En la previa al partido, el lunes, una entrada que a precio oficial salía 60 bolivianos se revendía al doble, mientras que tras la noticia el precio en la reventa es el mismo al oficial (sólo que la venta legal ya está agotada).
Así, quedó más en evidencia que varios de los que asistirían este martes, a las 17, a ver Bolivia-Argentina, lo hacían más por la presencia de Messi.