La producción vitivinícola es desde hace años una de las buenas noticias que tiene la provincia. A partir del nivel y la reputación de la que gozan los vinos de altura, la provincia supo ubicarse como uno de los puntos que tiene esta actividad en nuestro país.
Unas 40 empresas abocadas a esta industria componen la Asociación de Bodegas de Salta y en diálogo con Dossier Web, su titular y fundador de la bodega Altupalka, Alejandro Martorell, se refirió a la realidad y los desafíos que tiene por delante esta actividad que le permite a Salta abrirse al mundo de una manera única.
-. ¿Qué evaluación haces de la realidad del sector?
Evidentemente hemos registrado un crecimiento en los últimos 20 años. Ese crecimiento tiene un límite, porque no hay que olvidarse que el Valle Calchaquí tiene un clima muy desértico, entonces tiene limitantes y la gran limitante es el agua. Los suelos son otra limitante, por lo tanto es difícil encontrar lugares con suelos buenos y agua apta. En este momento tenemos en la provincia unas 3.900 hectáreas plantadas y el límite no está mucho más alto que eso. Pero, más allá de eso, yo lo que más destaco es el crecimiento en calidad de los vinos salteños. Esa es una gran transformación. Salta nunca va a ser productora de un volumen alto, como pueden ser San Juan o Mendoza, por la cantidad de hectáreas plantadas, pero sí podemos aspirar a tener los vinos de mayor calidad. Y en eso el techo todavía está lejos, no hemos tocado el techo.
-. ¿A qué se debe ese crecimiento exponencial de la calidad?
Primero se comenzó a descubrir los territorios y se comenzó a explorar el potencial que tiene el vino de altura. Tenemos los viñedos más altos del mundo y eso hace que tengamos una uva muy diferente y podamos hacer vinos realmente diferentes. Eso se debe a algunos factores claves: suelos pobres, una radiación solar 30% mayor que la se tiene a la altura del mar y una marcada amplitud térmica con noches frescas y días calurosos. Todo esto provoca estrés en la planta y también tenemos mucho viento lo que nos da sanidad. En segunda instancia, la producción local es especial porque sus vinos son distintos entre sí, porque hay tantos micro terrores en los que se obtienen distintos productos aún con la misma cepa. Entonces, es un proceso muy interesante donde, digamos que lo que define a los vinos de Salta es su diversidad y su calidad.
-. ¿Qué tiene el sector vitivinícola para aportarle a la provincia?
El vino siempre es una buena noticia y esa buena noticia se convierte en embajador de la provincia. Nosotros vemos en el Valle Calchaquí cantidades de turistas que nos visitan desde otros países porque vienen a probar nuestros vinos. Hace semanas participamos de una misión comercial en Paraguay y notamos el interés que tiene la gente de este país vecino por venir a Salta. Entonces, el vino tiene mucho para aportarle a la provincia como imagen y se convierte en un embajador
-. ¿Qué porcentaje de vino salteño se exporta?
Nosotros producimos el 1,5% de vinos del país, pero el promedio del precio del vino que se exporta de Salta es mucho más alto que el vino del resto del país. O sea, exportamos vinos más caros.
-. ¿Con qué obstáculos se está encontrando el sector vitivinícola?
El principal obstáculo que tenemos es para exportar con la multiplicidad de dólares que tenemos porque pagamos los insumos con un valor de dólar y cuando exportamos los vinos cobramos un dólar que vale la mitad. Ese es un obstáculo importante. En el mercado interno tenés otros obstáculos, por ejemplo, en la década del 70’ u 80’ se tomaban 90 litros de vino per cápita en el país y ahora se toman 18 litros porque existen otras bebidas que coexisten y compiten con el vino.
-. ¿Los bodegueros locales se sienten respaldos por los gobiernos para potenciar y desarrollar al sector?
Hay lugares donde tenemos muy buen apoyo y de hecho hicimos muy buenas cosas con ProSalta. También tenemos el apoyo de la Secretaría de Comercio y del Ministerio de la Producción. Obviamente quisiéramos tener más respaldo, pero en cosas puntuales hemos tenido el apoyo de la provincia.
-. ¿Hacia dónde se proyecta la Asociación de Bodegas de Salta?
Durante la pandemia trazamos un plan estratégico hasta 2025 y allí definimos lo que queríamos en algunas áreas. Por ejemplo, definimos qué era lo que queríamos en relación al enoturismo porque se trata de un aspecto sumamente importante para nosotros. También fijamos objetivos en cuanto al manejo de las aguas y la sustentabilidad
-. ¿Qué significa Altupalka en tu vida?
Desde 2007, cuando compramos una finca en Molinos, empezamos a vivir esta fantástica experiencia. Es un proyecto familiar y vamos avanzando. Yo creo que aún estamos en una etapa de desarrollo.
-. ¿Qué cantidades de litros están produciendo?
Estamos haciendo más o menos 30.000 botellas, pero producimos 300.000 kilos de uva que vendemos también.
