Juan Manuel Collado es co-fundador de Grupo Tapebicua y Director de Celulosa Argentina S.A., la principal empresa del grupo. Trabaja, además, en la formación de emprendedores y por un mayor y mejor entendimiento y cooperación entre los empresarios y los politícos, con el fin de facilitar el progreso de nuestra sociedad.
Con sólo 23 años y ya licenciado en Economía buscó la manera de acercarse a lo que desde su adolescencia quiso: estar cerca de la comunidad y mejorarla a través de la política. "Siempre me pareció muy atractiva y es la herramienta máxima para transformar y mejorar la realidad, por lo tanto siempre le dediqué mucho tiempo desde chico", señaló Juan Collado.
Primero ganó una beca para hacer un curso anual en la Escuela Nacional de Gobierno, dependiente del INAP. Luego llegó la Maestría en Administración y Políticas Públicas en la Universidad de San Andrés (UdeSA). Siempre mantuvo un costado emprendedor que lo impulsó a armar sus propios proyectos en lo privado. "Me formé y participé activamente en los dos mundos desde los 17 años". Esa disyuntiva, entre las que se balanceaban sus días, tubo su definición con la realización de una beca ganada en la Fundación Universitaria del Río de la Plata, donde todos los años selecciona 15 jóvenes líderes universitarios de la Argentina.
La oportunidad llegó de la mano de un programa de un mes organizado por el Dpto. de Estado de los EEUU, que le permitió mejorar su comprensión sobre los organismos internacionales y sobre la realidad política, empresaria y académica de ese país. Desde esa visión decidió volcarse hacia el sector privado, ya que las experiencias adquiridas le mostraban que un buen emprendedor, un buen empresario, al aprender a tomar riesgos, responsabilidades y liderar organizaciones, desarrolla una muy buena base para volcarla más adelante al servicio público, algo que no ve en muchos de los líderes de la Argentina de hoy. "Esta falta de audacia y compromiso también se palpa en muchos sectores del empresariado, donde sus referentes no ven más allá de su propio negocio. Estoy convencido que debemos trabajar para formar mejores dirigentes en todos los ámbitos", dijo.
Definió a los empresarios como una fuerza viva, una parte de la sociedad sumamente necesaria por todo lo que brindan y posibilitan. "El empresario es alguien relevante dentro de la comunidad porque innova, da trabajo, paga impuestos, genera progreso", señaló. "Creo que los empresarios deben colaborar más y mejor en el diseño y gestión de políticas públicas, porque se debe ir en camino de una visión superadora, evitando oponer la clase política a la clase empresaria, donde el político entienda y confie en el empresario y viceversa", señaló Collado. Tras la determinación de ser empresario, optó por emprender en el sector forestal. Estudió durante años el negocio, viajando y conociendo a sus referentes, además de capacitarse con un posgrado en "Negocios de base forestal" de la UdeSA.
"El inicio de un emprendimiento tiene que ver con procesos e historias previas, nada es casual", dijo Juan Collado al retrotraerse a sus comienzos empresarios. En su camino recorrido, recuerda como diversas experiencias y aprendizajes fueron aportando a la formación y concreción del proyecto empresario. "Como dice Steve Jobs, fundador de Apple, los puntos se unen para atrás". Se reconoce como un planificador a largo plazo, porque siente que tiene en claro lo que quiere hacer con su vida, donde la incorporación de nuevos planes no queda rezagada ni la capacitación periódica. Por ello realizó también el "Programa de Alta Dirección" del IAE Business School.
Hoy Grupo Tapebicua, empresa que fundó junto con sus dos socios actuales, es uno de los jugadores más importantes de la Argentina y países limítrofes en el sector foresto-industrial.
Grupo Tapebicua es, además, pionero en el manejo sustentable de bosques implantados (certificación FSC) y de las mejores prácticas medioambientales en el sector. Su compañía emblema, Celulosa Argentina, produce el papel de más alta calidad de la Argentina y lidera el mercado local. Con su reciente regreso a Salta como residencia de la familia, busca emprender algo regional en el sector industrial. "Hay una gran oportunidad para agregar valor a la produccíon primaria de la Provincia", enfatiza. Los nuevos empresarios En este sentido, trabaja desde la Fundación Endeavor Argentina, donde es miembro de su directorio, en la formación de nuevas empresas con alto potencial a la vez que una nueva clase empresaria comprometida con su entorno y haciendo énfasis en los valores.
"La ética debe ser parte de la definición de un emprendedor, de un empresario, donde así como está el riesgo, la audacia, la capacidad, tiene que haber valores y compromiso con la comunidad", remarcó. Diferenció el planteo de la Responsabilidad Social Empresaria, que se vive en general como programas de las empresas para determinados sectores de la comunidad. "Para mí el compromiso debe ser personal del empresario, en su rol en la comunidad y en la sociedad.
Creo que lo de la RSE es muy bueno, pero tiene un alcance limitado. Lo transformador es la acción directa del empresario". El hombre empresario, la mujer empresaria, se debe conectar con su comunidad, y trabajar por un mejor entorno para todos, desde la creencia que esa persona, con todo lo que logró construir, se transforma en alguien muy valioso para la sociedad. La familia Vuelve a Salta porque siente que además de ser su lugar, es un afortunado de lo que aquí vivió, porque es una provincia que está llamada a tener un protagonismo importante, con proyección en el país y en la región, y por la calidad de vida de su familia. Con dos hijas pequeñas y una a punto de nacer, cree que la familia es un valor a cuidar y fortalecer, buscando en su seno la transmisión de valores tradicionales.
"Soy un humanista convencido, por eso creo que se deben recuperar valores y salvaguardarlos del mundo competitivo, voraz y de liviandad que hoy se ofrece casi on line", dijo.








