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Musk–Milei, interés en el litio argentino, sin anuncios de inversiones y con preferencias por Asia

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Bajada la espuma de las selfies, la reunión del magnate con el presidente amerita cautela. Aunque Tesla seguirá comprando litio de Catamarca, descartan la instalación de una fábrica en Argentina. Musk le da like a Milei pero invierte en Asia y en México.

Federico Dada

@fedexdada

Especial para DossierWeb

Reserva de Litio en el norte argentino

Hasta hace unos días, la única relación formal conocida entre Elon Musk y la Argentina, era el proyecto Fénix, en Catamarca. Su empresa de autos eléctricos, Tesla, se abastece en parte de litio argentino extraído del Salar del Hombre Muerto, y es la empresa norteamericana Livent, que este año se fusionó con la australiana Allkem y formaron Arcadium Lithium, las que proveen a Tesla de litio argentino.

Un poco antes, a principios de 2022, ejecutivos de Tesla ya habían estado en el país para conocer el proyecto de Livent. En esa visita, le confirmaron al entonces ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, que no instalarían una fábrica en la Argentina. “Sí podemos evaluar instalar alguna fábrica de componentes porque estamos retirando algunas de China a Estados Unidos y México”, dijeron los enviados de Musk, palabras más, palabras menos.

Tesla busca para todas sus plantas un abastecimiento sostenible y seguro, pero para el ingeniero argentino Eduardo Gigante, consultor del sector, Musk “no va a comprar una minera”. En un diálogo con DiarioAr, el especialista explicó que “Tesla se provee sobre todo de litio extraído de roca dura de Australia y China, no tanto de los salares”, como hay en Argentina y Chile. Y aclaró que “sí compra algo de carbonato de litio a empresas como Livent y después lo transforma en hidróxido de litio en China para usarlo en sus baterías”.

Hay que tener presente que en la Argentina hoy sólo se produce carbonato de litio, y si bien la polémica Posco tiene un proyecto para elaborar hidróxido, por ahora la empresa de Musk no fabrica baterías y las compra a la japonesa Panasonic y a la china BYD.

Después de esto, la reunión entre el presidente Javier Milei, y el segundo hombre más rico del mundo, ocurrida hace unos días en Austin, Texas, puede ser leída con cautela. Sobre todo, las tres provincias que forman parte del triángulo del litio en la región –Jujuy, Catamarca y Salta–, tienen presente que tras cuatro meses de gestión, Milei llama la atención de inversores hacia la Argentina, pero no ha conseguido concretar la llegada de divisas tangibles.

Por eso, el primer encuentro personal con el magnate dueño de Tesla, SpaceX, Starlink, Boring Company, la red social X y Neuralink, entre otras, ofrece varias lecturas.

Es sabido que Musk tenía razones de peso para recibir a Milei: espera que su planta en Texas comience a fabricar un millón de autos eléctricos en 2025, pero necesita minerales críticos como el litio. Y una Argentina que posee una de las mayores reservas de litio del mundo, puesta en bandeja por su presidente, podría ser para considerar.

Piletas de litio en Latinoamérica

El otro gran interés de Musk es el mercado de las comunicaciones. El DNU 70 que emitió Milei en diciembre pasado, desreguló el mercado, entre los que se cuentan los servicios de internet satelital. Y en otro movimiento amistoso, en febrero pasado el Gobierno le abrió las puertas a Starlink para que comience a operar en el país.

Si bien suma la gestualidad de los pulgares en alto de Milei y Musk para ganar likes orquestados en las redes sociales, el objetivo del argentino de volver al país con un anuncio concreto de inversiones al sector del litio, no se cumplió.

Cerca del presidente no esperaban que del encuentro surjan inversiones inmediatas del magnate, pero admiten que es “una señal muy importante al mundo”. Desde la comitiva presidencial mantuvieron el entusiasmo por la posibilidad de que la buena sintonía entre el empresario y Milei, se traslade a inversiones concretas en el país. No lo admiten en público, pero saben que los ojos de Musk están hoy en Asia.

Aunque el embajador Gerardo Werthein, habló de “amor a primera vista” o “dos almas gemelas”, para describir el encuentro, expresiones que sobrepasan el lenguaje diplomático, también detalló que conversaron “de las oportunidades de inversión en la Argentina en litio” y “generar valor agregado que pueden surgir para el litio y para procesar el litio en instancias posteriores, ya sea baterías o en la cadena de producción”.

Según fuentes oficiales consultada por Dossier Empresario, se habló en términos generales y no se especificó sobre posibilidades de inversión en la provincia de Salta ni en ninguna otra provincia argentina, ni de la instalación de una mega fábrica de litio en esta provincia.

