¿Sigue siendo el dólar la opción más conveniente para evitar que nuestro dinero se desvalorice? ¿Hasta cuándo el plazo fijo en pesos será una alternativa rentable? ¿Los fondos de inversión son una herramienta al alcance de todos”?
Destacados economistas del plano local y nacional responden a estas preguntas y revelan algunas claves que el pequeño ahorrista puede tener en cuenta a la hora de hacer rendir su dinero.
En el actual escenario de crisis económica, con una inflación anual que merodea los 40 puntos porcentuales y un 50 por ciento interanual, con salarios que pierden un 15 por ciento frente al costo de vida y con un escenario de recesión económica que permite anticipar que la situación no va a mejorar en el corto y mediano plazo, intentar aprovechar hasta la mínima posibilidad para capitalizarse o ahorrar es una premisa difícil, pero necesaria.
Sea que se cuente con una pequeña capacidad de ahorros al final del mes o que se disponga de un capital eventual a partir de una indemnización, la venta de un bien o una pequeña herencia, definir qué hacer con el dinero cobra una importancia vital ante el riesgo de perder rentabilidad por la incertidumbre de la economía nacional.
Dossier Empresario consultó con economistas del medio local y nacional, quienes revelaron algunas claves para que el dinero rinda frente a la inflación, de forma que los sectores más afectados puedan atravesar con menos sobresaltos la coyuntura económica del país. En el país, el 68 por ciento de la población pertenece a la clase media baja o baja y estos son los sectores más afectados por el actual panorama económico.
Comprar dólares
En la Argentina, recordó el titular de Delta Consultores, Roberto Dib Ashur, la inflación promedio de los últimos 100 años fue de 103 por ciento. En un contexto como ése, señaló, “ahorrar se convierte en una odisea”. En la actual coyuntura, ahorrar en pesos no es una opción, indicó, ya que el peso no es reserva de valor. “Por eso los argentinos ahorran en dólares”. Actualmente, indicó, hay más de 300 mil millones de dólares de argentinos ahorrados fuera del país (seis veces las Reservas del Banco Central).
El Estado, afirmó, compite con el sector privado por los ahorros argentinos con las Lebacs, las Leliq y los bonos. De todas formas, a las pymes se les hace muy difícil recurrir al sistema financiero o al mercado de capitales para conseguir dinero para apalancarse porque las tasas hoy superan el 70 por ciento.
El economista destacó la necesidad de “cuidar el valor de los pesos con los que se cuenta”. En un contexto de crisis, esta misión se transforma en una preocupación constante, por lo que surge la duda de qué hacer con los pesos. Ponerlos en plazo fijo, dijo, puede ser hoy una alternativa rentable ya que éstos instrumentos pagan del 50 al 55 por ciento, con una inflación estimada del 45 por ciento. Esta situación, advierte sin embargo, puede no durar mucho tiempo más.
Dib Ashur recomendó tener cuidado con lo que llama la “ilusión monetaria”. Pensar que si me pagan el 50 por ciento anual gané efectivamente el 50 por ciento, es una ilusión. Lo que uno ganó con esta tasa es el 50 por ciento menos la inflación del año, o sea que, en el caso de una inflación del 45 por ciento, se ganó el 5 por ciento. Muchas personas retiran el interés recibido y lo consumen. En ese caso se descapitalizan porque el gobierno paga más del 70 por ciento a los bancos”.
La compra de un terreno, un departamento o una casa puede ser también una alternativa, aunque luego de la devaluación, “el metro cuadrado en relación a los ingresos argentinos se disparó y las ventas se ralentizaron”.
Ante este panorama, dijo, “comprar dólares y guardarlos ha sido elegida como la alternativa más tranquilizadora con el correr de los años, aunque también tiene riesgos. “Los que han podido sacar los dólares de la Argentina lo han hecho”.
Plazos fijos
El economista Eduardo Antonelli señaló que, hoy por hoy, las tasas de interés están muy altas y, si bien esto constituye una complicación para las empresas que necesitan financiar sus actividades, para los ahorristas puede ser muy beneficioso si disponen de efectivo. “Si la inflación va cediendo, van a tener una retribución que le gane a la inflación y que, como mínimo, les preserve la platita que pueden tener, ya sea por ingresos periódicos o por un ingreso único”.
La más sencilla de las opciones, señaló, es el plazo fijo. En ese caso, hay que ver qué bancos dan las tasas más altas y firmar contratos de dos meses como máximo ya que la tasa de interés puede bajar a medida que baje la inflación.
