Los gobernadores de tres provincias coincidieron en considerar necesario un replanteo del modelo organizacional del país. El precoloquio anual regional que se realizó en Salta, sirvió para escuchar un diagnóstico institucional crítico.
Tal vez la frase franca que dijo el gobernador de Jujuy, Walter Barrionuevo grafique el clima del último panel del precoloquio de Idea realizado en Salta. El mandatario pidió “barajar y dar de nuevo” y en esa simple definición resumió el espíritu de lo que posteriormente afirmó el gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey y previamente el de Chaco, Jorge Capitanich.
El último panel fue el más jugoso porque abundó en definiciones políticas tan apreciadas por el público que habitualmente asiste a los encuentros de Idea, un foro empresario que se hizo conocido (y temido) por los temas que aborda, la calidad de sus expositores y las preguntas a quemarropa que formulan los asistentes y que en Salta sufriera el chaqueño Capitanich.
Con un concepto algo menos lírico, el salteño Urtubey pidió un pacto refundante y un clima que genere confianza. Previamente realizó un repaso de cifras que marcan cláramente la coexistencia de dos argentinas y que por una cuestión de proximidad graficó en el ejemplo de lo que ocurre en Bolivia con la opulencia de un sector del país y la pobreza del otro.
Recordó Urtubey que mientras Buenos Aires tiene una proporción presupuestaria de 25 mil pesos por habitante, Salta tiene 3.310 pesos, lo que lo llevó a sostener que “no es la misma Argentina” y con sus dedos apenas entreabiertos graficó que nuestro país estuvo a punto de vivir una situación similar a la de Bolivia en materia de distribución de riqueza. Además, señaló que el Producto Bruto Geográfico de Salta es la mitad del de Capital y advirtió que si no se enfrenta esta problemática, no se va a parar la usina de hacer pobres. “Vayamos a las causas”, pidió.
En su exposición, el gobernador salteño dijo que la región necesitará 140 años para llegar a un punto de convergencia con el PBG de las zonas más desarrolladas. Demasiado tiempo para esperar.
El panel de gobernadores cerró un programa que tuvo su pico cuando el economista Ricardo Arriazu trazó un panorama nada optimista en materia económica y dijo que la vuelta a los brazos del Fondo Monetario Internacional no será nada fácil con estadísticas poco creíbles. El país "ha recurrido a la estafa" y que ello requerirá de grandes esfuerzos "para que le crean los argentinos y en el exterior". Según el especialista, con la actual productividad la economía argentina "puede crecer de manera sustentable no más del 3,5%". Y reiteró que el retorno a los mercados implicará "esfuerzo y transparencia".
Confianza
Durante el precoloquio también se presentó los resultados de una encuesta sobre "Expectativas de Ejecutivos" que el Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (IDEA) midió durante el bimestre julio-agosto. El estudio concluye que para los empresarios se observa un "cambio de tendencia" en el segundo semestre, durante el cual, dicen, "se prevé que la coyuntura económica se acerque a un punto de inflexión". La confianza se refleja en la reactivación; la demanda dispara un crecimiento del mercado interno, y mantiene el nivel de empleo. El estudio de la crisis internacional en el país "se sintió en forma similar a episodios como la crisis de los mercados asiáticos y el default de la deuda rusa".