Por segundo mes consecutivo, las prendas de vestir y el calzado se ubican por encima del nivel general de inflación. En el caso de abril, se posicionaron como el rubro de mayor aumento entre todos los que mide el Indec, con una suba de 9,9%. Se trata de un incremento de un punto porcentual por debajo de marzo pero casi cuatro puntos por encima del promedio medido por el organismo oficial, que resultó ser del 6%.
La ropa lleva meses entre los primeros puestos de los sectores que más aumentan. El mes pasado los precios subieron más en el noroeste y en el Gran Buenos Aires, con alzas de 10,9% y 10,7%, respectivamente.
Con estos incrementos, lleva acumulada una inflación de 29% en lo que va del año frente a un 23,1% a nivel general. Estas cifras lo posicionan como el segundo rubro con mayores aumentos detrás de la educación (32,6%). Sin embargo, es el sector que más subas tuvo en GBA (31,9%), 8,8 puntos porcentuales por encima del nivel general (23,1%).
En esta área las prendas de vestir y materiales subieron 12,5% y el calzado, 4,7%. Esta diferencia se registra en toda las zonas excepto en la del noreste, en donde el alza de precios del segundo ítem (10%) superó a la del primero (8,4%).
El mes pasado, el sector de la indumentaria se defendió tras el incremento del 10,9% registrado en marzo. Según un informe elaborado por la ONG Fundación ProTejer, “hay una presión sobre los precios locales vía aumento de precios internacionales de insumos textiles”. “Entre marzo de 2020 y el mismo mes de 2022 el algodón subió un 108% en dólares, el poliéster, un 45%; la viscosa, un 58%; el nylon, un 41% y el acrílico, un 48%”, detallaron.
Además, detallaron que el precio de las commodities habría aumentado un 133% en dólares entre marzo de 2020 y febrero 2022, mientras que el petróleo crudo subió un 184% para el mismo período y el gas natural, un 555%.
LA NACION consultó a la Fundación ProTejer, a la Cámara de Indumentaria y a la de Calzado por las cifras de este mes. Todavía no se emitieron comentarios desde esas entidades.
Por Camila Dolabjian
Fuente: La Nación