El INTI desarrolló una técnica para extraer y conservar colorantes de desechos agrícolas y agroindustriales. Lo novedoso es la posibilidad de extracción directa del pigmento y su conservación en polvo.
A través del tiempo, los tintes naturales fueron reemplazados por la utilización de colorantes sintéticos, dejando de lado las técnicas de teñido artesanal realizadas con materiales provenientes de la naturaleza. Sin embargo, desde hace algunos años existe una tendencia mundial a volver a los colorantes naturales en pos de una revalorización del teñido artesanal y por la necesidad de cuidar el medioambiente. En este escenario, desde hace más de un año, el INTI está trabajando en el desarrollo de una nueva técnica de extracción de pigmentos de distintas especies naturales para su posterior conservación en polvo.
El desarrollo fue realizado por los Centros de Química y Textiles con la colaboración de las Unidades de Extensión de Córdoba, La Rioja, Santiago del Estero, Catamarca, Santa Fe, Tucumán, Chaco, Buenos Aires, Misiones y Neuquén, a cargo de enviar las materias primas a fin de evaluarlas.
El propósito de este trabajo es la obtención de colorantes naturales solubles en agua y su posterior conservación en polvo, aprovechando desechos agrícolas o agroindustriales, a través de un proceso sustentable, sencillo y económico que brinde productos de calidad constante. Esta iniciativa también se propone determinar las condiciones óptimas de teñidos para alcanzar un buen rendimiento de la tintura y resistencia al uso.
En la actualidad, muchos artesanos extraen los colorantes naturales hirviendo los vegetales en agua corriente, pero gracias a esta nueva técnica podrán disponer durante todo el año del colorante como materia prima sin depender de las condiciones climáticas y estacionales. Lo novedoso de este desarrollo consiste en la extracción directa del pigmento de los desechos para su posterior conservación. Asimismo, permite la reutilización de materiales que históricamente fueron desechados, como el tegumento de maní que tiene propiedades tintóreas similares a los colorantes sintéticos -descubrimiento no menor si se tiene que en cuenta que Argentina es uno de los principales exportadores de maní a nivel mundial-.
A la fecha se obtuvieron más de 20 colorantes en polvo extraídos de materiales vegetales mediante procedimientos que no afectan el medio ambiente y hacen un uso responsable de los recursos naturales. A futuro se evaluará la aplicación de los colorantes en otras áreas tales como la industria alimenticia, cosmética, pinturas, papel y caucho, entre otras. Se espera que a mediano plazo pueda aplicarse esta técnica a escalas industriales.
Fuente: argentina.ar