En el Nordeste como en el Noroeste la proporción de trabajadores que estaban en negro superó el 48 por ciento.
Las inspecciones que hizo durante 2010 el Ministerio de Trabajo permitieron detectar 117.125 casos de trabajadores no registrados. Del total de personas afectadas por el empleo en negro fueron regularizadas el 37,9% tras la fiscalización.
En el resto de los casos, el Estado debe seguir los mecanismos para obligar a los empleadores y aplicar las sanciones previstas en la ley.
En rigor, según permiten estimar los índices de la Encuesta Permanente de Hogares del Indec, los asalariados que -al ser consultados ellos mismos por un encuestador en sus casas- dicen estar en negro son el 35,8% del total. Traducido a cantidad de personas, ese índice refleja la situación sufrida por casi 4,2 millones de trabajadores.
Frente a esa cifra, resulta baja la cantidad de casos detectados por la cartera laboral, y mucho más la de empleados regularizados. Pero lo cierto es que la problemática del trabajo en negro es muy heterogénea y muchas veces se da, por ejemplo, en microempresas sumergidas en una economía de subsistencia, en la que las inspecciones laborales no parecen ser la solución.
El índice de asalariados sin aportes había llegado a más del 50% en los primeros años de la década pasada, pero eso se debió en gran medida a la alta incidencia que el plan Jefes y Jefas de Hogar -masivo en aquellos años- tuvo en la tasa de empleo. Quienes decían estar ocupados pero en rigor cobraban el plan social no sólo influían en una baja de la tasa de desempleo, sino que también tendían a incrementar la tasa del empleo no registrado, todo ello en la metodología aplicada por el Indec.
En las inspecciones hechas en las provincias patagónicas, el índice resultó cercano al del Norte, con un 46,6%, y un porcentaje similar (del 46,1%) se detectó en Cuyo. Tanto en la región pampeana como en el conurbano hubo tasas cercanas al promedio del país. Y la ciudad de Buenos Aires registró el nivel más reducido de trabajadores en negro encontrados: un 16,5 por ciento.
Fuente: argentina.ar