La “guerra” contra la inflación tendrá esta semana un capítulo que el Gobierno considera decisivo, cuando defina, tras intercambios y reuniones con empresas del sector alimenticio, una batería de medidas: la nueva etapa del plan Precios Cuidados de 1.300 productos, una canasta reducida de proximidad con unos 60 productos de valores acordados con la industria, los nuevos “cortes populares” de carne y un grupo de verduras y frutas con precios de referencia. Pero la medida “de fondo” que impulsó el secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, el fideicomiso del trigo para retrotraer precios de bienes fabricados con harina, aún no tiene definición.
Los próximos días tendrá lugar una última instancia de tira y afloje con las compañías de consumo masivo que participan del programa de precios “decano”: Precios Cuidados. La etapa actual finaliza el próximo jueves, y el Gobierno y las firmas deben perfilar las características de la nueva etapa. Hay cuestiones ya determinadas: el Ejecutivo “concederá” a las empresas la posibilidad de actualizar precios de esa canasta de forma mensual al 3% mensual. Es más que el 2% que rige hasta ahora pero bien inferior a la inflación prevista para los próximos meses.
Ese 3% autorizado de reajuste mensual fue confirmado en las últimas horas por fuentes de la industria alimenticia y por Comercio Interior. Pero quedan cuestiones clave a terminar de negociar en las próximas horas: los funcionarios quieren que las empresas se comprometan a abastecer con mayor cantidad a los productos incluidos en ese programa y que, además, incluyan nuevos bienes, por lo cual es todavía posible un catálogo de más de 1.300 productos. En las empresas aseguran que el suministro está asegurado, pero admiten que los stocks suelen terminarse en las góndolas en pocas horas,; durante buena parte del día ya es muy difícil encontrarlos.
La definición sobre el Precios Cuidados del segundo trimestre está atada a otra negociación abierta en las últimas semanas: la búsqueda, que ya se intentó en 2021, de un programa particular y más enfocado de precios en comercios “de proximidad”, como pequeños supermercados y autoservicios.
El cara a cara entre Comercio Interior y la industria alimenticia seguirá este lunes, anticipó Feletti. Habrá reuniones con supermercados chinos y almacenes por separado, para determinar qué precios tendrán los 60 productos ya seleccionados de la canasta focalizada. Una discusión habitual cuando el Gobierno busca llevar adelante este tipo de esquemas en comercios de cercanía tiene es el margen de ganancia: al tratarse de una escala y modelos distintos a los grandes supermercados, los precios suelen ser mucho menos convenientes y difíciles de acordar para pequeñas superficies comerciales, aunque en los últimos días hubo un acuerdo sobre ese margen de ganancia, dijo Feletti a la radio Futurock. “Estamos en un proceso de tira y afloje. La semana que viene esperamos tener en la calle las nuevas canastas. Es una dificultad pero lo vamos a lograr, es un día a día permanentemente de tensión”, dijo el funcionario.
Feletti detalló que según estimaciones de su dependencia, de los 1.700 productos que deberían haber retrotraído aumentos “injustificados”, unos 1.100 ya anularon los aumentos. Además, blandió la posibilidad de implementar sanciones si no se consigue que las empresas deshagan las subas en los 600 bienes restantes.
Más allá de los dos Precios Cuidados (el ya conocido en los grandes supermercados y la nueva versión para comercios de cercanía), hay otros dos esquemas en estudio y negociación: uno para cortes de carne y otro para verduras y frutas, los dos tipos de alimentos con mayores incrementos registrados por Indec en la última medición y que, se estima, volverán a mostrar fuertes subas en el indicador de marzo que se conocerá la semana próxima.
Para el caso de la carne, la idea es recomponer el programa de cortes populares que tembló hace algunas semanas, cuando los frigoríficos exportadores amenazaron con salir del acuerdo en medio de los rumores de incrementos de retenciones al aceite y la harina de soja. Para eso, Comercio Interior buscará un esquema más amplio con precios de referencia, un esquema similar al que funciona desde el año pasado.
Respecto a las verduras y frutas, Feletti dijo en declaraciones radiales que habrá una canasta particular compuesta por cuatro verduras y una fruta, pero no precisó cuáles. Hasta la semana pasada, la idea conversada con autoridades del Mercado Central era avanzar en compras “a futuro” de papa, cebolla y tomate para evitar las subas estacionales y fijar precios de referencia que “derramen” en mercados de cercanía en el Área Metropolitana. Se sumarían entonces dos productos frescos más.
Queda también, con fecha de definición incierta, la medida más promocionada por el equipo económico completo: la confromación de un fideicomiso del trigo, fondeado con la recaudación del aumento de retenciones a la harina y aceite de soja, que sirva para llevar el precio de productos fabricados con harina al nivel que tenían antes de la escalada de los commodities por la guerra en Ucrania. La idea central es asegurarle a la industria una harina a precio retrotraido a febrero, para que alimentos como fideos y el pan puedan desandar los incrementos de las últimas semanas. Desde la Secretaría de Comercio Interior no arriesgan una fecha de concreción de esa medida.
Por otra parte, Feletti insistió este domingo en la necesidad de aumentar retenciones en granos, un producto agropecuario que no tuvo subas de derechos de exportación desde que comenzó la última crisis de alimentos a nivel global. Para el secretario de Comercio, el Gobierno debería implementar un ajuste impositivo para las ventas al exterior de maíz, trigo y girasol, con la intención de desacoplar el precio internacional del doméstico.
Además, Feletti llamó a que las reuniones del Gobierno con la UIA y la CGT para establecer senderos de precios y salarios incluya al campo. “En esta mesa de concertación, la Mesa de Enlace tiene que decir cuál va a ser la oferta de alimentos que van a dar a los argentinos. La ‘sobre renta’ o efecto riqueza en el sector agropecuario impacta en la canasta alimentaria, y ahí viene la discusión de las retenciones”, afirmó.
El secretario de Comercio, además, consideró que “no es justo” que las miradas se posen solamente en su dependencia a la hora de analizar la inflación, en lugar de incluir al Ministerio de Economía o al Banco Central. “Yo puedo aplicar medidas de regulación microeconómica, pero la discusión sobre la inflación no es solo de la secretaría de Comercio Interior”, se defendió.
Por Mariano Boettner
Fuente: Infobae