Según Antonelli, otra alternativa serían los fondos comunes de inversión, para lo cual se requiere una relación más estrecha con los bancos. Para ello es necesario disponer de tiempo y preguntar sobre las alternativas que se ofrecen en el mercado para armar esos fondos, que son “una especie de combo de títulos públicos, acciones y otros instrumentos financieros”. La tasa de interés, en este caso, va a depender de “cómo rindan esas alternativas financieras”, pero son por lo general elevadas. Recomendó además aprovechar la consulta en el banco para preguntar qué “otras opciones les pueda ofrecer esa entidad para canalizar los ahorros”.
Por último, está la alternativa del dólar, señaló. Esta es una herramienta válida siempre que la persona no tenga una necesidad inmediata de transformarlos en pesos. “El valor del dólar es muy aleatorio y nadie sabe cuándo se puede disparar”. Si bien el Gobierno tiene una estrategia para mantenerlo controlado, en cualquier momento se puede escapar. Por ello, es necesario que la persona no tenga apuro, de forma que “pueda aprovechar de realizar el cambio cuando vea que la circunstancia le es conveniente”.
Recordó además que el dólar también sirve para las transacciones inmobiliarias y para quienes ahorran con la intención de viajar. “Los billetes verdes ya no necesitan estar en el colchón, hoy conviene tenerlo en cajas de ahorro o colocaciones que den ganancias, aunque son más bajas que las de los pesos”. Antonelli descartó el riesgo de un eventual corralito ya que éstos “surgen cuando hay que enfrentar vencimientos de la deuda externa y no se tienen los dólares suficientes”. Ese no es el caso de la Argentina en el horizonte inmediato, indicó. De todas formas, si se tienen dudas en algún momento, la opción es hacer cajas de ahorro cortas.
Cartera diversificada
Damián Di Pace, analista económico y director de la Consultora Focus Market, señaló que, en principio, “a partir de la nueva política monetaria y de la tasa de referencia de bancos, las Leliq, la tasa de liquidez, los plazos fijos tuvieron un alza en la tasa de interés muy importante, hasta del 50 por ciento”. En este escenario, señalo, “uno debería pensar que el tipo de cambio se va a devaluar un 50 por ciento interanualmente, como para no apostar a ese plazo fijo”.
Otra opción es el plazo fijo más UVA, a una tasa del 5 por ciento más el ajuste por inflación. “Como estamos en un período de elevada inflación, puede llegar a ser una apuesta importante de corto plazo”, reveló.
Di Pace indicó que “la otra alternativa es tener una cartera diversificada en la cual uno tenga algo en pesos, como puede llegar a ser un plazo fijo y alguna inversión en Letes, que puede ser en pesos o en dólares. Las Letes, subrayó, están dando una tasa de más o menos el 4,4 por ciento para hacer una inversión en dólares, “lo que es una inversión bastante alta”.
El economista recomiendó también un fondo común de inversión, que equilibra todas las inversiones. “Uno puede elegir diferentes tipos de niveles de riesgo: bajo, medio o alto; pero diversifica los riesgos ante inversores que no sean avezados como por ejemplo en el marcador accionario, que es un poco más complejo, donde hay mayor volatilidad y uno tiene que saber cuándo salir de una posición y entrar en otra, con lo cual esa sería una de las inversiones potables en el sistema financiero ante el actual contexto”.
Ahorrar para vivir
Para muchos, señaló Dib Ashur, el concepto de ahorrar implica también una forma de “hacer rendir la plata”. En este sentido, lo que se recibe como ingreso no se lo guarda, sino que se intenta que alcance para llegar a fin de mes.
El titular de Delta Consultores señaló que, en contextos de alta inflación y poca actividad, “el ingenio popular florece y, para vivir a diario, se recurre diferentes opciones como aprovechar ofertas en las grandes tiendas, que normalmente coordinan un día de la semana con un tipo específico de producto, asistir a las ferias donde además de comprar más barato se puede llegar a utilizar el trueque como mecanismo para adquirir determinados productos, optar por los mayoristas, comprar en mercados centrales o vender y comprar cosas personales por Facebook”.
Otras opciones, añadió, son hacer la compra del día, posponer algunos consumos, bajar las opciones a segundas marcas, cambiar la dieta y empezar a incorporar más pollo para reemplazar la carne de vaca, comprar frutas y verduras de estación e incluso compartir el vehículo para ir a trabajar o llevar a los hijos a la escuela.