencias mundiales que también empieza a reflejarse en la Argentina es la preferencia por modelos con una estética que remite a los grandes clásicos pero dotados de la más moderna tecnología y la posibilidad de personalización. El deseo de tener una vintage abrió ese nicho de mercado y, actualmente, las marcas ofrecen productos 0 km pero con reminiscencias de los años ‘40 o ‘50. De ese modo, aunque la restauración de las old sytle se mantiene, ya no es necesario lidiar con las limitaciones mecánicas de aquellas versiones antique. Por ello, si bien los portfolios inspirados en los referentes de la preguerra —anteriores a 1945— siempre fueron un atributo de marcas británicas como Norton y Triumph, y también de Harley-Davidson, el resto de los constructores se sumó decididamente a la movida retro.
A la hora de analizar el creciente mercado de motos de alta gama es justo reconocer el papel que BMW jugó localmente, ya que fue pionera en desarrollar showrooms especializados y de gran categoría, acordes al target de clientes que no sólo aspiraban a tener dos ruedas de excelencia sino también una atención de venta y posventa premium. Hoy, el mapa de los concesionarios locales ya está a la altura de los europeos y estadounidenses.
Otro factor que influyó en el boom fue la incorporación de sistemas electrónicos de asistencia a la conducción. Si bien los expertos consultados coinciden en que siempre es recomendable empezar con modelos de baja cilindrada y potencia para ir subiendo a medida que se gana experiencia, hoy las motos tienen sistemas que permiten elegir hasta 10 modos de conducción, desde una limitación extrema de la potencia para usar, por ejemplo, en días de lluvia, hasta la liberación absoluta de toda la fuerza. De ese modo, permiten dominar versiones que superan los 200 CV de potencia máxima y pueden alcanzar los 300 km/h, y que antes sólo admitían pilotos expertos al mando.
Además, tal como sucede en la industria del automóvil —en el que las generalistas ya ofrecen productos con prestaciones, equipamiento y tecnología similar, y a veces superior, que las premiun—, también en el universo de las dos ruedas los fabricantes de modelos más accesibles comenzaron a subir escalones para dar la pelea cada vez más arriba. Un ejemplo es Zanella que, con 65.720 unidades vendidas en los primeros 7 meses del año, es líder en el mercado argentino, con una participación del 17,5 %. En su portfolio no sólo hay decenas de opciones de baja cilindrada sino también cuatris, motos street, de enduro y las clásicas Custom, cuya versión más potente es la Patagonian Egale 350 Chopper, con mucho espíritu de rock para disfrutar de las rutas.
Desde luego, no se puede dejar de mencionar otro dato de gran impacto en la categoría: cada vez más mujeres se suman al tránsito cotidiano sobre dos ruedas. En su gran mayoría, eligen las scooter,dado que son más simples de conducir por la ciudad y muchísimo más cómodas de maniobrar. Tal como sucede en España e Italia, son furor entre las más jóvenes y las marcas alientan su vinculación con un estilo de vida cool al desarrollar líneas de accesorios e indumentaria, que incluye remeras, lentes, zapatillas, cascos, camperas y bijouterie.
Con algo de rock en las venas ellos, acentuando el glamour ellas, cada vez más argentinos disfrutan de ese espíritu de libertad que, con el viento y el sol en la cara, es sinónimo del transitar motoquero.
