En un contexto de constante encarecimiento del costo de vida, no se salvan del ajuste los productos sensibles para la población: en el primer semestre de este año, los medicamentos aumentaron 28,6%, por encima del índice de precios al consumidor (IPC), que subió 25,3% en igual período. Para peor, fueron aquellos de mayor uso los que se incrementaron por encima del promedio y llegaron a tener un alza de hasta 87%.
Los datos surgen de un informe del Observatorio de la Salud de la Unión Argentina de Salud (UAS), en el que también se indica que la inflación interanual del precio de los medicamentos fue de 62,6%, mientras que el IPC general interanual fue de 50,2%.
Ricardo Lilloy, presidente de la Cámara de Entidades de Medicina Privada de la República Argentina (Cempra) e integrante de la UAS, comentó que no hay que quedarse solo en el análisis del incremento promedio. “Lo preocupante es que los medicamentos que más aumentaron fueron aquellos que tienen un mayor uso. Estos tienen un ajuste que no tienen otros sectores de la economía”, señaló.
En el informe del Observatorio de la UAS se destaca que los medicamentos de uso común de venta bajo prescripción fueron aquellos cuyos precios treparon más desde enero de 2020. Así, por ejemplo, el enalapril aumentó 93,8%; la levotiroxina (para el hipotiroidismo) se incrementó un 86%; el salmeterol (para enfermedades pulmonares), 85,59%; la drospirenona/etinilestradiol (anticonceptivo), 86,94%, y una crema antibiótica de uso pediátrico, 153%. Eso no es todo: sólo desde marzo a julio de este año, un spray nasal de cloruro de sodio de uso pediátrico aumentó 21,9%.
En tanto, los medicamentos de uso en internación, entre los que se incluyen los relacionados con el Covid-19, tuvieron un alza entre enero y junio de este año de de 37%, 12 puntos porcentuales por encima del IPC en igual período. En esos seis meses el propofol 10 mg/m inyectable aumentó 147%; la noradrenalina de 1 mg/ml inyectable, 108%; la morfina clr. 1% 1ml. inyectable, 60%; el omeprazol 40 mg inyectable, 50%, y el fentanilo 250 mcg, 44%.
Consultadas al respecto, fuentes de la Cámara Industrial de Laboratorios Farmacéuticos Argentinos (Cilfa) respondieron que la entidad realiza un seguimiento de precios de los medicamentos, con datos oficiales y con una metodología homogénea con el resto de los bienes y servicios de la economía. “De acuerdo con el índice de precios de medicamentos del Indec, éstos incrementaron su precio un 31,1% en 2020. Es decir, estuvieron 5 puntos porcentuales por debajo de la inflación, que fue del 36,1% ese año. En los primeros 7 meses de 2021, los medicamentos vienen creciendo, de acuerdo a este índice, un 33,5%, 4,4 puntos porcentuales por encima de la inflación, que lleva acumulado 29,1% en igual período”, señalaron.
Asimismo, en Cilfa aclararon que, a fin de medir correctamente el incremento de estos precios, es necesario considerar una parte esencial de las ventas que el índice del Indec actualmente no mide y que son aquellos medicamentos expedidos a través del PAMI, los cuales representan casi el 40% de las ventas totales y que se venden a un precio inferior al de lista. Si se tuviera en cuenta eso, explicaron, se vería que el aumento en 2020 fue del 24% [es decir, 12,1 puntos porcentuales por debajo de la inflación]. Y hasta julio de 2021 el aumento en los precios de los medicamentos acumula 29,7%.
LA NACION también intentó comunicarse por este tema con la Cámara Argentina de Especialidades Medicinales (Caeme), que agrupa a los laboratorios extranjeros, y con la Cámara Empresaria de Laboratorios Farmacéuticos (Cooperala), pero en ninguno de los dos casos obtuvo respuesta.
En cuanto a los medicamentos de alto costo, que son principalmente importados, el informe del Observatorio de la UAS menciona que aumentaron 20,5% en el primer semestre de este año, con algunos productos que alcanzaron un 30% de incremento. “Se encarecieron por debajo de la inflación, pero eso se debe a que están muy atados al dólar oficial, que está pisado por el Gobierno. De todos modos, hay que tener en cuenta que se trata de productos que en su mayoría cuestan más de $500.000, con lo cual el incremento se traduce en cifras igualmente muy importantes”, explicó Lilloy.
Para tener una idea, hay productos como el Treprostinil 0,6 mg/ml, que tienen un costo aproximado de $13.858.975 (las 28 ampollas para un solo paciente).
Además, desde la UAS subrayaron que sigue creciendo la participación del medicamento en la torta del gasto prestacional: mientras que en 2019 el gasto en medicamentos comprendía el 20% del total, en 2021 ya constituye el 28%, superando al gasto en internación y cirugías, y tomando una parte importante del gasto en atención ambulatoria.
Lilloy agregó que si se proyectara este crecimiento se llegaría a un momento en que la totalidad de la torta sería tomada por medicamentos y no quedaría dinero para otras prestaciones. “Va achicando la cuotaparte que queda para el resto de los gastos de salud, algo que se traduce en problemas para actualizar honorarios de profesionales o cubrir gastos de internación. La gran diferencia que tiene el medicamento con otros gastos de la salud es que no es transable; es decir que unilateralmente una parte le pone un valor y es eso lo que se debe pagar, mientras que el resto está sometido a una negociación”, destacó el directivo.
Por: Carlos Manzoni
Fuente: La Nación