A contramano de la percepción general de la población, el organismo de estadística estimó que en los 31 aglomerados urbanos sólo 3,43 millones de personas no reúnen los ingresos para comprar la canasta básica Los porcentajes presentados para el total de 31 aglomerados urbanos del país, que representan a poco más de la mitad de la población total del país durante el 1º semestre de 2009, indicaron que "se encuentran por debajo de la línea de pobreza 709.000 hogares, mientras que de ese conjunto, 232.000 hogares se encuentran, a su vez, bajo la línea de indigencia, lo que supone 995.000 personas" que no reúnen los ingresos suficientes para adquirir la canasta básica de alimentos de subsistencia.
Se trata de sendas caídas en los indicadores de precariedad social respecto de un año antes de 3,2 puntos porcentuales en el primer caso y de 1,1 en el segundo, pese a que en ese período la Dirección Nacional de Cuentas Nacionales del Ministerio de Economía dio cuenta de que la producción de bienes por el conjunto del país se derrumbó 7,6% y que el empleo bajó más de 5% en la industria manufacturera y de 10% en el caso de la construcción.
Destaca el comunicado oficial que "al observar los datos puede verse que la incidencia de la pobreza es mayor para las personas que para los hogares, lo que indica que, en promedio, los hogares pobres tienen más miembros que los no pobres".
La extrapolación de los datos de los 31 aglomerados urbanos al total del país, arroja que la población total afectada por la pobreza supera a las 7 millones de personas, mientras que los sumergidos en la indigencia sumarían más de 2 millones. En ambos casos, se trtata de cifras que contrastan con las proyecciones privadas, que las ubican en algo más del doble de esos parámetros.
Sin duda, para llegar a esa "evolución", en un escenario de recesión de la actividad productiva y comercial, el Indec tomó como referencia la tasa de inflación que mide el Indec, del orden de 6% interanual y no la que maneja el conjunto de las provincias y consultoras privadas, que trepa a más de 14 por ciento.
El mejor año de la serie histórica
Los resultados aportados por la última Encuesta Permanente de Hogares mostraron que en el primer semestre de 2009, cuando las propias estadísticas oficiales comenzaron a reconocer los efectos de la crisis internacional, no sólo ese fenómeno no afectó a la población local, sino que por el contrario en la mayoría de los aglomerados del país "la crisis se transformó en una oportunidad", porque "lograron reducir en hasta un tercio los índices de pobreza e indigencia" que se registraba todavía en el tiempo de bonanza de un año antes.
Así, la EPH del Indec dio cuenta de que el universo de personas que no llegaron a reunir ingresos habituales mensuales para comprar una canasta básica de alimentos y servicios de subsistencia se redujo en los últimos doce meses de 30 a 17,1% de la población en Jujuy, de 29,7 a 19,6% en Salta, de 31 a 23% en Santiago del Estero, de 35,4 a 26,3% en Gran Resistencia, de 32,6 a 25,9% en Posadas y de 22 a 15,6% en San Luis.
Las excepciones fueron Gran Rosario de 12 a 14,6% de la población, San Nicolás-Villa Constitución de 12,9 a 13,6%, en Comodoro Rivadavia de 4,6 a 5,8% y en Neuquén de 11,2 a 13,9% de las personas de esos centros urbanos.