El sector citrícola colocará este año el 80% de su producción en el mercado interno, contra el 50% que se destina en Uruguay. Por ello, a pesar del contexto internacional desfavorable para las exportaciones, la menor sobreoferta y los buenos precios vaticinan buenos resultados para las ventas en el mercado interno. La intensa sequía castiga a la región y provoca pérdidas de rendimientos, tamaños y calidad de las frutas. En el mercado internacional se asiste a una pérdida de competitividad que resulta de la recesión comercial global y de la mayor devaluación relativa de los competidores hemisféricos.
Argentina, a diferencia de Uruguay, exporta menos que un tercio de su producción. Sumando los 4 cítricos principales, este año se exportará el 20% de lo producido contra 23% de 2008 o 19% de 2006.
La caída de ventas externas se dará principalmente en limones; el año pasado se exportó el 31% de la producción y en 2009 se estima que el porcentaje será del 20. En Uruguay, en cambio, se vende al exterior más de la mitad de la producción
En un año como el actual, caracterizado por una inflación real que duplicaría a la oficial, la sequía redujo la sobreoferta de frutas y, por sobre todo, la selectividad de los compradores. En este momento un cajón de naranjas puede alcanzar en la zona de producción un precio del orden de 6 a 7 dólares, un valor casi sin antecedentes en el marco reciente.
