El Gobierno buscará implementar un impuesto especial a la renta inesperada que constará de una alícuota especial de Ganancias para las Sociedades de 15% para aquellas empresas que hayan tenido una ganancia en términos reales superior a los $1.000 millones.
Así lo anticipó este lunes el ministro de Economía Martín Guzmán, en un acto en el Museo del Bicentenario en el que presentó oficialmente el proyecto. “Una economía que no ataca a la desigualdad no tiene pujanza en la demanda. Por eso diseñamos un mecanismo para administrar esta renta inesperada”, mencionó Guzmán. “Abarca solo a empresas muy grandes de la Argentina”, dijo el funcionario sin mayores detalles.
“Hay sectores que se han beneficiado porque hay precios de commodities que experimentaron aumentos muy grandes. Los precios subieron muy rápido en todo el mundo de alimentos y la energía. Fue un shock a la distribución de la riqueza. Si no se hace nada hay más desigualdad y sociedades que funcionan peor. El Estado debe cumplir ese rol. Queremos que las empresas ganen, pero que el crecimiento sea compartido”, continuó el jefe del Palacio de Hacienda.
Según especificó, se tratará de una sobrealícuota de impuesto a las Ganancias para las Sociedades de Capital aplicable al ejercicio fiscal 2022. La base imponible será, entonces la ganancia neta imponible en términos reales mayor a la del año anterior.
Los sujetos alcanzados serán las empresas cuya ganancia neta o contable sea superior a los 1.000 millones de pesos y además cumplan alguna de las dos condiciones siguientes: por un lado, su margen de ganancia en 2022 sea superior al 10% en términos reales, y que el aumento de ese margen en comparación con 2021 sea de un 20% superior. Esas dos condiciones, afirmó Guzmán, fueron estabelecidas para determinar “un crecimiento de la ganancia real significativo”.
Tendrá vigencia durante el ejercicio fiscal 2022, con los balances finalizados luego de la sanción de la ley y durante un año. La alícuota será de 15% y las empresas lo pagarán junto al vencimiento del impuesto a las Ganancias. Tendrá como destino rentas generales, por lo que será coparticipable. Guzmán anticipó que AFIP en su reglamentación podría implementar anticipos para este impuesto especial.
Por otra parte, el Gobierno había anticipado que “se incluirá un criterio en que si la renta inesperada se canaliza hacia la reinversión, el monto de la contribución será menor”. La “zanahoria” es que tendrán un descuento del gravamen quienes reinviertan esas utilidades “inesperadas”. Durante la presentación de este lunes no hubo mención sobre ese aspecto.
“Hay empresas que se favorecen con el alza de los precios internacionales debido a la guerra y, en consecuencia, venden sus productos a precios más altos obteniendo una ganancia extraordinaria que no proviene de mejoras en la productividad, de mayores inversiones, ni de mayor producción sino simplemente del contexto”, explicaron desde el Ministerio de Economía en un comunicado este lunes.
Un ingreso extraordinario para el fisco en medio del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional podría resultar un “alivio” para el cumplimiento de las metas fiscales consensuadas con el organismo. El programa económico prevé un déficit primario de 2,5% del PBI para este año.
Existen algunos antecedentes internacionales sobre un impuesto de este tipo. El gobierno del Reino Unido anunció a fines de mayo un “impuesto a las ganancias inesperadas (windfall tax)” de las productoras de petróleo y gas para aliviar en al menos USD 6.300 millones el golpe a las familias. Ofgem, el regulador energético británico, calculó que la factura energética del hogar promedio subiría entre 800 libras y 2.800 libras anuales (de USD 1.000 a 3.500) hacia octubre.
Fuente: Infobae