La suba de los costos laborales complica cada vez más a las compañías y con un solo ajuste no alcanza.
La modalidad de pagar en “cómodas” cuotas sin interés, una costumbre que adoptaron los argentinos a la hora de consumir, acaba de llegar a los salarios del personal fuera de convenio, es decir, de los profesionales, analistas, jefes, supervisores, gerentes y directores que no están bajo la órbita sindical y, por lo tanto, sus incrementos quedan al margen de las negociaciones paritarias.
Es que, producto de una inflación que este año rondará entre el 25% y el 30%, a las empresas no les alcanzará con realizar un solo ajuste para recomponer los golpeados bolsillos de su personal clave.
Por el contrario, en el caso de los no convencionados, muchas compañías optarán por particionar los porcentajes de subas fijados en sus presupuestos en dos, tres, cuatro y hasta cinco “cuotas”.
Con esta política de otorgamiento, por un lado, las firmas van inyectando pesos en los sueldos para compensar el incremento mensual del costo de vida y, por otro, sobrellevan el alza de los costos laborales, que escalan más rápidos que las subas que pueden aplicar a sus productos y servicios.
Tal como expresó el economista Ernesto Kritz, “el costo salarial hoy es un 42% más que lo que recibe el empleado en términos de remuneración neta, es decir, antes del Impuesto a las Ganancias, cuando en el 2007 era un 35%. Esto significa que, proporcionalmente, el costo laboral ha crecido más que el aumento neto que están recibiendo los asalariados formales”.
En esta línea, el economista experto en materia laboral aseguró también que “el costo salarial ha venido creciendo significativamente desde el 2007, a tasas del 30% anual”.
“Si se lo divide por el incremento de precios que aplican las empresas, la conclusión es que el costo salarial real hoy está en un crecimiento cercano al 13%, lo que implica una importante pérdida de competitividad para las compañías”, enfatizó.
Consultadas por la firma Mercer en febrero acerca de cómo veían sus negocios en la actual coyuntura económica, sólo un 18% de las empresas lo calificó como “positivo”, más de la mitad (52%) lo percibe “negativo”, un 14% “estable”, un 7% “desafiante”, en tanto que el resto (9%) prefirió no pronunciarse al respecto.
Para el mercado de trabajo, puntualmente, el 2013 no será un año fácil. Según Kritz, “el empleo difícilmente llegue a crecer más del 1% y el salario real, es decir, el poder adquisitivo de los sueldos comparado con la evolución del índice de precios, en el mejor de los casos, va a quedar empatado. Con lo cual, la masa salarial no va a ser mayor al año pasado, a lo sumo puede llegar a estar apenas por arriba, pero muy inferior a lo que fue en 2011”.
Este es, en su opinión, uno de los factores que explica por qué la economía no va a crecer demasiado este año, en tanto que “la negociación colectiva se dará en un marco de mayor conflictividad, porque el Gobierno no quería que suban tanto los salarios y por el fraccionamiento del sector sindical donde cada uno trata de conseguir un poco más que sus rivales para posicionarse mejor políticamente”.
De acuerdo al economista, “el ciclo virtuoso de alto crecimiento del empleo y de los salarios ha terminado”. En su visión, “lo que tenemos por delante es un nivel estacionario o levemente creciente del mercado de trabajo, pero en ningún caso comparable a lo que era cinco o seis años atrás”.
“Y esto -advirtió- no es un tema menor sino que, por el contrario, tiene implicaciones políticas porque la gran mejora del mercado de trabajo hasta el 2007 fue el mayor logro que tuvo la actual administración durante los años que gobernó Néstor Kirchner”.
Cómo vienen los aumentos
Pese a este complejo escenario en cuanto a la creación de empleos, la inflación no da tregua y las compañías profundizarán la frecuencia de los ajustes.
Al respecto, Javier Tabakman, director de Talento para Hispanoamérica Central & Sur de Mercer, apuntó que “si bien hasta hace tres o cuatro años las empresas daban un solo incremento o, a lo sumo, dos, en 2013 y como consecuencia del avance de la inflación, ya hay compañías que harán cinco movimientos”.
Este año, tal como muestra la infografía a continuación, apenas un 17% de las firmas recientemente encuestadas por la consultora optará por dar un solo ajuste, el cual, en la mayoría de los casos, se hará efectivo durante este primer semestre.
Fuente: Cecilia Novoa, www.iprofesional.com
