Asimismo, la consultora recordó que “mayo había sido un mes de inflación particularmente baja por algunos factores que no volvieron a repetirse en junio”.
“Ningún proceso de desinflación es lineal”
En cuanto al relevamiento, las proyecciones de los encuestados oscilaron entre una variación mínima de 1,4% y una máxima de 2,0% para el IPC en la mitad del año. “Ningún proceso de desinflación es lineal, por lo que es natural observar algún mes con una inflación un poco más alta que el anterior”, expresó Eugenio Marí, economista jefe de la Fundación Libertad y Progreso (LyP).
“Más cuando pensamos en que son los primeros meses luego de la unificación cambiaria y que varios precios relativos aún están buscando su equilibrio”, añadió Marí.
Por otro lado, para julio los relevados prevén un IPC menor al 1,9%. “Como estamos observando que el ritmo de depreciación de nuestra moneda ha sido muy bajo, estimamos que julio se ubicará levemente por debajo de junio. Esto sería inusual, ya que estacionalmente julio suele mostrar una inflación más alta”, explicó Aldo Abram, economista y director ejecutivo de LyP.
“Pero, en la medida en que se desacelera la depreciación de nuestra moneda, también lo hace la inflación. Por eso, podríamos esperar unas décimas menos, con un nivel cercano al 1,7% para el mes de julio”, agregó.