Es creciente la división “vitivinicultura” en las empresas de informática. Cómo funcionan los programas que siguen el destino de la uva, desde el viñedo hasta la botella.
En los últimos años, varias empresas de informática se volcaron al desarrollo de programas específicos para la industria vitivinícola. Se trata de soluciones informáticas que abarcan por igual los procesos de finca y bodega.
Daniel Siconolfi, directivo de Ardison Software & Consulting, una de las empresas más afamadas en este rubro, señala que los desarrollos modernos para la vitivinicultura son extensos. Admite, en este punto, que la devaluación favoreció a la oferta de software nacional, frente a desarrollos extranjeros.
“Ardison Software & Consulting, que tiene el programa Arballon Bodegas, contempla el proceso de elaboración del vino, desde la finca hasta el producto comercializable. Asimismo, Arballon permite administrar la información relacionada con las presentaciones al Instituto Nacional de Vitivinicultura. De esta manera, las bodegas cuentan con un software que les permite integrar la totalidad de sus negocios, aportando información de alto valor agregado, como trazabilidad y costos on line”, especifica Siconolfi.
Carlos Figueroa, de Sistemas Concos, explica que el software para la industria del vino es un conjunto de aplicaciones que acompaña las etapas de la producción agrícola, vitícola, olivícola, empaques de fruta y secaderos, cubriendo las necesidades desde el implante hasta la salida del producto al mercado, trazabilidad y costeo.
Esta firma desarrolló, además, un módulo para el sector administrativo – contable denominado Cifras, que cubre las áreas de compras, ventas, tesorería, bancos y contabilidad general, conectado con los módulos de producción.
Por su parte, Enzo Puma, gerente de marketing de Sistemas Bejerman SA, otra firma con amplia experiencia en la industria del vino, confió que han desarrollado un software, el eFlex Bodegas, que abarca gestión agrícola, vendimia, bodega y laboratorio.
Puma evaluó que el software del vino “tiene funcionalidades específicas que nos son comparables con ninguna otra actividad. Por esto los productos de software ERP de tipo horizontal no son capaces de satisfacer completamente sus requerimientos. La finca, la vendimia y la bodega son actividades muy específicas, no asemejables a ninguna otra actividad”.
Pese a la versatilidad de los productos –software para costos, procesos de elaboración, fraccionamiento, – para la vitivinicultura se trabaja por lo general con productos estándar. “El producto es el mismo, pero la configuración lo hace único en cada empresa”, señala Siconolfi y explica que “la configuración es la actividad que se realiza previa al lanzamiento donde se vuelcan en el programa los circuitos de cada organización”.
Qué es la trazabilidad
Término muy valorado en la industria del vino, la trazabilidad ha sido uno de los pilares de las empresas de software para el vino. Siconolfi, de Ardison, lo define: “es el conocimiento de la historia de un producto a lo largo de su cadena de producción (materia prima utilizada, insumos requeridos, etapas del proceso de elaboración, etc).
Apunta en este sentido que “Arballon Business Software es un sistema desarrollado para obtener trazabilidad completa, no sólo física, que es, por ejemplo identificar toda la uva que se utiliza en la elaboración de cada botella; y de todas las botellas que contienen uvas de cada cuartel. Con este sistema se realiza la trazabilidad de costos, tanto los costos totales (fijos más variables), como los costos individualizados por cada lote, proceso, actividad o tarea”.
Figueroa, de Sistemas Concos, define la trazabilidad en términos de “reconstruir en datos lo sucedido durante los procesos de elaboración, y su vinculación con los insumos que intervinieron durante dichos procesos”. En otras palabras, es poder ver hacia atrás con la mayor profundidad posible a fin de distinguir, rastrear y reproducir procesos que permitan mejorar la calidad de los productos, y en caso de accidentes detectar los lotes con riegos”.
Los beneficios de la trazabilidad están dados por la posibilidad de demostrar en los mercados de destino los estándares de calidad de la elaboración. “Esta es una ventaja competitiva frente a los que no cuentan con tal certificación”, subraya Siconolfi.
Puma subraya: “si el vino argentino quiere acceder a mercados más exigentes, sus productos deben poder ser auditables. Es decir que el consumidor experto pueda saber con precisión donde se origina este producto”.
Figueroa añade que “esta confianza de los mercados al momento de comprar nuestros productos trae aparejado que las empresas persigan la trazabilidad como un fin en si mismo, siendo que esto es una herramienta que nos ayuda a alcanzar una calidad determinada, pero no la garantiza”.
Software a medida
“Las bodegas buscan contar con un único sistema que pueda integrar la información que se genera en todas las áreas de la organización, desde las productivas hasta la comercialización, las finanzas, etc. Este es la primera necesidad por la cual nos convocan”, responde Daniel Siconolfi de Ardison a la consulta de cuáles son los productos que más piden las bodegas.
“Una vez superada esta etapa, la demanda está volcada hacia la tecnología móvil. Por ejemplo, en la fuerza de ventas, donde el vendedor cuenta en su Blackberry con el stock de los productos, cuenta corriente de sus clientes, permitiéndole cargar el pedido on line y reduciendo mucho los tiempos de entrega. Otra aplicación puede darse en la finca, donde es posible ingresar los partes de tareas desde su Blackberry, por ejemplo”.
A esta pregunta desde Sistemas Concos responden que, en general, las vitivinícolas, como el resto de las industrias, en materia de software buscan primero solucionar los problemas administrativos – contables, financieros – y luego pasan al plano productivo.
Acerca del SAP, un software de origen alemán, que muchas bodegas están incorporando, los entrevistados prefieren opinar poco. Desde Ardison señalan que tiene las mismas características que su programa, pero sin un desarrollo puntual para la industria del vino.
Figueroa opina que el SAP (Sistemas, Aplicaciones y Productos) “no es un software que pueda incorporar cualquier empresa, por sus altos costos y complejidad. La mira de SAP está dirigida a corporaciones cuya complejidad requiere de soluciones a gran escala y estén dispuestas en invertir miles de euros en su implementación”.
