Las proyecciones de crecimiento de la industria minera en Argentina para los próximos 8 años son realmente muy auspiciosas.
Los números indican que las exportaciones pasarían de los actuales U$S 4.000 anuales a más de U$S 12.000 millones; los empleos directos de 100.000 a más de 180.000 y las inversiones aumentarían de U$S 1.800 millones a más de U$S 3.000 millones.
Las cifras forman parte de la presentación realizada por Roberto Cacciola, presidente de la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM) en un encuentro con la prensa, donde se analizó la coyuntura de la industria, los problemas pendientes y su aporte a la matriz energética local.
“La Ley de Inversiones Mineras N° 24.196 fue instituida a inicios de la década del 90, con el propósito de volver a la Argentina una jurisdicción propicia a la inversión minera, estableciendo, entre otros incentivos, un régimen de estabilidad fiscal y tributaria. A tres décadas de su promulgación, este régimen lleva muchos años de incumplimiento por parte del Estado argentino que, introdujo modificaciones normativas afectando derechos de proyectos exportadores que habían obtenido el beneficio”, explicó Cacciola.
En el actual escenario aparecen como datos positivos la demanda de minerales y los proyectos avanzados de cobre y litio. Como contrapartida el sector advierte una macroeconomía adversa, una elevada carga tributaria junto con el incumplimiento de la Ley 24196.
Tras la salida de la pandemia, desde CAEM señalan que es el tercer año de crecimiento sostenido de la industria con valores de producción que están 4,3% por encima del año anterior.
Además, se ha logrado incrementar el interés por el desarrollo de proyectos. De hecho, los presupuestos en exploración local durante el año 2023 alcanzaron los U$S 426,6 millones (+9% respecto a 2022). Y en los últimos cinco años se generaron más de 7.700 nuevos puestos de trabajo formales.
Para el titular de CAEM las transiciones globales hacia las energías limpias tendrán consecuencias de gran alcance para la demanda de minerales durante los próximos 30 años.
“A medida que los países intensifican sus ambiciones climáticas, las tecnologías de energía limpia se convertirán en el segmento de demanda de más rápido crecimiento para la mayoría de los minerales”, advirtió.
Y acerca del cambio en la matriz energética afirmó que “la industria minera regional tendrá un rol fundamental en los procesos de disminución de emisiones de carbono. A medida que los países intensifican sus ambiciones climáticas, las tecnologías de energía limpia se convertirán en el segmento de demanda de más rápido crecimiento para la mayoría de los minerales”.
La industria minera regional tendrá un rol fundamental en los procesos de disminución de emisiones de carbono
Puntualmente sobre la oferta de litio para los próximos años, en opinión de Cacciola parece estar cubierta con los proyectos que se encuentran en curso, pero hacia 2030 se vislumbra un déficit creciente, que será necesario cubrir.
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