La crisis de la empresa azucarera le recuerda a la pasada década de los ’90 al intendente de Campo Santo, los vecinos temen que se convierta en un pueblo fantasma y los trabajadores aún dan pelea.
Una nueva crisis en el ingenio San Isidro pone en alerta a las familias de toda a una región de Salta y hasta a las mismas autoridades de los municipios del departamento General Güemes y de la provincia. Tanto así, que el gobernador Juan Manuel Urtubey suspendió ayer su viaje a Suiza con el presidente Mauricio Macripara reunirse con el gabinete económico de la Provincia y el sindicato de trabajadores azucareros.
Lo que generó tal preocupación es la situación laboral de más de 700 salteños. La empresa presentó un procedimiento preventivo de crisis ante el Ministerio de Trabajo de la Nación, cesó su producción y anunció el posible cierre de la planta, que no solo da trabajo directo a los obreros del azúcar sino que es motor de la economía de Campo Santo y los demás municipios del Valle de Sianca.
“Estoy un poco confundido de todas estas cosas. ¿Querrán despedir gente? No conocemos aún la presentación que hicieron al Ministerio de Trabajo de la Nación”, manifestó el intendente de Campo Santo a LA GACETA, Mario Cuenca.
El jefe comunal recordó que esta situación no es la primera vez que sucede. “En el 2016 pasó lo mismo, presentaron el mismo procedimiento de crisis pero ante la Provincia y el ministerio de Trabajo se lo rechazó”, dijo.
“Vienen los ‘90 a la memoria”
Muchos años atrás, cuando el grupo peruano Gloria aún no administraba el ingenio, la empresa también pasó por críticos momentos que la llevó a quebrar. “Yo sé de qué se trata esto, yo estaba de intendente cuando el ingenio estaba en plena quiebra. Por eso se me vienen los ‘90 a la memoria”, apuntó.
“Son más de 700 familias que podrían quedar sin trabajo. Es una crisis tremenda. Sin duda es un momento muy duro para los municipios. Esto traería muchos inconvenientes; el ingenio es el motor de la economía del departamento. Sería gravísimo el cierre, esperemos que no se llegue a ese extremo”, expresó Cuenca, quien además resaltó la actitud del gobernador al quedarse en Salta para analizar la situación de esta empresa e instar al diálogo de las partes.
El secretario general del Sindicato de Obreros y Empleados del Azúcar del Ingenio San Isidro (Soeasi), Mariano Cuenca, dialogó con Urtubey en la Casa de Gobierno ayer, tras la reunión del mandatario con el gabinete económico, y destacó la predisposición del gobierno para encontrar una solución a los 730 empleados que desde el sábado no pueden acceder a sus fuentes de trabajo.
¿El cese de actividades no se justifica?
“En la última zafra se batieron récords que generaron una ganancia superior a los 300 millones de pesos para la empresa y por eso no se entiende este accionar. El cese de actividades no se justifica”, expresó Mariano Cuenca en diálogo con LA GACETA.
“Al Gobernador le pedimos que intervenga y que las negociaciones del proceso de crisis se desarrollen en la provincia, donde funciona la empresa, y que no se tramite todo a nivel nacional. En caso de no conseguir eso, pedimos que desde aquí se mande un veedor que represente al Ministerio de Trabajo de Salta”, enfatizó el dirigente gremial.
Cuenca coincidió con su padre, el intendente de Campo Santo, en cuanto la relevancia que tiene esta planta en la región. “Esta industria es el motor económico de General Güemes. Esta fuente de trabajo tiene que seguir trabajando con el grupo Gloria o sin él”, afirmó.
“Todavía no sabemos qué planteó la empresa dentro del proceso de crisis. Una vez que nos notifiquen desde el Ministerio de Trabajo de Nación sabremos qué quieren, si están buscando un paliativo para ver cómo sigue el negocio, acomodando las finanzas, o si plantean esto para llevar a un cierre y abaratar las indemnizaciones”, agregó. El dirigente gremial recordó también que no es la primera vez que la firma realiza este tipo de maniobras desde que se hizo cargo del ingenio, en 2011. “Es durísimo lo que estamos pasando. La gente en Campo Santo, Güemes y El Bordo está triste y consternada por lo que estamos pasando”, aseguró.
Los vecinos tienen miedo
En la historia de nuestro país hay cientos de pueblos que se crearon en torno al desarrollo de una empresa o emprendimiento industrial. Campo Santo es uno de ellos y mucho le debe a San Isidro. Este ingenio, que fue inaugurado en 1760 y dio vida al Valle de Siancas, hoy tiene sus puertas cerradas y eso generó miedo entre los vecinos.
Elena Córdoba vivió toda su vida frente a la fábrica y afirma que no se imagina al pueblo sin este histórico lugar. “Sería muy triste ver cómo se convierte en monte todo eso, aparte sería la muerte para el pueblo; si no me cree, pregunte a la vuelta, la mayoría de los vecinos trabajan en San isidro”, comentó a LA GACETA.
Con la voz quebrada y la mirada clavada en el edificio a donde trabaja desde hace 18 años, un empleado del ingenio expresó que el cierre definitivo “sería como volver a cero” para él. “Yo ya tengo 50 años y para empezar a buscar trabajo, ya no. ¿Quién me va a dar trabajo?”.
La actividad económica y la vida social de este municipio ubicado a 59 kilómetros de la ciudad de Salta giran alrededor de San Isidro y Marcos Chaile, un comerciante del lugar, ratificó esto. “Tengo 36 años y ya viví esto en 1992, pasamos a ser un pueblo fantasma. Esto es así porque todo el pueblo da vuelta en lo que es el ingenio, del comerciante más mínimo que vende un clavo hasta lo último”.
Diputados quiere escuchar a las partes para buscar soluciones
Entendiendo la gravedad del caso, la Cámara de Diputados, que se encuentra en receso, convocaría a los representantes del Grupo Gloria y del Sindicato de Obreros y Empleados del Azúcar del Ingenio San Isidro para buscar soluciones a la situación que tiene sin trabajo a más de 700 empleados desde el sábado. Este encuentro podría concretarse el miércoles por pedido de la Comisión de Asuntos Laborales y Previsionales.
“La empresa debería dar explicaciones por la decisión que tomó porque no tiene fundamentos para retirarse”, expresó el legislador Claudio Del Plá y remarcó que le necesidad de que la Provincia intervenga porque “esto es un asunto de vida o muerte para departamento Güemes y por eso hay que hacer todo lo posible para que el ingenio no cierre”.
El referente del Partido Obrero en la cámara baja sostuvo además que los números que maneja la empresa no coinciden con esta medida. “Por lo que tengo entendido el negocio va bien y la empresa está en expansión, no en caída. Si bien el precio de la azúcar no está igual que el año pasado, no es mérito para una decisión de este tenor”.
Finalmente, Del Plá indicó que esto también representa una avanzada contra los trabajadores y su organización y recordó que en los últimos meses se vieron situaciones similares en diferentes ingenios del NOA por parte de las patronales.