Sí acordaron ambos realizar “un gran evento” en la Argentina, en el segundo semestre de 2025, sobre tecnología,  crecimiento económico y demografía. El empresario de origen sudafricano tiene interés en la tasa de natalidad global, y un eventual congreso en la Argentina con estas temáticas, lo traería a la Argentina el año próximo.

Musk invierte en Asia

Mientras Milei hizo denodados esfuerzos para encontrarse con Musk y tentarlo a invertir en Argentina –sin contar el tramo BsAs-Miami, viajó 2000 km de Miami a Austin que fueron 3 horas de avión de ida y 3 de vuelta, para 1 hora y 20 minutos de reunión–, el diario inglés Financial Times, confirmó que ejecutivos de Tesla viajaron a India para comenzar a buscar un lugar donde abrir una nueva fábrica.

El hecho no sorprende. Musk mira a los países por sus aptitudes para hacer negocios, sin importar las afinidades políticas o ideológicas. Hay varios ejemplos. En China su gobierno comunista es lo de menos. Musk instaló una de las más grandes fábricas de su emporio en el gigante asiático que tiene uno de los mercados automotor más grande del mundo automotor, lo que anticipa un terreno muy apto para los vehículos eléctricos. De hecho, Tesla compra carbonato de litio a Livent, asentada en Catamarca, y lo lleva a China donde lo transforma en hidróxido de litio para usarlo en sus baterías.

La India no se queda atrás: es otro mercado con cientos de millones de potenciales compradores. Según DiarioAr, su primer ministro Narendra Modi accedió a aprobar recientemente una norma para reducir las tarifas de importación de vehículos eléctricos, con la condición de que las empresas cuyos autos paguen menos impuestos se fabriquen en India en un plazo menor de tres años. Pragmatismo mata afinidad ideológica.

Un caso similar a China, ocurre con México, donde gobierna Andrés López Obrador, para nada liberal ni promotor del libre mercado. Es otra prueba de que la sintonía ideológica no es importante para Musk a la hora de cerrar acuerdos con los países. En tierras aztecas, Tesla comenzará a vender sus vehículos desde ese país a partir del 2026. Este movimiento fulmina toda idea de pensar que Tesla vaya a poner una fábrica en Argentina y producir autos eléctricos, debido a falta de capacidades técnicas de producción a escala, y porque con México cubrirá gran parte de América Latina.

Litio catamarqueño a Texas

Elon Musk tiene asentado su emporio en Texas. Las instalaciones de su gigafactory Tesla está en Austin, y su empresa aeroespacial Space X en Boca Chica Village, en el condado de Cameron, en el sur del estado, muy cerca del límite con la frontera de Matamoros, en México. Austin se fue convirtiendo en un nuevo Silicon Valley, debido a que ofrece impuestos más bajos a las grandes compañías, en abierta disputa con California.

En ese contexto, a mediados del año pasado, Musk anunció en un acto del gobernador tejano Greg Abbott, la construcción de una refinería de litio en Corpus Christi, una ciudad ubicada en la costa sur del estado de Texas, en el golfo de México. La meta de Tesla es terminar este año la construcción de la nueva fábrica y alcanzar la plena producción en 2025.

Este hecho tendrá resonancia no solo para los países que integran el triángulo del litio, como son Argentina, Chile y Bolivia, sino que su impacto será global. Según Reuters, el proyecto de Musk es centrarse en el complejo sector del refinado y procesamiento del litio dejando en un segundo plano la fabricación de automóviles. Este paso sería clave para avanzar en la venta de vehículos eléctricos.

En esa ceremonia con el gobernador republicano a su lado, Musk admitió que “si miramos unos años más adelante, un punto de estrangulamiento fundamental en el avance de los vehículos eléctricos es la disponibilidad de litio de calidad para baterías”.

Con esta refinería en marcha, Tesla se convertirá en el único gran fabricante de automóviles de Estados Unidos que refinará su propio litio. Actualmente, es China la que domina el procesamiento de litio y muchos otros minerales críticos. Es un paso estratégico de Musk, alineado con el candidato republicano Donald Trump, otro admirado por el presidente Milei.

En ese acto, el gobernador Abbott dijo que “Texas quiere ser autosuficiente, no depender de ninguna nación extranjera hostil para lo que necesitamos. Necesitamos litio”, apuntando contra la misma China en la que Musk tiene inversiones.

Tesla no tiene especificado el volumen de litio que la nueva planta procesaría por año, aunque el multimillonario indicó que seguirán comprando el mineral blanco a sus proveedores habituales, entre los que están Livent Corp, que explota el Salar del Hombre Muerto en Catamarca, y Albemarle Corp, el mayor productor mundial de litio, que opera desde Atacama, Chile. “Tenemos la intención de seguir utilizando proveedores de litio, así que no es que Tesla vaya a hacerlo todo”, dijo Musk, hace unos meses, dejando la puerta abierta, más que a la Argentina, al mundo entero y sus mejores postores.


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