En 1970, Osaka fue la sede de la Exposición Mundial, la primera en su tipo que se realizó en Asia y que mostró la recuperación económica y tecnológica de Japón después de la Segunda Guerra Mundial. Medio siglo después, en medio de nuevos desafíos globales, la ciudad se prepara recibir la nueva cita con un espacio a tono con el siglo 21: con una futurista isla artificial.
Bajo el lema “Diseñando la Sociedad del Futuro para Nuestras Vidas”, la Expo Osaka se realizará en 2025 en Yumeshima, la isla artificial que se construyó en la bahía de Osaka en 1991. Dentro de cuatro años, Japón espera mostrar en este espacio, que al momento es utilizado como un área de logística portuaria, sus avances en robótica, movilidad urbana, ciudad inteligente y la próxima generación de conectividad móvil, en lo que se conoce como redes 6G.
La isla de los sueños
Con unas 390 hectáreas de extensión, este terreno artificial ganado a la bahía de Osaka funciona como un centro de logística y terminal para los containers que llegan al puerto. Para los organizadores, el espacio elegido tendrá un diseño que combinará el cielo, la tierra y el mar, conectado con una vía circular que unirá los diferentes pabellones y sectores de la exposición.
Yumeshima, que significa isla de los sueños, será un escenario que estará a tono para la presentación de los desarrollos tecnológicos e investigaciones que la Expo Osaka 2025 compartirá con todo el mundo. Esta área, que se conecta con la ciudad de Osaka mediante un puente y un túnel bajo agua, está diseñada para resistir movimientos sísmicos y su construcción está cinco metros por encima del punto más alto previsto para un tsunami de grandes dimensiones.
Uno de los platos fuertes de esta Expo Osaka 2025 está la presentación en sociedad de los autos voladores, un concepto de movilidad urbana eléctrica y autónoma, emergente en la agenda de gobiernos y compañías en los últimos años, que Japón promueve con diversos prototipos e iniciativas. Estará acompañada por helipuertos y construcciones dedicadas para esta nueva tecnología de movilidad urbana, un desarrollo que tiene a SkyDrive como una de las firmas más avanzadas en el segmento de los vehículos de despegue y aterrizaje vertical, también conocidos como eVTOL (Electric Vertical Take-off and Landing).
Esta firma, fundada por ex ingenieros de Toyota, logró concretar en 2020 una demostración exitosa con un modelo que pudo despegar y mantenerse en el aire con un piloto a bordo. Con este funcionamiento muy limitado pero prometedor, SkyDrive busca ofrecer un servicio viable que las autoridades niponas puedan regular e implementar en los próximos años.
En el marco de una exposición global de este tipo, uno de los productores temáticos destacados que estará presente en la isla es Hiroshi Ishiguro, profesor emérito de la Universidad de Osaka y jefe de grupo del Laboratorio en el Instituto de la Investigación de Telecomunicaciones Avanzadas (ATR). Especializado en la investigación y desarrollo en robótica, Ishiguro fue el cocreador de Erika, la primera robot androide en protagonizar una película.
Con décadas de trabajo en esta especialización, Ishiguro combina sus conocimientos con un interés ligado a lo artístico. “Cuándo empecé a estudiar robótica e inteligencia artificial me preguntaba qué era lo que estaba faltando; y lo que quedaba fuera era todo lo que tenía que ver con el cuerpo”, dijo el investigador durante una entrevista por videollamada organizada por la Embajada del Japón en la Argentina.
Al momento, sus trabajos están enfocados en dos grupos de robots, orientados para el trabajo rutinario de tomar órdenes en un restaurant, y otro enfocado en modelos con habilidades en la conversación y asistencia a humanos. Además, en un futuro, Ishiguro vislumbra un escenario de trabajo remoto con robots que pueden ser operados a distancia para cubrir una demanda insatisfecha que, dentro de un par de años, tal vez podamos ver estos avances en la isla de los sueños, como parte de las contribuciones para los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que se propone la Expo Osaka 2025.
Un laboratorio para la sociedad del futuro
“La Expo Osaka 2025 tiene por concepto ser un “laboratorio de la sociedad del futuro”. Quiere ser una exhibición a gran escala, que proporcione nuevas experiencias de traslado usando autos voladores, además de contener infraestructura propia de una ciudad inteligente, y dar a luz diversos sistemas, servicios y tecnologías de avanzada tales como un sistema de telecomunicaciones de próxima generación que supere al 5G y una tecnología novedosa que contribuya a la neutralidad de carbono, entre otros”, le dijo a LA NACION Takeshi Nakano, secretario de la Oficina Central para la Exposición Universal 2025 y secretario del Gabinete durante una comunicación por videollamada.
Puede parecer muy apresurado pensar en la próxima generación que reemplazará a las redes 5G, que todavía tiene un incipiente despliegue en muchos países. Sin embargo, el sector de las telecomunicaciones planea acortar aún más los procesos de análisis y desarrollo, por lo que esta futura tecnología, que lleva el nombre tentativo de 6G, podría tener una velocidad máxima de datos de 1000 gigabits por segundo, una latencia de una décima de milisegundo y 50 veces la velocidad de datos máxima del 5G.
Sobre estos avances, uno de los puntos más visibles que tienen las exposiciones mundiales de este tipo está en el nacimiento de nuevas tecnologías y productos que logran tener un impacto directo en la sociedad. “Por ejemplo en el año 1853 se exhibió el ascensor en la Exposición de Nueva York y el teléfono en la Exposición de Filadelfia del año 1876. Por su parte, la cinta deslizadora fue uno de los adelantos destacados que tuvo la Exposición de Osaka de 1970″, dijo Nakano, una década donde Japón experimentó un período de rápido crecimiento económico.
“En ese entonces el futuro era fácil de perfilar y la realización de la Expo era más simple de concretar. Hoy, la sociedad ha madurado y diversificado sus valores. Es muy difícil entrever el futuro”, dijo el funcionario sobre el panorama actual, con cambios drásticos por nuevos hábitos y por la actual pandemia de coronavirus.
“Mientras avanza el desarrollo económico, se vuelven cada vez más necesarias acciones que permitan el sostenimiento de ese desarrollo económico y contribuyan a resolver problemas sociales tales como la disminución de la liberación de gases de efecto invernadero, el suministro estable de alimentos y la reducción de desperdicios, la distribución de la riqueza y la disparidad regional, entre otros”, enumera Nakano sobre los desafíos globales que enfrenta la humanidad en esta década.
De la misma forma en que se trabaja en desarrollar esta isla de los sueños con adelantos futuristas, robots y nuevas tecnologías de comunicaciones, Nakano cree que la Expo Osaka 2025 ya está enfocada en trabajar la imagen de una sociedad que esté a la altura de los tiempos de la pospandemia. “Es su objetivo ser un lugar que aspire a solucionar los desafíos comunes a toda la humanidad, juntar los saberes y avances tecnológicos del mundo entero, y generar y promover nuevas ideas”.
Por: Guillermo Tomoyose
Fuente: La Nación