Con la reactivación del FFCC Belgrano Cargas, la mejora de la navegabilidad de la hidrovía Paraná configura otra herramienta esencial para mejorar la competitividad agrícola del Norte Grande. El creciente tráfico justifica la inversión que llegaría a u$s 60 millones
La presidenta Cristina de Kirchner suscribió ayer el decreto que aprueba la renegociación del contrato de concesión entre el Estado nacional y la empresa Hidrovía, que prevé fuertes inversiones para extender los beneficios de la principal vía navegable del país a los productores del Norte Grande argentino.
El contrato aprobado establece la extensión, en una primera etapa, de la vía navegable desde el puerto de Santa Fe hasta Confluencia (Barranqueras), a través de obras de dragado y balizamiento, y la profundización en dos pies de la vía troncal sobre un tramo de 654 kilómetros del Paraná, ubicados hacia el norte del puerto de Santa Fe.
Las inversiones que acometerá el concesionario del mantenimiento de esa vía navegable (Hidrovía) que controla el grupo empresarial liderado por Gabriel Romero, llegaría a casi u$s 60 millones en un lapso de dieciocho meses.
El nuevo contrato elimina el subsidio que por un monto inicial de u$s60 millones al año llegó a recibir ese concesionario y dispuso que no habrá aumento de tarifas para los usuarios hasta que no se habiliten nuevas profundidades, a la vez que se fijaron mayores exigencias vinculadas al cuidado ambiental y control de calidad.
En la primera etapa de obras de infraestructura fluvial se instalarán, operarán y mantendrán más de 350 señales para permitir la navegación segura de buques y barcazas en toda hora del día.
Se instalará, concretamente, un total de 338 señales luminosas, de las cuales 286 serán boyas y el resto balizas, a la vez que se dispondrán 29 boyas y 5 balizas como reserva.
Además, se llevará a cabo el dragado de profundización del calado a 10 pies, más 2 pies de seguridad, y se efectuarán relevamientos batimétricos diarios en toda la vía navegable, siempre sobre el tramo del río que se ubica hacia el norte de Santa Fe y hasta Confluencia.
Esta última tarea permitirá verificar las profundidades disponibles y la correcta ubicación de la señalización, dadas las características cambiantes que siempre distinguen al curso profundo del río.
El dragado comprenderá desde el kilómetro 584 del río Paraná hasta el kilómetro 1.238, en una longitud de 654 kilómetros.
En cuanto a las obras del puerto de Santa Fe hasta la desembocadura del río de la Plata en el Océano Atlántico, se trabajará en la profundización de la vía troncal, lo que permitirá mejorar la rentabilidad de las exportaciones argentinas, porque se hará factible la circulación de embarcaciones de mayor tonelaje así como un mayor completamiento de la capacidad de carga de sus bodegas.
El incremento de profundidad proyectado entre Santa Fe y Puerto San Martín (ubicado en cercanías de Rosario) será de 3 pies (de los actuales 25 hasta 28 pies) y desde Puerto San Martín hasta el océano, 2 pies (de los actuales 34 hasta 36).
También se prevé instalar y mantener una red de doce mareógrafos, que son estaciones de medición automática y transmisión remota de datos de altura del agua, cada una de ellas con su correspondiente escala hidrométrica.
La inversión a realizar es de u$s37,5 millones por año y el plazo máximo de los trabajos será de dieciocho meses a partir de la fecha del acta de iniciación.
Las obras de infraestructura que se vienen realizando en el río Paraná desde hace catorce años han impulsado inversiones globales superiores a los u$s2.500 millones que se materializaron en nuevas terminales portuarias, centros de acopio y plantas procesadoras de granos a la vera del río Paraná.
Cabe destacar que la hidrovía desempeña un rol formidable en la mejora de la competitividad primaria del Norte Grande (NOA y NEA), especialmente ante las perspectivas de reactivación de los ramales del FFCC Belgrano Cargas que confluyen hacia los puertos de Santa Fe, Barranqueras, Vilelas y los de la zona de Rosario como Terminal VI y Puerto San Martín.
Si bien las vías fluviales del Paraná y del Paraguay cubren una longitud total de casi 3.200 kilómetros de extensión, sólo una tercera parte estará expedita en un futuro próximo para el tráfico ultramarino.
El concesionario Hidrovía S.A. es una firma integrada por capitales argentinos (Grupo Emepa) y belgas (Jan de Nul), la cual lleva invertidos más de u$s1.200 millones desde el inicio de la concesión.
El Grupo Emepa es también propietario de un gran taller ferroviario del ex Ferrocarril General Roca ubicado en Chascomús, que fuera años atrás propiedad del ex empresario César Cao Saravia.
También es controlante de FerroCentral Argentino, que es la operadora de trenes de pasajeros de larga distancia que llegan hasta Córdoba y Tucumán, que pueden juzgarse como los de mayor calidad del país, tanto por su grado de confiabilidad operativa como por el confort de sus trenes.
Finalmente, opera la línea suburbana Retiro-Villa Rosa del Belgrano Norte, donde se verificaron grandes progresos en la calidad y confiabilidad de sus servicios.Region Norte Grande