Emplazada al sur del Salar de Arizaro, a 75 km de Tolar Grande, la operación Lindero extrae oro desde las entrañas de la puna salteña desde el año 2020. En plena etapa de despegue de la minería en la provincia, Dossier Web te ofrece detalles de una actividad vital para el desarrollo económico de la región.
Largo es el recorrido para llegar a mina Lindero; casi tan largo como el proceso que se inició allá por 1994 cuando la empresa Mansfield empezó a trabajar en exploración grass-root en la búsqueda de todo tipo de afloramiento mineral. Para el año 2000 ya se veía el potencial del proyecto y 13 años más tarde se presentaba el estudio de factibilidad. Sucesivamente llegarían la adquisición por parte del gigante internacional “Fortuna Silver Mines”, la construcción y montaje de la planta, la selección del personal y finalmente la operación, que el 20 de octubre de 2020 produjera el primer vertido de oro Made in Salta.
En cuanto al recorrido físico, el yacimiento se encuentra a metros del “Cono de Arita”, ícono turístico del departamento Los Andes. A 560 km de la ciudad de Salta, unas 8 horas viajando en vehículo por la RN 51 primero –con asfalto solo hasta San Antonio de los Cobres y con licitaciones de tramos hasta Sico que a la fecha no se concretaron- y luego por la RP 27 –que es de tierra, pero con promesas de acondicionamiento de 70 Km. hasta Salar de Pocitos, a cargo de REMSA y el resto por ahora en planes en el marco de una acción de RSE que promueven 4 mineras de la zona-.
La operación se lleva adelante a una altura entre 3.700 y 3.900 metros sobre el nivel del mar, con temperaturas extremas que llegan en esta época a los -10°, un viento que acompaña en forma permanente y un cielo diáfano, característico de la Puna.
En la construcción trabajaron más de mil obreros y actualmente, en la operación lo hacen unos 462 operarios que se dividen en turnos, dado que la actividad nunca se detiene, es decir 24 horas por siete días los 365 días del año; con dotaciones que permanecen 14 días en el campamento y descansan otros 14. De ese total, un 71% corresponde a mano de obra local, que progresivamente va siendo especializada por empleados altamente calificados que provienen de otras regiones de la Argentina y del mundo.
Lindero en acción
El proceso de producción de oro en Lindero es largo y meticuloso.
Todo comienza con el proceso de perforado y voladura en cerro Lindero, que va formando terrazas que son clasificadas según el potencial aurífero. Luego el material es transportado por camiones con capacidad para 100 toneladas a la zona de trituración, que posee tres etapas en las que la roca es degradada al mínimo tamaño.
Con posterioridad esa roca es aglomerada con cal y cemento, para ser transportada al sector de lixiviado, donde se dispone en camas que se extienden sobre gruesas membranas y a los que se agrega cianuro para separar el oro del resto del material. La solución resultante se dispone en piletones y luego se transporta a la planta de proceso, donde se le agrega ácido sulfúrico, se recupera parte del cianuro y se decanta el cobre de la solución de oro.
Dicha solución va a su último proceso de refinado con carbón activado, se manda a refinería y por reacción electroquímica decanta el oro, que primero forma una pasta y luego se funde para obtener el doré o característico lingote.
Una idea de lo que implica la obtención de oro es que el promedio es de 0,7 gramos por tonelada de mineral extraído, a un ritmo de 45 mil toneladas por día, en un proceso que podría culminar a mediados de la década del ’30, aunque con nuevas acciones de exploración en áreas cercanas en busca de extender la vida útil de la mina.
Todo el proceso se realiza minimizando el impacto ambiental, mediante un sistema modelo de gestión de residuos, bajo el monitoreo de flora y fauna, suelo y agua. “La operación está en una Cuenca endorreica, lo cual es más ventajoso”, aseguran.
Inversión y utilidades
La empresa invirtió 440 millones de dólares en el proyecto, en las fases de exploración, construcción y preproducción. Se prevé una inversión de US$ 26.300.000 para el 2022.
Según propios reportes, en el primer trimestre del año Lindero reconoció ventas ajustadas de U$54,1 millones de 28.619 onzas de oro vendidas, reflejando un aumento del 45% con respecto al mismo período de 2021.
En cuanto a la provincia, la utilidad está dada por la toma de mano de obra salteña, la incorporación de proveedores locales y la incorporación a una región históricamente postergada de más infraestructura vial, energética y de servicios, al margen de las utilidades en materia de tributos, regalías, etc. que en distintos porcentajes van a las arcas nacionales, provinciales y municipales, y que acaparan hasta un 50% de los ingresos totales, de acuerdo a las estimaciones del sector.
Con sus casi 500 empleados, Lindero es un ejemplo de organización, una mini ciudad en medio de la nada y aunque hoy ya no existe el trabajo de pala y pico, la minería a cielo abierto demanda de hombres y mujeres especializados en el manejo de equipos sofisticados y con espíritu de resistencia al rigor del clima y a la soledad de la Puna.
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