El informe, que se basó en un análisis de escenarios y datos económicos globales, aclara que este impulso económico no está garantizado, sino que dependerá de varios factores clave.
Entre ellos menciona la confianza de los consumidores, la cooperación entre sectores y una gobernanza clara y responsable.
En base a estas premisas, establece tres escenarios. En el escenario optimista, la IA podría generar un crecimiento del 15% del PBI mundial.
En un escenario intermedio, con contextos de menor confianza y colaboración, ese impacto se reduciría al 8%.
Sin embargo, aun en el peor escenario, el pesimista, estaría garantizado un crecimiento de 1% durante el período analizado.
La presión para que las empresas se reinventen es la más alta de los últimos 25 años
Detrás de este proceso existe un factor adicional que contribuye a los resultados mencionados: la presión para que las empresas se reinventen es la más alta en los últimos 25 años.
Actualmente esa presión afecta a 17 de los 22 sectores globales analizados por el estudio de PwC. Y estima que sólo durante el corriente año, unos 7,1 billones de dólares en ingresos de las compañías podrían cambiar de manos entre empresas como resultado de esta transformación.
El informe también advierte sobre los riesgos de no actuar con responsabilidad, destacando que los beneficios de la IA sólo se podrán alcanzar si se abordan adecuadamente los desafíos sociales, regulatorios y tecnológicos.
Es por eso que destaca que los riesgos climáticos físicos podrían causar una contracción de la economía mundial del 7% en 2035.
El informe concluye además que el crecimiento de las compañías dependerá de cómo se gestionan los riesgos asociados y de la voluntad colectiva para construir un ecosistema digital inclusivo y sostenible.
Roberto Cruz, socio de PwC Argentina y responsable de la práctica de IA e Innovación Digital, aseguró en ese sentido: “La IA no solo puede impulsar el crecimiento económico, sino también redefinir la forma en que los sectores interactúan y satisfacen las necesidades de las personas. Pero para lograrlo, es fundamental que su implementación se base en la confianza, la ética y la colaboración entre actores públicos y privados”.
El cambio climático es uno de los factores que están reconfigurando la economía global
Según el informe de PwC, la IA, el cambio climático y los cambios geopolíticos están reconfigurando la economía global. Y en función de esto, el estudio analiza hacia dónde se moverá el valor durante la próxima década, con la intención de que los usuarios puedan construir un negocio preparado para el futuro y aprovecharlo.
Específicamente en lo que hace al sector manufacturero, el informe hace referencia a “la Cuarta Revolución Industrial” en la cual los fabricantes son un referente de innovación, adoptando nuevas tecnologías como la automatización, la impresión 3D y la IA para impulsar su productividad, eficiencia y agilidad.
“Las empresas ya están utilizando estos avances para reinventarse. Gracias a estos esfuerzos, se podrían redistribuir hasta 1,8 billones de dólares en ingresos de fabricación en 2025”, específica.
Pero esa reconfiguración sectorial en la manufactura no tiene que ver sólo con la tecnología. Suma otros catalizadores poderosos, como la necesidad de aislar las cadenas de suministro de las crisis climáticas, el impulso para mejorar la sostenibilidad y la circularidad, la creciente demanda de trabajadores con habilidades especializadas y el impacto de las tensiones geopolíticas en las rutas comerciales.
El informe sostiene que el segmento de producción de manufacturas será una zona más diversa y tecnológicamente avanzada, donde las empresas integrarán sus capacidades y conocimientos para crear ofertas que satisfagan mejor las necesidades cada vez más complejas de los clientes. El nuevo grupo de actores en este rubro incluye a fabricantes clásicos, junto con proveedores de IoT, empresas de IA, especialistas en ciberseguridad y empresas de robótica.
Las empresas encontrarán oportunidades de crecimiento al analizar los sectores tradicionales y reconocer las distintas áreas de necesidad de los clientes, como las materias primas, los datos de fabricación, las soluciones climáticas y la ciencia de los materiales. Para 2035, el sector de la fabricación podría aportar 34,17 billones de dólares al PIB mundial, lo que representa aproximadamente una cuarta parte de la producción total.
Fuente: Ámbito