Las representantes del sistema financiero dicen que están dadas las condiciones económicas para que los bancos vuelvan a crecer. Sin embargo, falta confianza A poco de cerrar un año difícil en lo financiero –tanto a nivel global como local–, los bancos argentinos encaran 2010 con optimismo, aunque aún con bastante cautela. Por un lado, las entidades reconocen que tienen ahora algunas ventajas que no estaban presentes un año atrás, ya que las expectativas de apreciación del dólar se han frenado y los depósitos en pesos han vuelto a crecer. Sin embargo, también admiten que las condiciones para que se reactive el sistema bancario y, en especial, la financiación a las empresas y a las familias; siguen siendo insuficientes: los conflictos políticos y sociales que azotan al país son un escollo que habrá que sortear.
En eso coincidieron los representantes del sistema financiero argentino reunidos en el panel de “Banca y Finanzas” que se llevó a cabo ayer, en el marco de el 2º Encuentro de los Líderes: Federico Sturzenegger, presidente del Banco Ciudad; Guillermo Francos, titular del Banco Provincia; y Mario Vicens, presidente de la Asociación de Bancos de la Argentina (ABA).
“El sistema financiero local ha tolerado muy bien el cimbronazo que significó la crisis global. Por un lado, ayudaron las políticas prudenciales del Banco Central, que estuvo dispuesto a proveer de liquidez cuando las entidades lo necesitaron. Pero además, nos favoreció el bajo endeudamiento de las familias y de las empresas y la poca integración de los bancos argentinos al mundo”, indicó Vicens. Por su parte, Sturzenegger señaló que si bien la banca local toleró el impacto de la crisis internacional, se notó en 2009 una fuerte caída en la financiación a las empresas y a los individuos. “El Banco Ciudad estaba otorgando unos $ 50 millones en préstamos hipotecarios por mes a fines de 2008. Ahora, se prestan sólo $ 12 millones”, indicó.
La caída de la financiación al sector privado es algo que también remarcó Guillermo Francos. El crédito bancario es hoy insuficiente. En esta crisis, el sector privado frenó la demanda de préstamos, y también los bancos se quedaron con una excesiva liquidez”, dijo Francos. De cara al 2010, en tanto, el titular del Bapro señaló que “está todo dado para que el país crezca y el crédito se recupere. Sin embargo, para que eso suceda realmente haría falta que se dé un acuerdo político, social y empresario que establezca reglas de juego comunes. Las condiciones internacionales están: depende de los argentinos”.
Algo similar opinó Sturzenegger. “La estabilidad cambiaria parece posible en 2010. Argentina va a hacia una buena cosecha de soja, por lo que el balance cambiario estará ordenado, y la política monetaria marcha bien. Sin embargo, está latente un problema de confianza que obstaculiza el crecimiento del país. Hay varios conflictos por resolver, y la incertidumbre sobre el escenario político es mucha”, indicó. Finalmente, Vicens resumió su visión sobre el futuro de los bancos: “Para que haya un crecimiento sostenido en el largo plazo se requiere no sólo buenos precios internacionales de los commodities y buenos fundamentals económicos, sino también un contexto político y social que acompañe”.
FUENTE: Cronista Comercial