La brecha cambiaria y la necesidad de proteger ingresos o excedentes en pesos que se desvalorizan rápidamente, propulsó un repunte de ventas de bienes durables -autos, motos, TV, entre otros- este año, luego de una estrepitosa caída en 2020. Pero no debe confundirse a esta mejora con una recuperación, puesto que -en muchos casos- el nivel de ventas de estos productos sigue aún por debajo de un año malo como fue 2019.
Tal realidad puede verificarse al analizar lo que sucedió consólo algunos de los casos de bienes durables que aparecen a la vista de los consumidores como una forma de dolarizarse en un mercado restringido sin comprar dólares o de conservar el poder adquisitivo de sus pesos adelantando algo de consumo, muchas veces financiado en cuotas.
Según datos de Guillermo Oliveto, director de Consultora W, la venta de autos en el primer semestre de este año fue 37% superior a la de igual semestre de 2020; sin embargo, aún con esa levantada, las cifras anuales serán inferiores a las de 2019, un año en el que se vendieron la mitad de las unidades comercializadas en 2017. Mientras que en el año anterior a la pandemia se colocaron 460.000 autos, según las proyecciones del especialista en consumo, este año finalizará con unos 400.000 patentamientos.
Nadin Argañaraz, director del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), explicó que la dinámica de consumo de bienes durables se mueve dentro de un marco económico general y es muy importante tener en cuenta que, entre los primeros meses de 2019 y los primeros de 2020, la actividad económica cayó 12,6%. “Cuando se hace la comparación de los primeros meses de 2021 con igual período de 2020, se aprecia que la actividad se recuperó un 9,5%. Es decir que con relación a 2019 sigue estando 4,3% abajo”, destacó el economista.
Una muestra de ello, remarcó , es el patentamiento de autos, que tuvo una caída significativa en el primer semestre de 2020 (40%) y se recuperó este año 37,5%. Es decir que sigue estando un 15% debajo de 2019. “Si bien se produjo una fuerte recuperación, aún no fue suficiente como para alcanzar los niveles previos a la pandemia”.
Otro buen reflejo de esta “ilusión de los durables” se puede observar al ver la performance del rubro motos. Tal como surge de datos aportados por la Cámara de Fabricantes de Motovehículos (Cafam), en el primer semestre de este año se vendieron 173.777 unidades, lo que aparece como un enorme crecimiento comparado con las 113.230 unidades vendidas en igual semestre de 2020, pero que cotejado con los años previos a la pandemia deja sabor a poco.
Para tener una idea, en el primer semestre de 2013 (el mejor de los últimos 10 años para el sector) se vendieron, según estadísticas de Cafam, 372.904 motovehículos (199.127 más que en el primer semestre de este año). No hay que irse de todos modos tan lejos para encontrar mejores números: en 2019, que no fue un año que se destacara por una explosión de consumo, las unidades comercializadas ascendieron a 187.777 (15.000 más que ahora).
Lino Stefanuto, presidente de Cafam, ratificó la tendencia. “Si bien los números se recuperaron en relación con el año pasado, todavía estamos lejos de 2019 y 2018, cuando estábamos alrededor de las 450.000 unidades vendidas por año. Obviamente, todo lo comparado con 2020 parece positivo, pero no es suficiente. Este año proyectamos vender 360.000, es decir que estaremos 30% por debajo de un año normal. La idea es tratar de llegar a partir de 2022, ya no a los años pico de 580.000, pero sí al menos estabilizarnos cerca de las 500.000″, comentó el directivo.
Stefanuto aclaró que, de todos modos, el suyo fue un sector ayudado por las circunstancias de la pandemia, puesto que las restricciones al transporte público hicieron que mucha gente se volcara a la moto. “Muchos consumidores que antes no se volcaban a este vehículo, empezaron a hacerlo por el nuevo contexto. Además, el repunte en las ventas, también se explica por el hecho de que hay cierta estabilidad en el tipo de cambio oficial, que es con el que se compran las motos y los insumos, y que se lanzaron algunas líneas de subvencionadas para su compra”, agregó el directivo.
Autos y motos no son los únicos que han mostrado esta dinámica, puesto que esa ilusión de repunte también se dio en televisores y aires acondicionados. Según datos de la Asociación de Fábricas Argentinas Terminales de Electrónica (Afarte), las ventas de televisores entre enero y mayo de 2021 están un 2% por encima de igual período de 2020, pero 8% por abajo de 2019; mientras que las de aires acondicionados fueron 6% mayores que el año pasado, pero 34% más bajas que dos años atrás.
En efecto, al mirar más específicamente estas estadísticas de Afarte se puede observar que entre enero y mayo de 2019 se vendieron 719.531 televisores; en igual período de 2020, 648.285, y en el mismo lapso de 2021, 661.891. En tanto, en el caso de los televisores, esas cifras fueron las siguientes: 417.398, 258.898 y 274.876, respectivamente.
Un rubro que escapó a esta dinámica fue el de los celulares, ya que sus ventas crecieron 41% entre enero y mayo de 2021, respecto de igual período de 2020, los que les permitió un crecimiento de 14% respecto de 2019 (pese a la caída entre 2020 y 2019). En este caso, los celulares vendidos en 2019 fueron 2.910.518; en 2020, 2.344.054, y en 2021, 3.316.355.
Nada de esto escapa, como se dijo, a la evolución general de una economía que, según datos del Indec, tuvo una caída en su PBI de 10% en 2020 con relación a 2019, y que este año, según proyecciones privadas arrojará un repunte de 6% con relación al año pasado; una cifra que, al igual que sucede en el caso de los durables, no alcanza para recuperar el terreno perdido, y mucho menos para poder empezar a hablar de crecimiento genuino.
Por: Carlos Manzoni
Fuente: La Nación