Gustavo Carattoni es el gerente general de El Palacio de las Golosinas, firma líder en su rubro que desde que fue fundada hace unos 53 años no ha parado de adaptarse y crecer. Hoy, junto a sus hermanas Paula, Vanina y Pamela, y bajo la atenta mirada de su madre Vita, Gustavo (h) conduce un negocio que supo sortear los turbulentos vaivenes de la economía argentina desde sus inicios. Su fundador, Gustavo Adolfo –el padre–, supo sentar bases sólidas de un negocio que entendió muy bien la coyuntura al abrirse paso creciendo entre crisis y crisis. Hoy El Palacio de las Golosinas tiene 10 autoservicios en distintos puntos de la ciudad, del interior y de Jujuy, tiene un moderno Centro de Distribución en Salta, están construyendo otros similar en la capital jujeña, y además tienen su expendio como mayoristas y en el mundo digital abrieron El Palacio Online, consolidando su liderazgo en el rubro de las golosinas.
En este encuentro con Dossierweb, Carattoni, esposo y padre de 4 hijos, amante del rugby y del futbol e hincha de Tiro Federal, sostiene que el secreto del crecimiento ha sido siempre “estar cerca” del cliente, y con productos de calidad, locales con buena presentación y ser competitivos en los precios. Cuenta que ampliaron su rubro sumando alimentos y convirtiéndose en mayorista integral, aunque destaca que no pierden el foco del negocio: las golosinas, chocolates, galletas y bebidas. Dice que recién se están recuperando de la caída brutal de ventas del año pasado, confía que el Gobierno nacional mejore la microeconomía en el segundo semestre, y apuesta que los salarios le ganen a la inflación.
Especial Dossierweb
El personal es el capital más importante: hoy ya suman 320 los empleados de El Palacio
– La firma pasó de ser un comercio tradicional a resetearse y tener una expansión y un crecimiento importante en los últimos años. ¿Cuál fue el click que hicieron como empresa para tomar este camino y reinventarse?
– Salta y Jujuy tuvieron un crecimiento exponencial y se empezaron a suburbanizar. Y nosotros siempre decíamos de estar cerca de la gente, y había localidades con clientes que los atendíamos con alguna preventa, y creamos la necesidad de tener nuestra sede como en Orán recientemente, que necesitaba un Palacio ahí para proveer no sólo de golosinas sino de otros productos, como bebidas y alimentos. Cuando las localidades y ciudades empezaron a crecer, decidimos que era necesario estar allí.
– El cliente también cambió de hábitos. Antes iba a un local y hoy pueden hacer compras por Internet en un universo de tiendas de cualquier parte. ¿Esta expansión territorial sigue esa lógica de captar mejor nuevos clientes?
– Sí, tener proximidad con el cliente es importante. Nosotros tenemos otro canal de venta que es la distribución que hacemos en todos los quioscos, despensas y puntos de venta en los barrios. Es una fuerza de venta que no se ve pero que nos hace llegar a los clientes. Además, tenemos los autoservicios, el mayorista, y la tienda online.
Un pilar de la firma es la proximidad con los clientes por eso apuestan al Be to Be, al frente a frente
– ¿Y cómo fue funcionando esta estrategia de llegar a más públicos por diversos canales?
– Nosotros estamos centrados en atender bien al cliente. Es un pilar de nuestra política interna de la empresa. Nuestra cultura está arraigada en la atención al cliente. Es decir, poder atenderlos be to be, frente a frente, era y es importante, pero tener una fuerza de distribución que lo haga, y de esa manera el cliente si no quiere, no se mueve de su negocio y vamos nosotros llevándole lo que necesita, se lo entregamos y se lo fiamos. Realmente estamos al lado de nuestros clientes comerciantes.
– ¿Ese es parte del secreto del éxito del Palacio de las Golosinas? ¿y hay otros?
