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Perfume de mujer en el duro obraje maderero: Rebeca Loutaif asumió al frente del Centro de Obrajeros del Norte (CON)

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Rebeca Loutaif es de buena madera. Tiene 32 años, es licenciada en administración de empresas, con un máster en la Escuela Superior de Comercio en París. Nació en Orán donde cursó sus primeros estudios para luego completar su carrera profesional en la prestigiosa Universidad de San Andrés, en Buenos Aires.

Rebeca Loutaif y Daniel Loutaif


Hace 6 años y ya con el estudio de posgrado conseguido en Europa, decidió retornar a Orán con el objetivo de trabajar en la empresa familiar. Su papá es Daniel Loutaif, quien hasta hace poco se desempaña al frente del Centro de Obrajeros del Norte ( CON) una cámara de segundo grado que forma parte de la Federación Argentina de la Industria Maderera.
Siguiendo el linaje y la pasión por la madera, Rebeca asumió hace unos días la presidencia que ocupaba su padre. Un cargo de perfil fuerte, acorde a la dura tarea que debe desempeñarse en los obrajes, pero que a Rebeca no le impresiona en lo absoluto.
En diálogo con Dossier Web la joven empresaria reconoció que dentro del sector no se puede conocer todo porque es muy amplio a nivel nacional y que igualmente en la región existe mucha dispersión de la actividad. “Eramos un sector pujante hace varios años y lamentablemente eso empezó a decrecer. Hoy tenemos pocas empresas en la actividad y bueno con esto de la pandemia se hace más difícil. Algunas están funcionando al 50 por ciento. Como objetivo nos ponemos revivir el sector y trabajar mucho con emprendimientos” advirtió Rebeca al principio de la charla en un anticipo de sus objetivos en la gestión.
“Amo la madera. Todo lo que sea relacionado con madera es apasionante. Es un sector con mucho potencial. Finlandia y Canadá son países modelos en el trabajo y la industria de la madera. Creo que en Argentina no lo estamos sabiendo ver a ese potencial y ese es el objetivo de mi gestión” aseguró.

Existen unas 30 empresas en el CON y la organización es a su vez socia de la Faima, la federación que aglutina otras 28 cámaras en todo el país. De esta manera la actividad maderera se encuentra bien representada en el país, aunque en Salta las reuniones son de muy poco asistencia. Rebeca asegura que esto es algo que hay que modificar para promover la participación y la fuerza de la organización en el norte del país.
Las reuniones que se llevan a cabo en el seno de la organización son de suma importancia para la actividad. En la última se trató la adhesión a la nueva ley de fomento a las forestaciones 24.784. “La provincia debe adherir a esa ley y estamos hablando con los legisladores para que lo hagan” señaló Rebeca.
La joven explicó de qué se trata y la importancia de esta nueva legislación “Básicamente es que a la gente que foresta en un área pintada de verde se le otorga un NR (aporte no reintegrable) del 80 por ciento del costo de la plantación. Pero ese dinero recién se gira a los dos años de iniciado el proyecto y es un problema para comenzar. Estamos en tratativas con la Provincia y queremos que el Estado provincial nos adelante ese dinero y que el fondo nacional quede como garantía para que el productor no sufra tanto, porque hay que tener una espalda muy solida para aguantar dos años sin ingresos” sostuvo

La superficie forestada en la provincia es mínima pero la demanda de productos madereros es significativa. Como ejemplo Rebeca Loutaif explicó que la producción frutihortícola local es muy grande y trabaja con cajones de envasases y pallets. “Toda esa demanda de productos madereros se va para Misiones, Corrientes, el Delta y de Mendoza. Ese dato es lo que nos hace ver que nosotros como provincia necesitamos tener un plan para forestar e incentivar la actividad” aseguró.
La actividad maderera en la provincia se nutre de bosques nativos más que nada. Tradicionalmente se comenzó de esta manera y en base al ordenamiento territorial, se modificaron las formas de desarrollo sobre un mapa de ordenamiento. Si el mapa en la región es verde se puede trabajar. Si es amarillo hay que presentar un proyecto de aprovechamiento. Si es roja no se puede tocar nada.
“Veníamos acostumbrados a trabajar de otra manera. No digo que esa forma era mejor. Antes se tiraba todo el bosque, en cambio ahora lo que se aprovecha son parcelas definidas. Se elige los árboles más grandes y que no sean semilleros. Se extrae y se reforesta y solo se puede entrar de nuevo a esa parcela 20 años después y de esa forma se asegura también una producción sustentable en el tiempo” explicó.
“En básico tener una política forestal. Tenemos espacio, viveros del Estado. Tenemos que predicar en la forestación. Creo que tenemos todo para lograrlo; hace falta una política forestal que con este fondo puente se puede concretar. Tenemos que ponernos un objetivo de hectáreas de forestación. El árbol que no se planta hoy es el que va a faltar mañana. El primer paso es plantar el árbol: sin eso nunca vamos a una industria forestal de importancia”, expresó.

Fuente: Dossier Web


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