El Grupo de los 6 (G6), que reúne a las principales cámaras empresariales del país, pidió no apresurar el debate de la reducción de la jornada laboral porque, según señalaron, podría “perjudicar seriamente a la generación de empleo formal”. Además, señalaron que una modificación de este tipo “requiere de una discusión responsable”. El Gobierno respaldó su tratamiento.
Además, consideraron que Argentina debería “estabilizar sus condiciones macroeconómicas, reducir el empleo informal, generar empleo formal (el cual prácticamente no crece desde 2012) y promover incentivos al empleo, entre otras medidas, antes de discutir una reforma de este tipo”.
Adicionalmente, los empresarios pusieron el foco en que hoy el país lidera la presión fiscal sobre el sector formal por lo que cambios de este tipo podrían redundar en más impuestos sobre el sector empleador formal y que en los últimos 20 años el principal creador de empleo registrado ha sido el sector público.
Si bien reconocen que algunos países han modificado su legislación interna para reducir el número de horas trabajadas, estos lo han hecho de manera gradual y con estructuras socioeconómicas muy diferentes a las de nuestro país.
Solicitaron que estos debates se den en el marco de discusiones tripartitas (sector empleador, sindical y gobierno) como surge del compromiso que tenemos como país para con las disposiciones del Convenio 144 de la OIT sobre consulta tripartita. Acordaron además participar de las discusiones a sus representaciones regionales y sectoriales dado el carácter federal del debate.
“Trabajar menos, ¿para qué?
Durante el debate que se lleva adelante en la Comisión de Trabajo de la Cámara de Diputados, el dirigente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Julio Cordero, dejó constancia de la postura de la entidad industrial al preguntarse el sentido de la reducción de la jornada.
“La realidad argentina es distinta. Tenemos que debatir en la realidad que tenemos, con los problemas que tenemos”, aseguró Cordero. “Este debate no lleva 100 años, lleva mucho más”, agregó, al mismo tiempo que señaló que para la OIT “el ser humano es el centro del trabajo, porque frente a las tecnologías no es seguro que haya que limitarlo al trabajo, probablemente haya que ponerle muchísima más dignidad, hacerlo mejor, generar un mejor clima en el lugar de trabajo, y eso no se logra necesariamente limitando la jornada, por ahí es al revés, porque la limitación de la jornada ¿cómo será?”, observó.
Luego vino un comentario que generó ruido en la sala y devino en cuestionamientos por parte de diversos sectores. “Yo limito la jornada para que trabaje menos, ¿para qué? ¿O sea, está mal trabajar, estamos en contra del trabajo? ¿Para qué, para ir afuera a hacer qué? Por supuesto la vida familiar es absolutamente importante, pero esto ya se debatió internacionalmente. El límite dispuesto por la OIT es de 8 horas diarias o 48 horas semanales”, planteó el dirigente de la UIA.
El respaldo del Gobierno a la reforma
La ministra de Trabajo, Raquel “Kelly” Olmos, se refirió al debate por la reducción de la jornada laboral que comenzó en la Comisión de Legislación del Trabajo de Diputados y acusó a los dirigentes de la Unión Industrial Argentina(UIA), quienes se pronunciaron en contra de la iniciativa, de “justificar la esclavitud“.
Además consideró que es “muy oportuno y correcto” discutir reducir las horas de trabajo ya que en Argentina todavía rige la ley de Jornada de Trabajo que fue sancionada en 1929 y estipula las 48 horas semanales. “Es un debate rico, interesante, oportuno, que permite ir previendo otra distribución del tiempo, del trabajo y la vida persona, además otro balance en la vida de cuidados”, destacó.
“En el mundo hay todo un debate y modificaciones significativas. Es una oportunidad para debatir y para establecer un marco legal que fije un horizonte de reducción de forma escalonada“, expresó en declaraciones radiales, y ejemplificó: “Si se fija un horizonte de 40 o de 36 horas, no se puede trazar de un día para el otro, pero sí se puede ir planteando un cronograma o mecanismo que nos acerque a esa meta”.
Los proyectos de reducción de la jornada laboral
Durante la reunión de la comisión de Legislación del Trabajo, que preside la diputada Vanesa Siley (Frente de Todos), se presentaron siete expedientes. Cinco corresponden al oficialismo –
Ormaechea, Hugo Yasky, Sergio Palazzo, Eduardo Valdés y Mónica Litza- y dos a legisladores de la oposición, impulsados por el socialismo (Enrique Estévez) y el Frente de Izquierda (Nicolás del Caño).
Los bloques que impulsan los proyectos en discusión aseguran que las empresas no se verán afectadas, ya que la experiencia internacional indicaría que también se disminuye el ausentismo y los accidentes, y aumenta la productividad laboral.
Fuentes parlamentarias del oficialismo adelantaron a la agencia Télam que “la idea es acordar un texto de consenso que contemple proyectos presentados por legisladores de varios bloques que podrían confluir en una iniciativa para llevar de 48 a 40 ó 36 horas la jornada semanal, con lo que se busca mejorar la productividad y generar empleo”.