Inflación: no todo es color de rosa
Sin embargo, el banco da cuenta que el dato no tan bueno vino por el lado de su referencia preferida, que es la inflación subyacente, o sea, ajustando la inflación núcleo excluyendo los precios de los alimentos. “De hecho, la inflación núcleo se situó en el 3,5% mensual, lo que demostró ser relativamente estable a la baja en comparación con el 3,6% registrado el mes anterior, pero, al ajustar la estacionalidad, el ritmo secuencial de los últimos tres meses de la inflación núcleo se sitúa en el 60%, tasa anualizada (SAAR)”, explican los analistas.
Al bucear más profundamente en los datos difundidos por el INDEC, el banco destaca que si se desglosa por componente, la inflación de los alimentos se desaceleró hasta el 1,2% mensual (+0,4% punto porcentual de contribución) y marcó el valor más bajo desde julio de 2020, desde el 2,3% del mes anterior y el 3,3% de promedio hasta agosto. “El dato mensual se explicó principalmente por los alimentos frescos (carne, verduras y frutas), que registraron una contribución cero a la inflación este mes”, detalla el informe.
En cuanto al set de precios regulados, señalan que continúan desacelerándose marcando una variación mensual del 2,7% (+0,5 punto porcentual de contribución) lo que fue posible por un combo de un aumento de las tarifas de energía del 3,2% mensual y de los servicios médicos prepagos del 6% y la deflación en los precios de los combustibles. Mientras que los precios estacionales se desaceleraron al 1,4% mensual (+0,2 punto de contribución) impulsados por la deflación en las verduras frescas.
IPC: el J.P. Morgan recalcula pronóstico
Frente a este panorama, el JP Morgan, afirma que con el dato de octubre revisaron el pronóstico de inflación de diciembre de 2024 al 120% interanual. Cabe destacar que, después de que se publicara el dato de inflación de octubre, el presidente Milei anunció que si la inflación mensual se mantiene cerca de la tasa del 2,5% “inducida por el marco de políticas” en los próximos dos meses, la tasa mensual de ajuste del tipo de cambio (“crawling peg”) se recortará al 1%, por lo tanto, “nuestro escenario revisado ahora supone que la inflación mensual promediará 2,5% en el primer trimestre del 2025 (en comparación con el 3,8% anterior), bajo el supuesto de que la Administración Milei desacelera el ‘crawling peg’”. Para el banco, esto es consistente con la inflación de fin de 2025 del 29% anual; y tal curso de acción estaría más alineado con posponer la transición a un nuevo marco cambiario hasta más adelante en el año, explican.
Apostando al “carry trade”
Vale señalar que el dato de octubre implica una inflación interanual del 193% y del 107% en lo que va del 2024, guarismos, aún, elevados para una estabilización macro. Claramente, todas las cartas están jugadas a que el IPC siga en línea en el último bimestre del año y así el “crawling peg” acompañe ajustando en 2025 al 1%, bajando expectativas y presionando a los precios internos. Cabe mencionar que tras el dato de inflación y los movimientos de la curva de tasa fija, el “breakeven” para el último bimestre del año quedó en 2,2% (se trata de la tasa de inflación que iguala la tasa de descuento anual del BONCER T2X5 y la LECAP S14F5). En el mercado calcularon, con miras a las apuestas al furioso “carry trade”, que para los primeros 10 meses de 2025, la inflación que iguala el rendimiento del BONCER TZXD5 con el del BONCAP T15D5 cayó a poco más del 1,5% mensual promedio.