Hace 14 años que Leonardo Díaz comenzó con el rubro de la chocolatería, es un legado que le heredó su suegra, quien gracias a su pasión por el chocolate hacia huevos de pascua gigantes. Ahora son dos las familias que llevan adelante el negocio y tienen proyectos de crecimiento.
Leonardo contó a Dossier Web sus inicios y sus nuevos desafíos. “En 2022 vamos a cumplir 15 años, el primer negocio lo abrimos hace 13, nuestros inicios de trabajo fueron haciéndolo de boca en boca, hasta que pudimos poner nuestro primer local que fue muy chiquito porque estaba dentro de la confitería de la Galería Margalef, teníamos un stand donde vendíamos nuestros chocolates, ahora tenemos nuestro propio local en ese mismo lugar”.
Actualmente tienen la fábrica y dos locales, uno de ellos está ubicado en la Galería Margalef y otro en el Paseo Libertad, además están realizando una renovación de la marca y de sus productos.
“Mi suegra es la que inició este sueño, a ella le gustaban los chocolates y comenzó haciendo huevos de pascua gigantes, ella me heredó esto, yo comencé haciendo lo mismo y como soy una persona medio inquieta, con mi señora decidimos sumar los bombones”.
Al negocio le iba bien y comenzaron a faltar manos, es por eso que decidió buscar gente de confianza a quien le enseñó el oficio para poder seguir cubriendo la demanda. “Finalmente lo sumé a mi hermano para que pueda comercializar todo y ahora somos Los Díaz, mi familia y la de mi hermano, esta es una empresa familiar”.
Actualmente ofrecen varios productos, pero los más destacados son la bombonería y las tabletas de chocolate. “Respecto a la bombonería por un lado, arrancamos con los clásicos de sabores que combinan muy bien con el chocolate como el dulce de leche, la frambuesa, la menta, el limón, la avellana, la almendra, y de ahí en más hicimos diferentes combinaciones que se van probando con el público, todos los años lanzamos nuevos bombones”.
Después están las tabletas, estas ya requieren de un público específico, “son más difíciles de vender porque yo ahí compito con muchos otros locales, nosotros vendemos un producto de alta calidad lo que hace que en el precio sea difícil de competir, y que tiene una clientela específica”.
Si bien reconoce que el salteño es chocolatero, este busca más las opciones dulces, sin embargo, tienen una clientela fija con las tabletas porque “la variedad que más vendemos es el ultra amargo, de más de un 80% de cacao. Tenemos semiamargos al 70% y después al 80 y al 88% que son los que más se venden”.
Consultado sobre el uso y el impacto de las redes sociales explicó que las tienen hace bastante pero les dan un mejor uso desde la pandemia. “Ahora lo hacemos con mayor profesionalismo, pero la realidad es que nuestros clientes prefieren venir a comprar al local”.
Otro de los grandes desafíos que están afrontando es el cambio de nombre, hasta el año pasado cuenta que tenían dos marcas, la de los bombones y la de las tabletas y ahora decidieron unificar todo bajo el nombre de Los Díaz, “hicimos un estudio de mercado y contratamos gente para poder realizar este cambio y estamos muy contentos”.