Ana y Román son los creadores de Pacha Saludable, una pyme que nació con mínimos recursos, pero muchas ideas y sobre todo trabajo arduo, producen barras de cereal que hoy se venden en 200 puntos de la ciudad y 20 de Jujuy, con la mirada puesta en sistematizar la producción contaron a Dossier Web su historia.
“Pusimos Pacha en el mercado hace cuatro años, esto nació como un emprendimiento y hoy nos hemos convertido en una pyme, que produce 10.000 barras al mes”.
Todo inició con el deseo de independizar su economía, “queríamos dejar de depender del ingreso de un trabajo, comenzamos a pensar qué hacer y nuestros amigos nos asesoraron y nos enseñaron a hacer barritas”.
Ambos reconocen que en ese momento no tenían una visión empresarial pero sí un sueño y un sueño grande. “Producíamos y salíamos a vender nosotros mismos en espacios públicos y privados. Cuando comenzamos a recibir los comentarios positivos de la gente que después nos buscaba para seguir comprando, caímos en cuenta de lo que estaba pasando y eso nos potenció”.
Al principio realizaron cuatro variedades, pero “al ser inexpertos, terminábamos con algunos problemas de producción y fue el momento de aprender, bajamos a dos variedades y ahí comenzamos a crecer a paso firme”.
Necesitaban un nombre, una marca y algo que los identifique, es por esto que “nos sentamos a conversarlo y elegimos Pacha ambos nos sentimos muy interpelados por lo andino y lo local. Nuestro nombre Pacha Saludable, propone una mirada nueva, una nueva forma de consumir”.
Cuando afianzaron las ventas volvieron a las cuatro variedades que hoy están en el mercado y son: Arándanos con pera, chocolate blanco con almendras, chocolate negro con banana, y pera y semillas.
Para elegirla se tomaron el trabajo de buscar el modo de diferenciarse de la competencia, porque “el mundo de las barras de cereal es grande, hicimos un estudio, observamos el mercado. Queremos que la gente tenga una experiencia donde comer saludable es divertido”.
Actualmente tenemos 200 puntos de ventas en Capital y 20 en Jujuy y fue un trabajo muy arduo conseguir esta cartera de clientes.
Orgullosos contaron que producen 10.000 barras al mes, “en un trabajo completamente artesanal, pero ahora hemos iniciado un proceso de mecanización porque nuestro objetivo es quintuplicar la producción”.
Comenzaron en el living de su casa y el negocio los echó, “tuvimos que irnos a otro lado porque ese espacio se convirtió en fábrica, hemos accedido a un crédito para pymes, estamos mejorando detalles y hemos comprado máquinas para mejorar y sistematizar nuestra producción”.
Finalmente contaron que han aprendido que mirar su trabajo desde una mirada empresarial, “contamos con el asesoramiento de muchos profesionales que nos ayudaron a potenciar cada vez más nuestro producto”.
