Aliado de la Casa Rosada, obtuvo ayer un amplio triunfo en las elecciones provinciales sobre su principal opositor, el senador Juan Carlos Romero, y se aseguró un tercer mandato consecutivo al frente de Salta.
Con el ticket que le garantiza la continuidad hasta fines de 2019, Urtubey se posicionó como líder regional y anunció que quiere negociar el apoyo conjunto de las provincias del Noroeste al precandidato oficialista que atienda sus reclamos.
A pesar de haberle ofrendado su triunfo electoral a Cristina Kirchner, no tuvo reparos en afirmar que la Presidenta sólo tendrá un rol de consulta una vez que deje el poder. Lo hizo en una entrevista con LA NACION en la que, además, le hizo un sorpresivo guiño a Mauricio Macri: dijo que “perfectamente podría” ser presidente de la Nación.
Escrutado el 99% de las mesas, Urtubey obtenía el 51% de los votos, 20 puntos más que Romero, que también fue gobernador por tres períodos.
Así, la brecha entre las fórmulas del oficialista Frente Justicialista Renovador para la Victoria, de Urtubey, y del Frente Salta Nos Une, liderada por Romero, se amplió en seis puntos con respecto al resultado de las elecciones primarias del 12 de abril pasado.
El frente opositor mitigó el impacto de la caída con la cómoda victoria en esta ciudad del referente de Frente Renovador, Gustavo Sáenz, sobre el postulante del oficialismo, que perderá así el control de la intendencia de la capital provincial (ver aparte). Este triunfo es también un aliciente para Sergio Massa luego de una semana en la que su espacio sufrió una fuerte sangría por la deserción de varios de sus dirigentes en territorio bonaerense.
También merece destacarse la performance del radical Miguel Nanni (Frente UCR-UNEN), que se ubicó en tercer lugar (8%), relegando al cuarto puesto al Partido Obrero y su postulante, Carlos del Plá, que alcanzó el 6%.
Urtubey es el primer oficialista en ganar en el año electoral. Su triunfo viene a cortar la racha de malas noticias que significaron para la Casa Rosada los resultados de las primarias de Capital, Mendoza y Santa Fe, malos tragos que podrían repetirse el mes próximo.
Por eso no extrañó que ayer el peronismo hiciera su clásico despliegue de funcionarios y referentes nacionales para sacarse la foto con el campeón del momento. Así, llegaron a esta provincia el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, y el secretario general de la Presidencia, Eduardo “Wado” De Pedro; el presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, y el gobernador de Jujuy, Eduardo Fellner.
Por cuestiones de agenda no pudo concurrir el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, por lo que la pulseada entre los precandidatos presidenciales del oficialismo por estar presentes en los festejos la ganó ayer el ministro del Interior, Florencio Randazzo.
También apareció por aquí, con ánimo de obtener una foto que le permita remontar la derrota en las primarias el senador y candidato oficialista a gobernador de Mendoza, Adolfo Bermejo. Tal vez por efecto del “baño de humildad” que reclamó la presidenta Cristina Kirchner, brillaron por su ausencia todos los dirigentes que bajaron sus aspiraciones electorales en la última semana.
Gracias a la velocidad con la que se desarrolló el escrutinio provisional por el uso del sistema de boleta electrónica, Urtubey pudo salir a proclamar su triunfo poco después de las 20. Y lo hizo marcando el terreno en el que quiere jugar de ahora en adelante. Así, y tras unos breves párrafos de agradecimiento, anunció su intención de tallar en la campaña presidencial del oficialismo.
“Voy a acompañar a nuestros candidatos para que puedan garantizar en diciembre el triunfo del peronismo en la República Argentina”, sentenció en medio de muestras de euforia de sus seguidores.
CONTRA LA POBREZA
En el plano local, mostró su preocupación por el fenómeno del narcotráfico y prometió “profundizar el control en la frontera norte” del país. También manifestó haber tomado nota de los crudos indicadores sociales de la provincia que gobierna hace ocho años al afirmar que será su “misión imperativa garantizar que esta Salta la linda sea alguna vez Salta la justa”.
Acto seguido, hizo su aparición Romero, desde un hotel ubicado a escasas tres cuadras del elegido por Urtubey para proclamar su triunfo.
A diferencia de la primaria del mes pasado, cuando denunció haber sido víctima de un fraude electoral, en esta oportunidad el candidato opositor aceptó el resultado del escrutinio, aunque volvió a cargar contra el sistema de boleta electrónica y se comprometió “a luchar para que sea reemplazado por la boleta única”.
En el tramo más político de su mensaje, Romero reclamó anoche “evitar la segmentación del voto opositor” a nivel nacional.
“Vamos a trabajar para que haya un acuerdo programático entre los dos candidatos de la oposición, Sergio Massa y Mauricio Macri”, se comprometió, y anticipó que buscará la integración de ambos espacios opositores en la conformación de lista de diputados que participarán en los comicios nacionales. “Debemos evitar la segmentación del voto para cambiar este modelo y que el próximo gobierno sea de unidad nacional y saque al país del estado en que se encuentra”, concluyó.
Por Gustavo Ybarra | LA NACION