“Estamos viendo cierto interés de compra en estos niveles, aunque es limitado porque los gráficos siguen bajistas”, explicó Jim Wyckoff, experto de Kitco, subrayando la cautela entre los inversores. Esta actitud prudente se nutre de la postura reciente de la Fed, que inclinó su retórica hacia el lado de los halcones.
En este escenario, los lingotes de oro se enfrentan a un desafío. Aunque históricamente considerados han sido refugios seguros, su carencia de intereses los coloca en desventaja ante el atractivo rendimiento de los bonos.
Oro: bajo el lente de la actualizada financiera
La semana pasada, el precio del oro tocó su punto más bajo desde mediados de marzo, llegando a 1.883,70 dólares, ya que la solidez de los indicadores económicos avivó las expectativas de aumentos prolongados en las tasas de interés estadounidenses.
Esta semana promete ser crucial para los inversores, con la mirada puesta en el discurso del presidente de la Fed, Jerome Powell, durante la reunión anual de banqueros centrales en Jackson Hole. Las palabras de Powell podrían teñir las perspectivas económicas a nivel global y generar un impacto directo en los mercados.
El oro, en particular, permanece como termómetro sensible ante cualquier indicio de cambios en las tasas de interés en Estados Unidos, dado que su costo de oportunidad aumenta en consonancia.
En cuanto a otros metales preciosos, los movimientos fueron divergentes durante el primer día hábil. La plata al contado se destacó con un ascenso de un 1,9%, situándose en u$s23,12 la onza, mientras que el platino retrocedió un 0,5%, ubicándose en u$s905,59. Por su parte, el paladio experimentó una caída del 1,2%, quedando en u$s1.240,63.