Celeste es emprendedora por naturaleza, si bien pasa gran parte de sus días en la Puna donde ejerce como profesora, es la creadora de A La Plaza, un emprendimiento inspirado en su hija de tres años que nació durante la pandemia del coronavirus. Se dedica a alquilar plazas de juegos con diferentes temáticas y posibilitando una libertad de juego e imaginación para los más chiquitos.
En diálogo con Dossier Web contó cómo nació este sueño que crece a paso firme. “Este proyecto nació de una conversación con una amiga, vimos que era una buena idea y no dudé en ejecutarla. Toda la inversión la hice el 5 de marzo de 2020, en medio de la pandemia”.
Con todo listo para salir al mercado llegó el mensaje en cadena nacional, el presidente Alberto Fernández anunciaba una cuarentena estricta, la primera de varias y esto lejos de frustrar su proyecto lo potenció.
“Primero no sabíamos qué hacer porque teníamos todo listo para salir al mercado, entonces vi a mi hija aburrida en casa, encerrada y ahí se me ocurrió alquilar las plazas para llevar a las casas por varios días”.
Reconoce que al principio no sabía cuánto cobrar entonces puso un precio por demás accesible, “cobraba 200 pesos por día y así nació un boca a boca imparable, me pasó de no ver las plazas por semanas enteras”.
La demanda creció mucho “me pasó de retirar una, desinfectarla ponerla a punto y llevarla enseguida a otra casa”. De todas las propuestas que presentó la granja fue la más pedida, inclusive la tiene reservada hasta diciembre, consta de animales, corrales y huertas con varias verduras, todas pensadas para que los niños imaginen y jueguen.
“Me gusta la crianza respetuosa, el juego libre, los chicos saben cómo usar los juguetes, no necesitan que alguien los haga jugar y nuestro objetivo es respetarlos y brindar herramientas para que despeguen su imaginación”.
Actualmente Celeste vive en la ciudad y en la Puna, donde es docente, “mientras yo trabajo aquí me hago cargo de coordinar todo y mi marido es el que va ir arma las plazas según el cronograma de alquiler que tenemos”, cuenta muy feliz de ver como este sueño crece día a día.
Hoy son varias las opciones que tienen disponibles, todas las plazas son para niños de hasta seis años, la primera es la Toddler, pensaba para los más chiquitos, los que aún no caminan y tiene un combo pensado en su motricidad y como ir ejercitándola.
Luego está el combo A Jugar que tiene peloteros, sube y baja, triciclos, aviones, barcos, todo echo en madera, “mi emprendimiento respeta el medioambiente porque no generamos desechos”.
Le sigue la Petit House que tiene cocina, accesorios, mesa con banquitos, cuna, coche, y muñecas Waldorf.
También está la Plaza Dino con un pelotero jurásico, carpas de acampe, fogata, puff, un volcán, un circuito de huellas de dinosaurio y dinosaurios de madera.
Y la más buscada, La Granja, que cuenta con un pelotero granero, tractor, huerta y animales como gallinas, cerditos, vacas y caballos.
Celeste cuenta que además han diseñado agregados como legos gigantes, pistas de autos, accesorios de bosque, todo para armar un escenario imperdible para los niños.
“Amo este proyecto, todo el tiempo pienso en juguetes en cómo agregar cosas y mejorar la experiencia, pronto vamos a poder a disposición nuevas temáticas, estamos muy agradecidos por la recepción que esto tuvo”.