La automotriz Toyota Argentina anunció que en noviembre próximo comenzará a vender en el país su modelo ecológico, llamado Prius, un automóvil híbrido con dos motores que funcionan con energía eléctrica y nafta.
Este vehículo reduce el nivel de emisión de gases contaminantes: hasta un 40% menos de dióxido de carbono, comparado con un motor naftero común, y hasta un 90% de óxido de nitrógeno, respecto de uno diésel.
La firma de origen japonés finalizó el proceso de homologación del sistema de propulsión híbrido, por lo que se convertirá en la primera automotriz en incursionar con esta tecnología en la Argentina.
Esta compañía fue la primera en el mundo en lograr la producción en serie de un vehículo híbrido y actualmente lleva comercializados más de dos millones de estas unidades en 49 países.
El titular de la firma en el país, Aníbal Borderes, dijo que Toyota tiene principal interés en los autos híbridos porque el desarrollo sustentable se logra sobre la base de los aspectos ambientales, la contribución social y la innovación tecnológica.
El sistema de Tecnología Híbrida, denominado Hybrid Synergy Drive (HSD), combina las ventajas de un motor eléctrico y un motor a nafta en un mismo vehículo. De esta manera, alcanza un mayor rendimiento con menor cantidad de combustible (3.9 litros cada 100 kilómetros), obteniendo además los más bajos niveles de emisiones contaminantes y gases de efecto invernadero de la actualidad.
Para ello, HSD cuenta con una batería híbrida que actúa como acumulador de la energía sobrante, por ejemplo la que se produce al frenar, para devolverla cuando es requerida por el coche (al acelerar fuertemente).
Así, el HSD recupera hasta el 80% de la energía cinética que en los automóviles convencionales se disipa en forma de calor y la envía en forma de electricidad a la batería híbrida para su almacenamiento y utilización posterior. Gracias a este sistema se reduce notablemente el consumo de combustibles fósiles, como la nafta y el gasoil, y se alarga también la vida útil de discos y pastillas de freno.
Todos estos procesos se llevan a cabo de forma automática y en silencio total, informando al conductor de las transferencias de energía térmica y eléctrica a través de un monitor situado en la pantalla multifunción de la consola central.
El auto que se venderá en el país en dos meses contiene un motor a nafta de 1.8 litros, con un tanque de 45 litros, una autonomía de más de 1.100 kilómetros y 100 caballos de fuerza, más un motor eléctrico de 80 caballos.
Además, posee un generador, una batería de alto rendimiento, una unidad de control de la energía y un dispositivo de distribución de la potencia, entre otros elementos de tecnología de punta.
Tanto el motor eléctrico como el generador y el dispositivo de distribución de potencia se encuentran alojados en una caja de transmisión muy compacta, del tamaño de una caja de cambios convencional. Asimismo, permite recorrer el doble de kilómetros con un tanque de combustible, comparado con un vehículo naftero convencional de igual categoría. A su vez, la combinación de ambos motores con la exclusiva transmisión de este sistema ofrece una sorprendente y suave aceleración.