Inflación: qué dicen las proyecciones más optimistas
Por ejemplo, la consultora C&T, de Camilo Tiscornia y María Castiglioni, proyectó para el primer mes de este año una suba de precios del 19,6% y señalaron que se observa una “desaceleración que empezó la última semana de diciembre y se mantuvo a lo largo del mes de enero”. A su vez, señalaron que en doce meses el aumento fue de 242,2%, marcando una fuerte suba en línea con lo esperado.
“Los alimentos y bebidas aumentaron 16,3%, como resultado de una desaceleración en las últimas semanas. De hecho, después del pico de suba de 31% mensual en las dos últimas semanas de diciembre, los datos indican que en la última semana de enero, los precios se ubicaron 7% por encima del nivel que tenían cuatro semanas atrás”, detalla CyT en otro tramo de su informe.
En una línea similar, desde la Fundación Libertad y Progreso, de Aldo Abram, vaticinaron que el IPC se ubicará en 19,4%. “Esperamos que el dato del INDEC esté por debajo del 20% y eso marca una desaceleración respecto de diciembre. El mes pasado puede haber sido el pico de inflación en tanto y en cuanto veamos que se recuperan las expectativas de cambio de rumbo de la economía argentina”, dice Abram a Ámbito.
Abram destaca que se ve un freno en la fuerte emisión de moneda que venía manteniendo la anterior gestión de Gobierno y observa que se recupera la demanda de pesos. “La pérdida de poder adquisitivo fue fenomenal como consecuencia de la emisión y lleva cuatro meses recuperar esa tendencia. Vemos que se va mejorando esa variable”, señala.
Muchos esperan un dato más parecido al IPC de enero de diciembre
En tanto, en Eco Go, liderada por Marina Dal Poggetto, esperan que la inflación del mes pasado que revelará el INDEC se posicione en torno al 21,2%. “Vemos una desaceleración de precios respecto de diciembre. La demanda no está convalidando precios y hay algunos productos que bajaron en enero. Se ve, por ejemplo, muchas empresas que, si bien no quieren bajar el precio pleno, empiezan a hacer promociones para enfrentar la caída de la demanda”, explica a Ámbito el economista y director de la consultora, Sebastián Menescaldi.
El analista explica que los salarios no fueron en línea con la inflación y eso impactó en el poder de compra, lo que hace que las empresas tengan que bajar el precio en promedio. “Los consumidores esperan muchas promociones para comprar tal o cual producto en lugar de pagar el precio pleno”, asegura Menescaldi.
Por su parte, desde la consultora Analytica, de Ricardo Delgado, vaticinaron que la inflación de enero se ubicó alrededor de un 22%. Así, el dato que esperan no estaría tan alejando del del mes anterior, aunque sí refleja una leve baja.
Esta tendencia “se explica tanto por la continuidad del traslado a precios de la devaluación de diciembre como por el aumento en precios básicos como el combustible”, explica Claudio Caprarulo, director de Analytica, al respecto. De esta manera, lo que se lee es que la inflación de enero tendría un fuerte componente de arrastre del mes previo, aunque también tiene incidencia la suba que se registró en insumos clave de la economía que se trasladan al consumidor final a través de diferentes vectores.
Lo que viene para febrero en materia de precios
Para el mes en curso, los analistas esperan que se mantenga una tenencia a la baja y Menescaldi anticipa que, desde Eco Go, no descartan que la inflación de febrero esté por debajo de la de enero. “Estamos viendo una desaceleración en los precios, que subieron alrededor de un 14% en lo que es alimentos sobre la base del plazo transcurrido hasta ahora”, anticipa.
En un sentido similar, Abram explica que quedan cada vez menos bienes y servicios que tienen que sincerar su valor real porque se fueron reordenando a partir de las elecciones. “Eso impactó fuerte en diciembre y podríamos empezar a ver, hacia adelante, una tendencia descendente de la inflación”, anticipa.