Por décimo año consecutivo, la Federación Económica de la Provincia de Buenos Aires (FEBA), a través de su rama de Jóvenes Empresarios (Jefeba), premió a más de 70 jóvenes emprendedores por su entusiasmo, trabajo y aporte al desarrollo y crecimiento económico de la provincia de Buenos Aires y del país.
En esta edición, la directora de Produlac Tandil, Carolina De Vega, fue premiada en la categoría “Relevo generacional” y también se quedó con el mayor galardón de la noche: el reconocimiento al Joven Empresario Bonaerense del año.
La celebración tuvo lugar en la sede de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), ante la presencia del presidente de FEBA, Camilo Alberto Kahale; de su par de Jefeba, Nicolás Palma; del presidente de CAME, Fabián Tarrío; del ministro de la Producción de la Provincia de Buenos Aires, Javier Tizado, entre otras autoridades.
La tandilense, de 33 años, hija de Mirta Falcone y de Juan Miguel De Vega, expresó su orgullo y satisfacción por el reconocimiento, el cual la tomó por sorpresa pero que renueva el trabajo cotidiano al frente de la reconocida empresa local.
“Honrar a mis padres”
En diálogo con “Revillo de vuelta”, Carolina de Vega confesó su enorme emoción al consagrarse ganadora del premio y resaltó que “está en cada uno, en su personalidad, darle forma y decidir qué hacer” con ese reconocimiento.
La abogada comenzó a interiorizarse con el emprendimiento familiar tras el fallecimiento de su padre hasta que decidió ocuparse de la actividad empresarial “de lleno” luego del deceso de su hermano.
Y asumió la responsabilidad de guiar los destinos de la reconocida empresa tandilense “como una elección personal”, pese a la pasión con la que ejerce su profesión de abogada. “Independientemente de ello encontré algo que disfruto hacer todos los días”, valoró.
Proveniente de otra rama profesional, resaltó su inquietud y constante capacitación en temas empresariales y agregó que, “cuando decidí empezar con Produlac, recorrí fábricas, en especial en Santa Fe”.
No obstante, y desde muy chica “solía acompañar a papá en visitas a empresas bonaerenses. Fue él quien me enseñó todo lo que sé, en realidad todo se lo debo a él, que nos inculcó el esfuerzo diario y la perseverancia para lograr las cosas”.
Ello se debe a que su padre “siempre priorizó mucho su familia” y es por eso que sus hijos iban “a donde él iba”, además su abuelo fue fundador de El Amanecer, entonces “nosotros crecimos en este ámbito”, por lo que “para mí es parte de mi vida”.
Sobre la distinción contó que a través de una amiga se entusiasmó con la iniciativa de Savia Joven, de la Cámara Empresaria, y fue entonces que “llené el formulario” para participar de la elección. La categoría le generó especial interés y sintió que en su elección representaba una manera de “honrar a mis padres”.
Situación “difícil y crítica”
En un abordaje del escenario actual de la lechería, y respaldada en la experiencia por contar con un tambo propio e industria láctea, De Vega dijo que la situación es “difícil y crítica” y se refirió al impacto que tuvo este año en la actividad.
“Nos tocó sortear un año difícil”, enfatizó y planteó que el panorama se agravó a partir de los destrozos que causó un fuerte temporal de viento en la estructura de la fábrica.
Sumó el aumento de los costos que “no podemos trasladarlo al cliente porque su bolsillo ya no da para más. No solo subió la leche y el queso sino también el gas, la luz y lo que se necesita todos los días”. En consecuencia, marcó que “llegó un punto en que se empieza a resignar parte de la rentabilidad para poder seguir sosteniendo la empresa”.
No obstante aseguró que “sigo creyendo en el esfuerzo de todos los días; trato de hacer lo mejor que puedo porque hay un montón de familias que dependen de nosotros”.
Así, se respaldó en el “gran equipo de trabajo” que la acompaña en su actividad y expresó que “mi principal compañero es mi marido. Siento que es la persona que al final del día hace la diferencia”.
Fuente: eleco.com.ar