Julio tiene 41 años y hace un tiempo tuvo un encuentro que cambió su vida, en un viaje al Machu Pichu conoció a su mentor, un joven chileno que viajaba con un telescopio a cuestas, allí fue su primera experiencia explorando el cielo, hoy se animó a lanzar el astroturismo y espera que su proyecto crezca cada vez más.
En diálogo con Dossier Web contó que siempre se sintió atraído por la astronomía, y celebró que en estos tiempos es más fácil acceder a los elementos que se necesitan para conocer ese mundo que describe como “fascinante”, juntó dinero y compró un buen telescopio y los binoculares.
“Tuve la iniciativa de difundir y enseñar a la gente algo que a mí me apasiona, la suma de eso hizo que decida comenzar con esto del astroturismo que podría definir como urbano, porque lo hago en plazas”.
Todo comenzó en la Plaza Alvarado, “un lugar que me queda cerca de donde vivo, mi intención es hacerlo de forma urbana, así que un día me animé y me fui con el telescopio, hubo una muy buena respuesta, cada vez mejor. Recuerdo que las primeras veces la gente miraba, pero no se acercaba y de a poco se animó a esta actividad”.
Reconoce que cuando decidió promocionar su emprendimiento en las redes sociales, eso marcó un antes y un después, “allí todo fluyó de otra manera, si me sucedió que muchos se acercaron solamente a contarme sus historias y experiencias con la astronomía y preguntar curiosidades, otros lloran al ver la luna, constelaciones, estrellas porque les resulta increíble verlas con esa nitidez”.
Esta experiencia despertó la curiosidad de muchos quienes lo buscan para ver lo que quizás conocieron a través de la televisión y aprender algo nuevo. “Me gustaría poder organizar algún tipo de excursión buscando lugares con menor contaminación lumínica, ese es mi próximo desafío”.
Julio cuenta que los interesados no sólo podrán ver a través del telescopio sino tomar una fotografía de recuerdo porque “tengo un adaptador de celular, y las personas pueden conectar sus aparatos para sacar una foto de aquello que vean, naturalmente la luna es lo más buscado y todo también depende de cómo está el cielo”.
Sobre sus inicios recuerda que luego de conocer a quien sería su mentor, este un día lo vino a visitar a Salta, “ese día fuimos a mi terraza y con un puntero laser me explicó el cielo, me fascinó tanto, ahí decidí invertir en un buen telescopio y quiero que la gente vea lo que yo veo”.
Considera que incursionar en el astroturismo es una gran oportunidad para aprovechar la oferta turística que tiene Salta, “creo que esta actividad puede formar parte de los atractivos de la provincia”.
“Si bien el cielo salteño tiene contaminación lumínica creo que se pueden hacer intervenciones y aprovechar, no todos tienen los recursos y la movilidad para ir a ver un cielo maravilloso como el de Cachi, donde no es necesario usar un telescopio y aquí se pueden hacer muchas cosas”, finalizó.
