La Cámara de Compañías Aéreas en Argentina (Jurca) pidió que el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, reconsidere la última decisión administrativa publicada el 9 de julio pasado, ya que, si bien flexibiliza el ingreso de pasajeros internacionales y los vuelos aprobados han aumentado, en algunos casos se ha reducido aún más la capacidad de las aeronaves.
Según el director ejecutivo de la entidad Felipe Baravalle, con el anterior cupo de 600 pasajeros, había tres vuelos diarios, de los cuales uno venía completo con 300 y dos, por la mitad, con 150 pasajeros cada uno. Mientras que ahora, con 142 pasajeros más por día, en lugar de hacer que los dos vuelos restantes viajen al 80% u 90% de su capacidad, se decidió sumar un cuarto de manera que varios quedan con una ocupación muy parcial.
“Prácticamente a todas las líneas aéreas que no vienen de los Estados Unidos les dieron una capacidad máxima de entre 150 y 160 pasajeros para aeronaves que llegan hasta los 320 o 330 pasajeros, lo cual lo hace totalmente insostenible en el tiempo”, explicó en diálogo con LA NACION.
Por otro lado, en el comunicado, volvieron a señalar que la industria aeronáutica no ha participado en la planificación, distribución y asignación de las nuevas frecuencias, por lo que se hizo una implementación sin coordinación previa ni trabajo conjunto de las autoridades locales y los organismos de aviación (ANAC) con las compañías aéreas en la Argentina.
“La norma publicada el 9 de julio ahora menciona un cupo de pasajeros semanales y lleva el mismo a 742 diarios para la primera semana de aplicación, y a 900 y 1000 pasajeros en las semanas subsiguientes. Está claro que estos montos siguen siendo insuficientes para resolver el problema ocasionado”, apuntaron. Y agregaron que a los ciudadanos y residentes argentinos imposibilitados de regresar a su país no se les puede informar una fecha cierta de regreso porque sólo se han autorizado vuelos y capacidades hasta el 31 de julio. La industria, en tanto, desconoce qué se va a autorizar o denegar con posterioridad a dicha fecha.
Consultado por este diario, Baravalle dijo que no cuentan en este momento con información acerca de cuántas personas estarían varadas en el exterior, mientras que desde el Gobierno hablan de “5000 argentinos que estarían queriendo volver y estarían demorados”.
“En el último mes salieron 42.000 personas, de las cuales un 61% declaró que se iba por turismo. Ese es un dato que tenemos. Después el otro dato que tenemos es que las personas que se van a los Estados Unidos -que es el país con más argentinos- tienen una estadía promedio de 25 días. Es decir, no sabemos cuándo quieren volver todas las personas. Otras se van dos meses a Europa, entonces tampoco es un número exacto el que tenemos en este momento. Debe haber aproximadamente 5000 personas queriendo volver en este momento a la Argentina. Es una aproximación hablando con las aerolíneas, porque tampoco es que tenemos un censo. Es aproximadamente lo que debería estar queriendo volver en este momento, pero es muy impreciso el número”, dijo ayer la directora nacional de Migraciones, Florencia Carignano, en declaraciones a Radio 10.
En este sentido, desde Jurca sostuvieron hoy que, “debido a la falta de previsibilidad y planificación”, algunos de sus asociados están analizando que, de mantenerse las condiciones de operatividad actuales, deberían definir la suspensión de su actividad en el país y recordaron que, a la fecha, ya se han retirado del país cuatro líneas aéreas y hoy suman nueve las que han suspendido sus operaciones por los cierres de fronteras.
Las compañías que se fueron son Latam Argentina, Qatar, Air New Zealand y Norwegian, y las que suspendieron son Cubana de Aviación, Emirates, Ethiopian, Alitalia, Air Canada, Sky, Gol, Azul y British.
Por último, la entidad pidió contar con una mayor previsibilidad, ya que las autorizaciones de vuelos se reciben en algunos casos con poco más de 24 horas de antelación a la partida del vuelo lo que no sucede en otras partes del mundo.
“Por ello reiteramos una vez más la necesidad urgente de concretar una reunión con el jefe de Gabinete de Ministros o quien él designe para analizar, en primer lugar, la imperiosa necesidad de programar eficientemente vuelos que permitan el retorno de los argentinos que se encuentran en el exterior, pero asimismo la eliminación de cupos restrictivos, la ampliación de la capacidad de testeos/hora en los aeropuertos habilitados, reducción temporal de costos directos a la operación aérea, la habilitación de aeropuertos internacionales del interior como corredores sanitarios seguros, y la autorización de vuelos internacionales para períodos de por lo menos tres meses vista”, concluyeron.
Por: María Julieta Rumi
Fuente: La Nación