El impuesto estuvo suprimido sobre las tarifas en 2018. Ahora retoma con una alícuota de 3,75%. Prevén un descenso progresivo hasta desaparecer en 2022.
Los aumentos previstos por ahora en 2019 de agua, electricidad y gas habrá serán un poco mayores a lo pautado para la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Es que cuando se compara con lo que se pagó efectivamente en 2018, habrá que añadirle un 3,75% de Ingresos Brutos, impuesto que el año pasado estuvo suprimido.
En abril de 2018, cuando la inflación ya amenazaba en ser mayor al 30% el año pasado (aunque pocos se imaginaban que terminaría en 47,6%, la más elevada desde 1991), el presidente Mauricio Macri pidió a los municipios y a las provincias que eliminaran los impuestos que se cobraban sobre los servicios públicos.
“Le pido a cada municipio y a cada provincia que eliminen los impuestos que cobran sobre los servicios públicos. Asumamos el desafío de consumir menos energía”, había dicho Macri en esa oportunidad.
Tras el pedido, el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta dio de baja Ingresos Brutos, “por la coyuntura de ese momento”, según explicaron. Pero, ahora se retomó el esquema de reducción gradual por año que estaba pactado en el consenso fiscal. La alícuota de IIBBque se debe sumar en 2019 a los servicios públicos es de 3,75%.
Así, a una factura de agua, gas o luz, que ya vienen un incremento por el impacto de la reducción de subsidios según cada caso, hay que sumar ese porcentaje. Por ejemplo, en el caso del agua, que ya aumentó un 17% en promedio en enero, si se pagaba una factura de $ 1000 hasta diciembre, por un consumo igual en enero se abonaría $ 1214, mientras que sin ingresos brutos, sería de $ 1170.
Si bien la diferencia del ejemplo ($ 44) puede parecer no representativa frente a los aumentos programados para estos servicios en 2018 (los que se conocen hasta ahora), cuando se suman los de agua, gas y electricidad, la diferencia puede superar los $ 130, en un contexto de salarios que tienen un menor poder de compra.
Los incrementos de tarifas de servicios públicos programados son, para agua, de un 17% promedio en enero y otro 27% en mayo. Para la electricidad, en febrero se paga un 26% más (aunque para los clientes residenciales el aumento fue de 32% en promedio), otro 14% en marzo, y 4% en mayo y el mismo porcentaje en agosto.
En el gas, que mañana será la audiencia pública para de definir los aumentos, en el Gobierno estiman que oscilará entre un 30% y 35% en abril, aunque la diferencia de un invierno a otro (en octubre pasado hubo una suba), llegará al 80%.
De esta manera, a todos los precios finales de la facturas que surjan de estos incrementos habrá que agregar un 3,75% adicional. Desde el gobierno porteño confirmaron que, tras haber suprimido en 2018 el cobre de este impuesto, este año regresa con el esquema de reducción de las alícuotas previsto en el consenso fiscal acordado con Nación. Así, mientras que en 2017 se cobraba un 4%, ahora se bajó a 3,75%.
El año próximo la baja de la alícuota la hará llegar a 2,5%, en 2021 a 1,25% para en 2022 quedar los servicios públicos de agua, luz y gas completamente exentos del pago de ingresos brutos. La supresión del cobro de este impuesto durante 2018 desde el Gobierno porteño la habían estimado con un costofiscal de $ 1500 millones.
“Es toda la carga impositiva que la Ciudad puede reducir”, había dicho en ese momento Rodríguez Larreta. La suba de los servicios públicos durante el primer semestre pone un piso a la inflación que, tras el número de IPC del Indec de enero de 2,9%, mayor al esperado, las consultoras lo elevaron por encima de 3% mensual.
Fuente: cronista.com