Especialistas en el tema advierten que se deben tomar recaudos y que los padres deben acompañarlos y ayudarlos a evitar inconvenientes.
En vacaciones, la disponibilidad de tiempo libre de niños y adolescentes, predispone al mayor uso de internet y con ello están expuestos a riesgos para su seguridad como ya es sabido.
Lorena, mamá de 4 hijos contó que ahora tienen más tiempo libre y por eso si no tienen algo en qué ocuparlo optan por la tecnología, en particular los adolescentes.
“Juegan y ven series en la compu, por eso los llevo todas las tardes a la pile del camping”, relató.
Contó que no ha tenido ningún episodio que le haga sentir inseguridad, conoce a sus hijos y sabe que son precavidos, además de que usan poco las redes en comparación con otros chicos. De todas formas dijo que es un tema de charla y que hay confianza. Suele contarles sobre casos sobre los que se informa y alertarlos sobre la manera en que actúan quienes pueden ser una amenaza.
Jorge Chávez, abogado especializado en jóvenes y su relación con las redes sociales, consideró que hay un aumento de este consumo en vacaciones pero no lo cree significativo ya que lo que hacen es adaptarlo a los nuevos horarios.
“En la época de clases tienen una rutina, saben cuándo contestar, cuándo usar el celular (por ejemplo en los recreos, cuando viajan o entre actividades), lo que hacen en vacaciones es reprogramar esos horarios, le dedican quizás un poco más, conforme al nuevo calendario”, detalló.
También puede ocurrir, en particular entre adolescentes, que se queden conectados hasta más tarde por la noche y más veces por semana, ya que las vacaciones conllevan más licencias. Para Chávez esta es una práctica bastante común en este segmento, que si bien puede incrementarse en esta época, sostienen durante todo el año, aún cuando deben ir al colegio.
Riesgos on line
Para los niños y adolescentes “navegantes y conectados” los riesgos abundan.
Las redes son herramientas utilizadas por agresores sexuales, no sólo pedófilos sino que hay una amplia gama de categorías, aclaró el abogado.
También son utilizadas por operadores de redes de trata en la primera etapa, la de captación, lo cual puede iniciarse como un contacto amoroso o una oferta de trabajo.
Hay otros riesgos vinculados a la información que comparten sobre lo que ellos o sus padres realizan y la deja a disposición de quienes buscan delinquir por ejemplo para realizar un secuestro.
Asimismo, pueden ser víctimas de violencia por sus mismos contactos, lo que se conoce como ciberbullying. Eso puede ocasionar situaciones complejas en lo inmediato y en algunos casos extenderse a largo plazo. Tal es el caso -por dar un ejemplo- de una fotografía subida por el propio usuario, que pueda ser motivo de burlas o comprometedora y que es susceptible de reaparecer unos años después para afectar su reputación.
Chatear con desconocidos, aceptar amistades de la misma índole, dar información personal o dejarse llevar de una página a otra hasta llegar a algunas con información sospechosa se encuentran entre las prácticas más habituales de los jóvenes consumidores y que los pueden poner en una situación riesgosa.
Pensamiento crítico
La presencia o ausencia de pensamiento crítico sería el meollo del asunto. Los niños y adolescentes suelen no tenerlo tan aguzado justamente por su inexperiencia, son fácilmente manipulables por su falta de desconfianza lo cual los deja en una situación vulnerable.
En el caso de los adolescentes peor aún porque concepciones propias de la edad como ser osado es aceptado por los pares mientras que suelen tener “ínfulas de inmortalidad”, el famoso “a mí no me va a pasar”.
Mucho más vulnerables serán quienes además tengan carencias en su formación, consideró Chávez.
Por el contrario, y desde la misma perspectiva del juicio crítico, los padres pueden orientar a sus hijos sobre publicaciones propias y ajenas, gracias a que las experiencias de vida les han permitido desarrollarlo. Esto, indistintamente del dominio de la informática que tengan, según señaló el especialista en delitos informáticos. Reconoció que si conocen sobre el asunto mucho mejor será pero que si así no fuese, su verdadero aporte es justamente el juicio de valor que hagan sobre la información misma, indistintamente del medio.
En el mismo sentido opinó David Harley, investigador de ESET, empresa dedicada a la seguridad informática, que emitió un comunicado con recomendaciones sobre recaudos que deberían tomarse. “Si un hijo sabe más que los padres acerca de la tecnología, eso no significa que también sepa más sobre seguridad personal. Los niños y los adolescentes suelen ser bastante indiferentes acerca de los riesgos de la tecnología, ya que crecieron con ella. Sin embargo, no tienen la experiencia de vida que tienen los padres”, mencionó.
Recomendaciones
Tanto el abogado Jorge Chávez como la empresa ESET dieron sugerencias para evitar situaciones de riesgo y acompañar a los niños y adolescentes en el uso de internet.
Confianza. para Chávez, la confianza y el diálogo entre padres e hijos es la herramienta fundamental. Que los segundos se sientan cómodos de contar y consultar lo que habilitará la posibilidad de aconsejar por parte de los primeros.
Estar informado: también recomendó a los padres estar al tanto de las cosas que suceden en las redes, lo que se logra simplemente manteniéndose informado a través de los medios de comunicación, lo mismo que deberían hacer con cualquier otro aspecto vinculado a situaciones por las que atraviesa su hijo o hija.
Criterio: saber cuándo es tiempo de habilitar el uso de redes de un chico dependerá de su grado de madurez y responsabilidad. Desde el punto de vista del especialista antes de los 13 años no hay necesidad de que los chicos las usen. Pero además “hay que enseñarles que son una herramienta, que permiten socializar pero deben saber qué decir y cuándo”.
Precaución: es una buena idea inculcarles un sentido de precaución, haciendo las restricciones necesarias y explicándoles a los hijos la razón de las mismas, de manera que entiendan los riesgos que existen en internet, sugiere ESET.
Farsantes: dejar en claro que las personas con las que se reúnen y hablan online no siempre son quienes dicen ser. En internet es muy fácil pretender ser alguien que no se es, destaca la empresa.
Privacidad y protección: estar atentos a la información personal que se comparte ya que esta puede replicarse. Asimismo pueden utilizarse aplicaciones para incrementar la seguridad en la navegación.
Fuente: Los Andes