Convertirse en el Amazon del talento global, con una infraestructura tecnológica que facilite la contratación y la gestión de trabajadores distribuidos por el mundo y multiplique las oportunidades de desarrollo para las mujeres. Ese es el objetivo de la argentina Silvina Moschini, fundadora y líder de la firma de gestión de trabajo remoto TransparentBusiness,que se convirtió en un “unicornio” al alcanzar una valuación privada de US$1000 millones y planea salir a bolsa en el cuarto trimestre de 2021.
TransparentBusiness, que Moschini creó en 2012, creció con el boom tecnológico que provocó la pandemia de la Covid-19 en los últimos meses y este martes abrió una ronda de inversión que la lleva a una valuación “de facto” de US$1000 millones, situándola como “unicornio”, junto a otras 488 empresas de todo el mundo.
“Para nosotros fue clave la oportunidad de la pandemia, que mandó a la mitad del universo, a 3400 millones de personas, a su casa. Eso hizo que las empresas vieran que trabajar de manera remota era la única posibilidad que tenían para continuar con su negocio y aceleró la transformación cultural hacia modelos más flexibles, basados en la nube, bajo demanda”, dice Moschini a LA NACION desde Miami, y agrega: “Del día a la noche trabajar en forma remota pasó de ser una vitamina a ser una aspirina para resolver un problema muy urgente”.
Su plataforma SaaS (“software as a service”, o software como servicio) utiliza la tecnología en la nube para facilitar la gestión y coordinación de equipos de trabajo geográficamente distribuidos y se suma a otras firmas que han multiplicado su valor de mercado durante la pandemia, como la aplicación de videollamadas Zoom.
TransparentBusiness se encamina ahora hacia un debut bursátil en Wall Street en el cuarto trimestre de 2021, fecha en la que estima que tendrá una valuación de US$10.000 millones, según indicó su fundadora, que destacó la importancia de este hito para una empresa liderada por una mujer.
“No solamente creamos una empresa distinta, que hacía cosas distintas; nunca tuvimos oficina y tampoco buscamos dinero en los fondos de inversión, que no les gusta mucho invertir en mujeres emprendedoras”, señala Moschini, y explica que las estadísticas estiman que solo el 2% del capital de riesgo invertido va a mujeres y apenas 0,4% de los fondos en capital de riesgo es destinado a startups lideradas por mujeres latinoamericanas.
“Quisimos democratizar el acceso a la inversión y creamos una compañía que levantó capital invitando a personas comunes a que pudieran sumarse como socios antes de que saliera a la bolsa”, continúa. Según explica la emprendedora, la firma abrió ahora una nueva ronda de inversión que permite que gente de cualquier parte del mundo pueda formar parte de los accionistas a partir de US$6000.
“Eso lo podemos hacer porque en Estados Unidos hay normas que lo permiten”, explica Moschini, basada en ese país desde hace más de dos décadas. Para la empresaria “el tema regulatorio es un gran acelerador para el emprendimiento” y considera que en la Argentina hay mucho para hacer en ese sentido.
“Se necesita una visión que favorezca la oportunidad de innovadores como Marcos Galperin, los CEO de Despegar, Globant. Ojalá que haya muchas mujeres y que no sean solo señores los que celebremos, porque las mujeres somos la mitad del universo y tenemos que tener la mitad de las oportunidades”, añade.
La empresaria argentina, que lidera TransparentBusiness junto al CEO y cofundador Alex Konanykhin, señaló que una de las claves del negocio es el “impacto social”, por lo que donó software a Estados Unidos, China y América Latina cuando se desató la pandemia y desarrolló CloudWorking Academy, un programa de ayuda a emprendedores.
“Para mí como emprendedora mujer es muy importante mi visión, que es hacer que el mundo del trabajo sea mucho más equitativo e inclusivo, que el trabajo sea algo que se haga y no un lugar a donde se vaya”,cuenta Moschini, que también creó SheWorks!, una plataforma que conecta mujeres profesionales con oportunidades laborales y que recibió en 2019 el premio Equals In Tech, con el que Naciones Unidas reconoce proyectos innovadores enfocados en acortar la brecha de género a través de la tecnología.
Si bien asegura que el objetivo central de la compañía nunca fue hacer dinero, Moschini apuesta ahora a “darle un enorme retorno” a sus inversores con la salida a la bolsa. “Desde el punto de vista de negocios, quiero que nos convirtamos en el estándar mundial de oro en gestión de trabajo remoto, para que la transparencia se convierta en la norma y tocar de esta manera la vida de miles de millones de personas que a través de tecnología podrán conectarse con el mundo del trabajo”, dice Moschini, y sintetiza: “Queremos ser el Amazon del talento global”.
LA NACION