Las entidades privadas que operan en la Argentina lograron en 2008 las mayores ganancias de la última década. La situación contrasta con el resto del mundo, donde se nacionalizan las firmas en bancarrota Esas utilidades obedecieron en gran medida al fuerte salto en sus márgenes, que permitió a las entidades compensar con holgura las subas en gastos administrativos y cargas tributarias.
Según el informe, el resultado total de las ganancias de los bancos privados fue el año pasado de 3.372 millones de pesos, 37,2% superior al registrado durante 2007.
La banca privada concentró en 2008 el 71,2% de las utilidades del sistema financiero en su conjunto, cuando el año anterior esa proporción había sido de 62,9%, lo que trasuntó un retroceso relativo de las entidades estatales.
La mejorada performance de la banca no pública, además, se logró en un marco de desaceleración, luego que en agosto estallara en los Estados Unidos y en Europa la nueva crisis financiera internacional.
A partir de allí, la economía global ingresó en el cuarto trimestre en una espiral de derrumbes bursátiles y colapso económico de dimensiones planetarias.
De acuerdo con el BCRA, la rentabilidad de las entidades bancarias privadas se apoyó de manera central en el margen financiero, que se incrementó de 8.960 millones de pesos en 2007 a 12.934 millones el año pasado (una suba de 44,3 por ciento).
Considerando también la incidencia de la banca pública, la suba del margen financiero se vio notoriamente morigerada, ya que el aumento en relación a 2007 fue de 35,3 por ciento.
En los bancos privados, la ampliación de ese margen reflejó básicamente el resultado por intereses, que se elevó a 7.723 millones de pesos en 2008, un aumento interanual de 84,2 por ciento.
Nuevamente, contabilizando el sistema en su conjunto, el incremento del resultado por intereses es menos abrupto (66,5%), debido a las políticas promocionales de la banca estatal, tanto nacional como de las provincias.
Otro factor decisivo para la ganancia de los bancos privados fue, según la estadística del Central, el resultado por servicios, que creció el año pasado 29,5% (a 7.618 millones de pesos).
Gracias a esa mejor situación relativa, el conjunto de bancos privados pudo hacer frente sin demasiadas dificultades a los gastos de administración (que crecieron 26,7%, a 12.377 millones de pesos); y a las cargas impositivas (que se incrementaron en 54,9%, a 1.712 millones).
Los bancos particulares se beneficiaron también, por primera vez, del quiebre en la tendencia ascendente de la amortización de amparos judiciales, surgidos en 2003 como una de las consecuencias del corralito, del corralón y de la pesificación de depósitos.
Luego de cinco años de sangría para las entidades por este renglón, hasta un nivel récord de 1.466 millones de pesos en 2007, el año pasado se destinaron a este fin 685 millones.
El BCRA precisó, por otra parte, que el repunte bancario privado se advirtió en algunos de los principales indicadores de solidez de las entidades del sistema, como son resultado sobre activos (ROA) y resultado sobre patrimonio neto (ROE).
En el primer caso, el ROA se ubicó en 1,9%, tres décimas más que el año anterior y un nivel sólo superado en 2006, luego de un extenso período de valores cercanos o inferiores al medio punto, cuando no negativos, como en 2002-2004.
El ROE también aumentó, de 10,9% en 2007 a 15% el año pasado, también el ratio más elevado de la serie decenal (con excepción de 2006), y fuertemente contrastado con las bajas de dicho trienio.
Fuente: Infobae