– En primer lugar, cuidamos mucho la calidad de los productos que vendemos. Tenemos una política muy estricta respecto a los productos que vendemos, a los vencimientos, a la limpieza de los locales. Tenemos cámaras de temperatura controlada para los chocolates. Creemos que El Palacio de las Golosinas ofrece no solo productos de muy buena calidad, sino al precio justo, adecuado. Cuidamos mucho que el cliente tenga una muy buena experiencia de compra.
– También han decidido sumar productos alimenticios de otro tipo.
– Somos clientes estratégicos de Arcor, y eso nos ha permitido tener como exclusiva la marca Noel de alimentos. Y atrás de esa línea empezamos a incorporar muchos productos. Hoy tenemos té, yerba, fideos, azúcar. Muchos productos de consumo cotidiano de las personas. Eso hizo que nos convirtamos en un mayorista integral, enfocados siempre en el “core” de nuestro negocio, que son las golosinas, chocolates, galletas y bebidas. Fuimos agregando algunos rubros también, que nos pedía la gente, como para que en un mismo lugar puedan resolver sus compras de la vida diaria o para negocios y con precios diferenciales.
El histórico local de Pellegrini y San Juan fue la usina desde donde Gustavo Carattoni padre, consolidó la firma
– ¿Cómo les está impactando la caída del consumo y de las ventas que se viene experimentando en diferentes rubros en todo el país?
– Nuestro objetivo en 2024 fue mantener la nómina de personal. El año pasado teníamos casi 300 empleados y hoy estamos en 320 con las nuevas aperturas que hicimos en el último tiempo. Trabajamos mucho en los costos internos que teníamos, y cuando hay inflación esos costos se licuan. Entonces trabajamos mucho para poder tener rentabilidad y para poder mantener a nuestra gente que era lo que más nos importaba. Y siempre digo que de las crisis se sale facturando, y en este 2025 estamos recuperándonos del año pasado, con buenas expectativas, y obviamente trabajando en los costos que es el secreto de todo negocio, costos bajos y más ingresos.
– ¿Cómo se ha comportado el segmento de los alimentos y las golosinas?
– Hoy lo que más crece es la línea electrodomésticos, motocicletas y viajes. Es lo que más creció desde la reactivación de 2024. Alimentos y golosinas fue duro, pero golosinas en particular fue durísimo. Tuvo caídas del 30 a 35%. Y hoy en realidad estamos recuperando algo de esa caída. Es decir, la suba de ventas no las veo como un incremento de ventas. Sí hay rubros dentro de nuestro sector que han crecido, como galletas dulces y saladas. Ha crecido bastante pero no compensa la caída de golosinas y chocolates.
Carattoni reconoce el golpe al consumo pero confía que en el final del segundo semestre el salario le gane a la inflación
– ¿Qué perspectivas tenés para este segundo semestre en función de las medidas que va tomando el Gobierno nacional?
– Lo que creemos y vemos como empresa es que en algún momento si la inflación no aumenta y los salarios acompañan, creo que en este segundo semestre habrá una reactivación. Estamos esperanzados en eso. Una reactivación que le va a permitir al consumidor tener un disponible para comprar o consumir ciertas cosas. Cuando hay crisis lo primero que se corta son los gustos. Entonces creo que vamos a tener un segundo semestre bastante interesante. Al gobierno nacional lo veo bien. Que no haya inflación es muy sano para todos los argentinos. Es uno de los grandes logros de este gobierno. Creo que para fin de año, en noviembre diciembre, habrá una reactivación donde el salario pueda ganarle a la inflación. Creo que eso va a ser fundamental y elemental para que este proceso siga. También estamos esperando las elecciones legislativas para ver si se van a poder hacer las reformas que la Argentina necesita para crecer. Estamos expectantes y después de eso veremos si se puede seguir reconstruyendo el país.
– Cuando hablamos de salario, lo asociamos directamente al consumo. Y el salario no está aumentando. ¿Qué mirada tenés sobre este aspecto que incide en consumo y ventas?
– Pienso que la inflación va a bajar, y va a tender a ir a cero, y si las paritarias van al 1% en los próximos meses, es probable que el salario le gane a la inflación. Es lo que corresponde, o al menos que se equipare para que el consumidor pueda vivir dignamente.