En el paraje Chorrillos a 4.980 metros de altura sobre el nivel del mar y próximo a la localidad de San Antonio de los Cobres se inauguró el observatorio cosmológico del proyecto QUBIC. El instrumento astronómico de clase mundial que busca rastrear el inocio del Universo.
La ceremonia estuvo encabezada por el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación, Daniel Filmus; el co-vocero del proyecto QUBIC, Director del Instituto de Tecnologías en Detección y Astropartículas (ITeDA) y Gerente de CNEA, Alberto Etchegoyen; entre otras autoridades.
Filmus expresó durante la inauguración que “si uno tuviera que describirlo con palabras usaría la emoción y el orgullo. La emoción por dar a luz un proyecto que hace 15 años se viene trabajando, y los que estamos a cargo de responsabilidades nos queda agradecer a las personas e instituciones” y mencionó a la CNEA “orgullo para la Argentina”.
El Ministro agradeció a los países que participan y especialmente “a nuestros amigos de Italia y Francia que lo llevaron adelante y creyeron en nosotros, por la ubicación ideal para hacerlo y la calidad de la gente”, y continuó “también es un aprendizaje en cuanto política de Estado y que los tiempos no son la de los calendarios electorales. Los proyectos científicos exigen miradas a mediano y largo plazo. Hay que apostar a la ciencia y la tecnología para mejorar las condiciones de vida de la humanidad”, cerró.
Colaboración científico-tecnológica
QUBIC (Q&U Bolometric Interferometer for Cosmology, por sus siglas en inglés), es un proyecto de cosmología experimental para medir propiedades de la polarización del fondo de radiación cósmica, que podría revelar la presencia de ondas gravitacionales producidas en las primeras etapas del Big Bang. El proyecto surgió de una colaboración que involucró a 130 investigadores e ingenieros en Francia, Italia, Argentina, Reino Unido e Irlanda. El instrumento se desarrolló en Francia entre 2008 y 2018 y fue probado en ese mismo laboratorio entre 2019 y 2020.
En julio de 2021 el telescopio llegó a la Argentina y fue trasladado al Laboratorio de Integración en la Regional Noroeste de la CNEA (especialmente construido para tal fin) en Salta, donde se ensambló, se puso en funcionamiento y se testeó a lo largo de un año. La instalación del instrumento demandó varias semanas de trabajo dedicadas a la integración y testeo de sus subsistemas, que finalizaron con la colocación del telescopio en la montura de observación.
Actualmente, QUBIC está operativo y en condiciones de comenzar a adquirir datos para calibración. Para lograr esto, fue necesario no sólo construir los caminos de acceso, instalar el albergue y domo en donde está alojado, sino llevar energía y comunicaciones al sitio.
Sobre QUBIC
A pesar del impresionante progreso alcanzado en las últimas décadas en nuestra comprensión del Universo, aún quedan varios enigmas sin solución, tales como los relacionados con la materia oscura, la energía oscura o lo que sucedió en los primeros momentos del Universo.
QUBIC combina la sensibilidad de detectores bolométricos, enfriados a -273o C, con la precisión de la técnica interferométrica y la posibilidad de espectro-imagen: la medición simultánea del color de cada pixel de la imagen, que permite sustraer modos B no primordiales que buscan probar este momento del universo primitivo.
Compite con varios otros proyectos de cosmología observacional que investigan los modos B primordiales: BICEP/KECK, CLASS, SPIDER de Estados Unidos, Ali-CPT de China y el proyecto de satélite japonés (con una importante contribución europea) LiteBIRD (previsto para 2033). Sin embargo, ninguno de estos telescopios puede compararse con QUBIC en lo que hace a las posibilidades que brinda la interferometría.
La teoría de la inflación cosmológica se propuso en la década de 1980 para explicar la geometría plana y la extrema homogeneidad del espacio-tiempo. La inflación proporciona un mecanismo físico para producir fluctuaciones de densidad primordiales en el universo, que luego dieron origen a la estructura a gran escala (cúmulos de galaxias, estrellas). Es un período durante el cual el Universo experimentó una expansión extremadamente rápida, que ocurrió alrededor de 10-35 segundos después del Big Bang.
Aunque todas las observaciones hasta la fecha son compatibles con la teoría de la inflación, todavía no existen pruebas directas de lo que realmente ocurrió. Si la inflación tuvo lugar, los cálculos muestran que debería haber dejado pequeños rastros en forma de ondas gravitacionales primordiales, que dejarían su huella en el fondo cósmico de microondas en forma de cierto tipo de polarización de la radiación, llamados modos B, que ningún otro mecanismo primordial podría producir.
Si se detectan modos B primordiales será una prueba directa de la fase de inflación, un resultado importante en cosmología con profundas consecuencias para la física de partículas. Si bien el descubrimiento final del modo B tendrá que ser confirmado de forma independiente por varios grupos, la colaboración QUBIC se posiciona en un tema de alto impacto en cosmología, y en particular a la Argentina.
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