La automoriz alemana BMW anunció hoy, en Múnich, que cerró el difícil año 2009 con un retroceso que obedece, según manifestaron, a la suba de la tasa impositiva.
La automoriz alemana BMW anunció hoy en Múnich que cerró el difícil año 2009 con un beneficio neto de 210 millones de euros (290 millones de dólares), después de los 330 millones de euros (450 millones de dólares) del ejercicio anterior.
El motivo de semejante retroceso fue la suba de la tasa impositiva. Por el contrario, el resultado antes de impuestos subió un 17,7 por ciento, hasta los 413 millones de euros (564 millones de dólares), después de los 351 millones de euros (casi 480 millones de dólares) registrados en 2008.
Mientras tanto, las ventas de coches de las marcas BMW, Mini y Rolls-Royce se desplomaron un 10,4 por ciento, hasta 1,24 millones, y la facturación bajó un 4,7 por ciento, hasta los 50.600 millones de euros (unos 70.000 millones de dólares), un resultado marcadamente mejor que el esperado. "Nuestra gestión de costes y las medidas que hemos tomado para aumentar la eficiencia están mostrando sus efectos, aun cuando las consecuencias de la crisis económica y financiera mundial son claramente visibles", dijo el presidente de BMW, Norbert Reithofer.








