Se sabe que uno de los grandes objetivos que persigue quien invierte dinero en Argentina es que busca “ganarle” a la inflación, o al menos, no perder teniendo el dinero “parado”. Y el rubro del vino, al menos en los números, ha aumentado más que el IPC (Índice de Precios al Consumidor): según el último informe de noviembre de 2023 de Vinodata, los valores de los vinos aumentaron un 180% interanual, mientras que la inflación fue de 160%. Si la tendencia se repitiera este año y los que vienen, quien invierta en un “token” de vino no solo habrá resguardado el valor de su dinero, sino que además habrá ganado. ¿Y cómo se hace? ¿Es seguro? ¿Hay comisiones? ¿Se pueden revender una vez adquiridos? ¿No es mejor comprar un vino y esperar a que pase el tiempo?
En primer lugar, hay que destacar que la “tokenización” de activos llegó para quedarse y seduce a los inversores de todo el mundo porque es muy sencillo adquirir NFT (Non Fungible Token) de lo que sea: terrenos, obras de arte, y hasta jugadores de fútbol. Si si bien en Argentina aún es un mercado incipiente, cada vez son más los que se animan: “Comprar un token de un activo físico es lo mismo que comprar un bien que va a mantener el valor en el tiempo o se va a apreciar más aún”, explica Carlos Moyano, socio fundador de Drinksify, la primera plataforma en su tipo para comprar vinos tokenizados del mundo.
Otro aspecto a destacar es que hay etiquetas muy demandadas y difíciles de conseguir que se venden rápido, o partidas limitadas, o incluso que se ofrecen solo a través del sistema de NFT a modo de preventa, con lo cual otro gran beneficio es que uno se asegura el vino que quiere. “aquí debo destacar que los vinos que se venden a través de nuestra plataforma aún no están embotellados pero el vino Sí existe y está en proceso de crianza”, detalla Diego Ledda, el otro socio fundador de la plataforma Drinksify.
“En estos momentos no debe haber sitios más seguros para comprar que aquellos que venden tokens (NFT´s) ya que estas operaciones se realizan sobre una red Blockchain, es decir, transacciones inviolables que no pueden hackearse ni modificarse”, explica Diego Ledda despejando dudas.
Otro punto importante es que representan un contrato directo de compra y venta (Smart Contract) entre la bodega y el consumidor final; es decir, no nos compran a nosotros sino a la bodega. Nosotros solo somos la Plataforma que lo hace posible.
¿Por qué es un buen negocio para las bodegas vender vinos “tokenizados”?. “Porque pueden vender vinos que tal vez ni empezaron a elaborar y lanzar preventas exclusivas sin tener que ocuparse prácticamente de nada”, explican los socios fundadores de Drinksify. Esto no solo es un beneficio financiero, sino que fundamentalmente representa un nuevo canal digital de ventas y todo gracias a la tecnología que permite transaccionar fácil y seguro con sus clientes.
A pesar de ser un mercado que no está muy desarrollado en el País, sí es cierto que ya hay terrenos, propiedades, desarrollos inmobiliarios, autos y decenas de activos físicos que se pueden comprar y vender “tokenizados”.