Desde hace mucho tiempo se sabe que muchas marcas de cosméticos testean sus productos en animales. Sin embargo, con el paso de los años, reconocidas firmas se dieron cuenta de la crueldad que esto implica, tanto en los animales como en el medio ambiente.
En los últimos días se viralizó un corto animado llamado Save Ralph (Salven a Ralph, en inglés) y da vida a un conejo que “trabaja” como objeto de pruebas en un laboratorio. Un grupo de realizadores de películas y actores de talla mundial se unieron con la ONG Humane Society International (HSI) para producir un emotivo video con el que buscan lograr la prohibición de las pruebas de cosméticos en animales a nivel global.
El conejo apenado dice: “Estoy ciego del ojo derecho y estoy sordo de mi oreja derecha también. En realidad, solo escucho un pitido agudo. ¿Bastante molesto, no?”, y agrega: “Ningún animal debería sufrir y morir en nombre de la belleza. Ayuda a la Humane Society International a prohibir las pruebas de cosméticos en animales a nivel global”.
Por su parte, la ONG comunicó en un documento: “La HSI también defiende las prohibiciones existentes ante situaciones como las que tienen lugar en Europa, donde las autoridades están intentando explotar un vacío legal para demandar nuevas pruebas en animales bajo una ley de químicos. Salven a Ralph echará luz sobre las prácticas de todos estos países, llevándolos al futuro sin crueldad que el público y los consumidores esperan”.
En el mundo, hay dos organizaciones reconocidas como lo son PETA (People for the Ethical Treatment of Animals) y Leaping Bunny, que luchan constantemente por los derechos de los animales.
PETA se enfoca en las cuatro áreas en las que el mayor número de animales sufre más intensamente por períodos de tiempo más largos: en las granjas industriales, en el comercio de la ropa, en los laboratorios y en la industria del entretenimiento. También trabajamos en muchos otros asuntos como es el caso de la matanza cruel de ratones, ratas, aves y otras «plagas», así mismo contra la crueldad hacia los animales domésticos.
Asimismo, PETA también trabaja mediante la divulgación de información al público, las investigaciones sobre crueldad, la investigación científica, el rescate de animales, el impulso de legislaciones, eventos especiales, el involucramiento de celebridades y las campañas de protesta. PETA es la organización más grande del mundo, con más de 6.5 millones de miembros y simpatizantes.
Por su parte, Leaping Bunny es el estándar internacional para productos de consumo libres de crueldad animal. Muchos muestran el logotipo de Leaping Bunny -un conejito saltando- en el empaque para ayudar a los consumidores a elegir comprar sin crueldad animal. Su programa se considera el estándar de oro mundial para los cosméticos, el cuidado personal y los productos para el hogar libres de crueldad animal. Fue establecido originalmente en la década de 1990 y es el único programa reconocido internacionalmente.
A su vez, en respuesta a un “no testeo en animales”, ocho grupos nacionales de protección animal se unieron para formar la Coalición para la Información al Consumidor sobre Cosméticos (CCIC). El CCIC promueve un único estándar integral. Todos ellos trabajan con empresas para ayudar a que la compra de productos amigables con los animales sea más fácil y más confiable.
Cuatro mitos sobre el testeo de animales en cosméticos
– Si un producto dice “libre de crueldad” o tiene un conejito, eso significa que no se ha probado en animales
La realidad es que actualmente no existe una regulación en los Estados Unidos o Canadá para el término “libre de crueldad”. Declaraciones como “libre de crueldad” o “no probado en animales”, o incluso la simple imagen de un conejito en una etiqueta pueden referirse únicamente al producto terminado, cuando de hecho, casi todas las pruebas con animales se realizan a nivel de ingredientes. Si bien una empresa puede afirmar que “no realizan pruebas en animales”, podría contratar a otras empresas para que realicen las pruebas. La única manera de estar 100% seguro de que una empresa es libre de crueldad es comprar productos de empresas que han sido certificadas por el Programa Leaping Bunny, que requiere que no se utilicen nuevas pruebas con animales en ninguna fase del desarrollo de productos por parte de la empresa, su laboratorios o proveedores de ingredientes.
– La ley exige que se realicen pruebas con animales en productos de cuidado personal y cosméticos
100% falso. Ni la Administración de Drogas y Alimentos de los EE. UU. (FDA) ni la Comisión de Seguridad de Productos de Consumo de EE. UU. exigen pruebas en animales para los cosméticos o productos domésticos. Hay suficientes datos de seguridad existentes, así como alternativas in vitro, para que las pruebas en animales de estos productos sean obsoletas. Si bien es cierto que prácticamente todos los ingredientes, incluso el agua, se han probado en animales en el pasado, podemos ayudar a prevenir futuras pruebas con animales.
– Si un producto no se prueba en animales, es posible que no sea seguro para los humanos
– ¡No! Hay muchas alternativas confiables disponibles para el uso de animales, incluidos cultivos de células y tejidos y modelos informáticos y matemáticos sofisticados. Las empresas también pueden formular productos utilizando ingredientes que ya se ha determinado que son seguros. Las empresas libres de crueldad pueden utilizar una combinación de métodos para garantizar la seguridad, como el empleo de pruebas in vitro y/o la realización de estudios clínicos en seres humanos.
– Es difícil encontrar productos que realmente sean libres de crueldad animal
¡Todo lo contrario! Cada vez más empresas se unen al programa Leaping Bunny cada mes. Actualmente hay más de 2.000 empresas, incluidas marcas conocidas como Burt ‘s Bees, Method, YesTo y Seventh Generation. Nyx, Natura, Urban Decay, Fenty, etc, que son libres de crueldad animal.
Fuente: Infobae